domingo, 28 de octubre de 2007

Una de piratas.

Vuelven a las andadas. No tienen bastante con todo lo que nos han saqueado desde el sigo XVI.

Los filibusteros hijos de la Gran Bretaña siguen atacando a traición, por la espalda, con nocturnidad y con la prepotencia que les caracteriza.

Estos corsarios hijos de mala madre creen que el mundo les pertenece, que lo que se mueve por fuera de sus islas sigue siendo parte de sus colonias, que el imperio de su graciosa majestad domina todo el globo terráqueo.

Ellos a su aire. Pasan del euro, pasan de conducir por la derecha como el resto de los mortales, le ponen salsa de menta al solomillo y se toman la cerveza caliente. !Toma ya!.

Además, ahora han alistado a su rol de piratas, nuevos especímenes llegados desde Rusia con amor y muchos millones de libras producto de sus “negocios”.

No tienen moral.
-¡Al abordaje!- gritaron, y saltando sobre Nervión capturaron a punta de sable (léase; tela de pasta) al encargaillo del primer equipo, que sin dudarlo se puso a sus órdenes.

Pero esta historia no acaba aquí. Os lo aseguro.
Al final los piratas suelen palmar colgados del palo mayor.
Entonces, echaremos la pata de palo al fuego, guardaremos el parche del ojo como recuerdo, y nos comeremos al loro con arroz.
Tiempo al tiempo.

1 comentario:

Mercedes dijo...

La legendaria buena educación inglesa es algo que tristemente pasó a la historia, si es que alguna vez existió, puesto que la persona educada lo es con todo el mundo, y no sólo con los que considera sus iguales o de su clase.

Todas las personas que conozco que, por distintos motivos, han pasado una temporada en la isla coinciden en afirmar que Inglaterra se divide en Londres y el resto. Salvando a la capital, que como todas las grandes ciudades es cosmopolita y tolerante - aunque ya quisiera Londres, como Madrid o París, llegarle a la suela de los zapatos a Berlín, donde la gente convive de verdad, se respeta de verdad, y disfruta de la diversidad y de la diferencia de verdad - el resto de Inglaterra se caracteriza por su fobia al extranjero.

Amigos míos han sufrido han sufrido discriminación por ser españoles, han visto cómo el portero de una discoteca se ha reído en su cara cuando les han enseñado el DNI español, les han pedido el doble de dinero para entrar que a un inglés, se han pasado meses sin prácticamente hablarse con compañeros ingleses del trabajo, teniendo relación sólo con otros extranjeros, han oído hablar mal de indúes que llevan generaciones allí, las chicas han tenido que sufrir el acoso de hordas de groseros borrachos que pierden los papeles el fin de semana... porque es escandaloso cómo allí beben y pierden los papeles.

Amigos míos alemanes han tenido que soportar que una pandilla de imbéciles, al saber cuál era su nacionalidad, hicieran en su cara chistes de nazis y les saludaran con el brazo en alto, cuando son gente que tienen más educación que ellos de aquí Roma.

Y con este panorama, llegan los piratas, compran al ex-entrenador del Sevilla, se lo llevan con nocturnidad y alevosía, ¿y éste se cree que le van a tratar con más consideración? ¿La misma semana que llaman a Alonso "triste ibérico" y se refieren a Rafa Benítez como "miseria de Rafa" y como entrenador de "imbéciles"?

Muy bien Juande, ya te han recibido con los brazos abiertos. Hoy mismo, Howard Wilkinson, presidente de la Asociación de Entrenadores de la liga ha criticado la presencia de tanto extranjero en Inglaterra diciendo que la Liga inglesa "se ha convertido en Hollywood" y considerando que "no es que sea una verdadera preocupación para la Asociación, es una verdadera preocupación para la nación".

Si desde que se publicó aquél célebre titular "Temporal en el Canal de la Mancha. Europa aislada" ya sabíamos que "England is different".