martes, 19 de julio de 2011

Aquel gol antológico de 1916

El artista es el cuarto por la izquierda.

Hay gente que marca la diferencia, porque tienen el don especial de dejar en nuestras retinas, grabados a fuego, momentos estelares.
Son genios capaces de dejar dormidos todos los relojes en unos segundos mágicos que, se vuelven eternos por culpa de un extraño destilado que sale de sus botas.
Tras la obra maestra, siempre llega el estallido de unos aficionados que se mueven a impulsos sentimentales de un corazón que late gracias a la pasión.
¿Quién no recuerda a Maradona en una de las jugadas de su vida en el mundial del 86?
¿Y a Jesús Navas, dejando atrás a contrarios en una carrera infinita por su banda?
Son esos instantes en los que un jugador se olvida del colectivo y movidos por su propia fe avanza sin pudor en la búsqueda de su verdad.
Hay que ser muy atrevido para ello, creer en uno mismo y tremendamente bueno.
Estos lances son atemporales y por ello; eternos.

Aquel golazo del domingo 9 de enero de 1916.
Se disputaba la semifinal del Campeonato de Andalucía en el campo del Sevilla Football Club en el Prado de San Sebastián, también conocido como campo del Mercantil.
Real Club Recreativo de Huelva frente al Sevilla Football Club.
Días antes, tuvieron lugar dos encuentros consecutivos frente al eterno rival. "El Mundo Deportivo", edición del lunes del 10 enero 1916, en su página 4ª así nos lo cuenta;
Más de ocho mil personas gritaron aquello de “cerillero cinco a cero, pa desgracia del portero” tras el triunfo rotundo del decano –no lo digo yo, lo dice el cronista- del fútbol hispalense
Pero volvamos a nuestro partido.
Si numeroso fue el público que presenció el derby sevillano, más numeroso lo fue en el “match” entre el Recreativo y el Sevilla. El Sevilla se presentó sin Luqué, su primer portero, siendo sustituido por Ruiz, con la natural decepción de los aficionados.
En la primera parte se alternó el juego en ambos campos hasta que en una indecisión del portero sevillista, Mata logra el primer tanto para el Recreativo. El Sevilla intensifica su ataque estrellando por dos veces el balón en el poste de la portería onubense, incluso el público pidió un gol por entender que el balón había rebasado la línea de puerta.
En la segunda parte se acentúa aun más el dominio sevillista, hasta que en uno de los ataques, una mano de un defensor del equipo de Huelva dentro del área hace que el árbitro decrete penalty. El capitán del Recreativo protesta la decisión adoptada y amenaza con retirar a su equipo del campo. La discusión se prolonga y parte del público invade el terreno de juego. El árbitro aguanta el tipo y tras calmarse la situación y ser despejado el rectángulo de juego de espectadores, da marcha atrás y permuta el penalty por un corner a favor del Sevilla. La bronca del respetable fue mayúscula.
El partido estaba casi en el límite del tiempo reglamentario cuando llegó el gol del empate que suponía a la postre forzar un partido de desempate. Un gol de antología.
De Spencer, cómo no.
El relato del gol aparece recogido en “El Heraldo de Madrid”.
Imaginen la escena; terminando ya el partido, ante la crispación y el desasosiego del público y casi en el límite de la eliminación, el interior derecha sevillista realiza una jugada de ensueño. Se echa el equipo a la espalda y el sólo se inventa el prodigio. Saliendo prácticamente desde su área, inicia un slalom sorteando a contrarios a base de driblings y regates a velocidad de vértigo por su banda, lanzando desde larga distancia un obús que penetra por la escuadra onubense.
Imparable, magnífico, sublime.
El público en pleno éxtasis y en un estallido de felicidad se lanza al terreno de juego para abrazar al jugador e intentar pasearlo a hombros, costumbre esta muy generalizada en la época y que sólo ocurría en momentos cumbres, tras faenas grandes.
Spencer tuvo que refugiarse en la pequeña grada con palcos que formaba la trasera de la caseta del Círculo Mercantil ante la avalancha de aficionados que se le venía encima.
Era casi un niño.
Sólo tenía 17 años.

lunes, 18 de julio de 2011

Sobre Arza, habla el maestro Barbeito

En su columna de ABC de Sevilla.
Querido Juan Arza.
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Trataba de imaginarte mimando el balón por la yerba, como quien enseña a andar a su primer hijo.
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Por Antonio García Barbeito

¿Tú qué sabes, si tú no has visto jugar a Juanito Arza? La cogía, se regateaba hasta al del marcador, y se iba tan niño y tan chulo y se entretenía en contarle los nudos a la red… Y yo no lo vi, Juan, yo no lo vi. Tú fuiste siempre un relato en la voz de mis cercanos, un eterno en las jugadas eternas que relataban los hombres que alguna vez te vieron. Tú no estabas en aquellos primeros álbumes donde mi niñez soñó con ver todo el fútbol en el «Sánchez-Pizjuán». Yo no lo vi, Juan. Pepe Castro, nuestro querido vicepresidente, siempre que me ve me saluda con aquella frase del pregón del centenario del Sevilla: «Y yo no lo vi, no lo vi». No, no te vi, Juan. Tú estabas en las vitrinas de la gloria terrenal y deportiva y yo no alcanzaba a esas vitrinas.

Mi padre me hablaba de ti, de tus tardes gloriosas, como me hablaba de alguna noche mágica de Pepe Marchena. Y yo trataba de imaginarte mimando el balón por el interior derecho de la yerba, como quien enseña a andar a su primer hijo. Por eso, cuando alguien se ponía a hablar de fútbol alabando las excelencias de algún chaval que jugara bonito, la respuesta era siempre la misma: «Tú no viste jugar a Juanito Arza». No, no te vi, Juan, yo no lo vi, digo aquel milagro tuyo con el balón en los pies. Quizá por eso, cuando te conocí, te buscaba para sentirte cerca y hablarte de quienes me hablaban de ti. Ya no estaba vivo mi padre, para haber presumido ante él de conocer a Juanito Arza y de tener fotografías con él, como las tengo, o aquel abrazo en el Lope de Vega aquel octubre del centenario. Vimos juntos algunos partidos de fútbol, y tú, tan prudente, jamás reseñabas lo negativo. Una tarde de fútbol te pregunté: «¿Hay algún futbolista del Sevilla de ahora que pueda recordarme al diablo que fuiste en el césped, Juan?» Me costó trabajo sacarte un nombre, pero al final lo dijiste, bajito, como si fueras a ofender a alguien con decirlo: «Quizá… Jesús Navas».

Guardo un abrazo sevillista —todavía tú con las heridas frescas de una caída— impagable. Fue en el antepalco. Allí hablaba con Antonio Valero y Manolo Ruiz Sosa. Llegaste tú, te uniste al grupo, y en un momento abrí los brazos para abrazaros a los tres al mismo tiempo, y sentí, Juan, como si hubiese abrazado al más cálido y humano escudo del Sevilla. Se nos fue por la banda, camino del último vestuario, Manolo Ruiz Sosa, con la promesa de un arroz en Coria. Y ahora, ayer, te vas y enlutas el blancor creciente del sevillismo. Y yo no quiero verlo, querido Juan; no quiero saber que te has ido a decirle a Dios cómo se juega al fútbol

domingo, 17 de julio de 2011

Juan Arza nos ha dejado

El sevillismo está de luto.
Deja un vacío imposible de llenar.
Descanse en paz.


El Sevilla F.C. campeón del primer Teresa Herrera

Según nos informa la web oficial del Deportivo de La Coruña, Teresa Margarita Herrera y Posada nació en A Coruña el 10 de noviembre de 1712. La conocida entonces como "Teresa dos demos", por ser considerada una especie de "meiga", tuvo una vida muy difícil. Al quedarse su madre viuda y con diez hijos -siete de los cuales morirían jóvenes- abandonó su hogar a una edad muy temprana, entregándose el resto de su vida a luchar en pro de los desfavorecidos. En el año 1789, Teresa Herrera donó sus bienes a la congregación de la Virgen de los Dolores para que llevase a cabo su viejo objetivo de fundar un hospital de caridad en la ciudad, del cual se pondría dos años más tarde la primera piedra.
Y fue bajo la sombra de tan loable cometido que en 1946, al amparo de la Junta Local de Beneficencia, surgió un evento balompédico que procuraba canalizar la solidaridad social en una época de penuria. Fue aquella idea, la de proporcionar alivio económico a los más desfavorecidos a través de un gran torneo de fútbol, genial para su época y todo un precedente en la maximización económica de este deporte. El espíritu filantrópico del recién nacido torneo no podía tener mejor cabecera que el nombre de la histórica benefactora coruñesa. El primer partido se celebró el 31 de julio y registró el resultado final de Sevilla F.C. 3 - Athletic Club 2.
Tras la finalización de la temporada 1945/46, el flamante Campeón de Liga tuvo que rechazar distintas propuestas de equipos nacionales y extranjeros para disputar encuentros amistosos. El cansancio de una temporada agotadora, tanto en lo físico como en lo anímico (recuerden el famoso caso Antúnez), llevó a la directiva sevillista, con buen criterio, a tomar estas decisiones.

La única excepción vino dada por motivos benéficos, es por ello que se viajó a Galicia a finales de junio (no de julio como dice la web del Depor) para disputar un nuevo trofeo que nacía ese año; EL TROFEO TERESA HERRERA.

Es curioso como el cronista sevillano de ABC aun no se había enterado muy bien del nombre de aquel trofeo y lo denomina como I Trofeo Teresa Enriques.El trofeo, a partido único, se disputa el 30 de junio de 1946 en La Coruña.
Alineaciones.

Athletic Club de Bilbao

Sevilla F.C.

La crónica;

El gran Telmo Zarra inauguró el marcador y por tanto la lista histórica de goleadores del prestigioso trofeo gallego.

Los jugadores del Sevilla F.C. tras el trofeo marcharon de vacaciones no sin antes ser obsequiados con un reloj de pulsera, dejando un gratísimo recuerdo por tierras coruñesas y la satisfacción por la recaudación benéfica dejada gracias a su esfuerzo.

Por último, les mostramos el palmarés de clubes poseedores de tan distinguido galardón;

jueves, 14 de julio de 2011

Los jugadores infantiles en 1918

En esto de la historia, es de necios descontextualizar las frases y sacarlas de su momento histórico. Pretender analizar cualquier hecho pasado desde la óptica del pensamiento avanzado y vanguardista de nuestros días usando parámetros mentales del S XXI, es desvirtuar la realidad que en su momento se produjo.
Mucho se ha hablado y escrito sobre un famoso partido con un escandaloso marcador (22 a 0) visto desde nuestros días, pero que no era extraño en una época en que marcar diez, doce o catorce goles no era infrecuente. Tal es así que como aparece en la prensa en diciembre de 1925, el Sevilla F.C. golea al Español de Cádiz por 13 a 0 y tiró deliberadamente dos penaltys fuera y además le fueron anulados dos goles.
Sumen y salen 17 goles posibles.
El afán del delantero era marcar goles. Cuantos más mejor, y no había clemencia. Esas eran las reglas no escritas de este deporte, para todos los equipos. En cambio, paradójicamente imperaba la caballerosidad en ciertos lances, por lo que no era nada raro tirar fuera las penas máximas adrede, como hemos visto en el artículo anterior.
En el comentado partido del 22 a 0 frente al Real Betis Balompié, el primer equipo del Sevilla F.C. se enfrenta al equipo infantil bético. Recordemos que el equipo balompédico presenta a sus infantiles en señal de pataleta, al no dejar la autoridad militar la presencia de algunos componentes militares de su primer equipo, tras los gravísimos incidentes del partido anterior en el que se vieron envueltos.
El árbitro, llegado expresamente desde Madrid para pitar el partido, expulsa a cinco jugadores del Betis, uno tras otro. La única causa posible para las expulsiones está clara; no hacían por el balón y si por las piernas del contrario ya que la consigna desde el vestuario debió ser la de dar patadas. Nunca un árbitro echó del terreno de juego a un jugador por pasividad.
No es de extrañar por tanto el resultado, que no podemos tildar ni de abuso ni de ensañamiento, habida cuenta de los usos de la época y de las condiciones que se dieron durante el encuentro, y sobre todo en el partido previo en que como sabrán hubo hasta navajazos y palos de los aficionados béticos hacía los integrantes de la plantilla sevillista.
Personalmente el resultado lo califico como meramente anecdótico, sin necesidad de vanagloriarme de él, pero tampoco de avergonzarme.
Antes de entrar a valorar algunas consideraciones sobre los jugadores infantiles en 1918, analicemos una alineación típica del Sevilla F.C. (primer equipo) en aquel año y veamos las edades de sus jugadores. Porteros.
Diaz
; nace en 1890, por lo que tenía 27/28 años. Esa fue su última temporada y desde 1916 alternaba su puesto con Santizo.
Santizo; nace el 10.12.1900. Tenía 17 años.
Defensas.
Alcocer
; sin datos.
Trujillo; nace en julio de 1897. Tenía 20 años.
Medios.
Pérez
; nace en 1897 (Tenía 20 o 21 años)
Ramírez; nace en diciembre de 1897, tenía 20 años
Ismael; nace el 27 de septiembre de 1899, tenía 18 años.
Delanteros.
Cruz
; nace en 1898, tenía 19 o 20 años (dependiendo del mes en que naciese)
Kinké; nace en 1895, tenía 22 o 23 años.
Spencer; nace el 23.03.1898, tenía 19 años.
Ramos; sin datos
Escobar; nace el 03.10.1898, tenía 19 años.
Sale una media de edad de 20.3 años más o menos.
Se desconoce el equipo que formó por el Sevilla en aquel encuentro, si bien no debió variar mucho.
También se desconocen los integrantes del equipo infantil bético por lo que no podemos precisar sus edades, si bien tenemos el testimonio que nos aportó en directo en el programa de Historia Viva de SFC Radio, el pasado mes de octubre, el hijo del que fue portero bético en ese partido y apellidado Sousa. El entrevistado nos contó que su padre jugó en los infantiles del Betis y disputó ese encuentro como así se lo relató cientos de veces antes de fallecer. La sorpresa fue mayúscula al relatarnos que su padre nació en 1900 y tenía 18 años en ese famoso partido, asunto éste, que al señor Sousa –hijo- (por cierto, muy sevillista) siempre le causó perplejidad.
¿Quiénes eran realmente los integrantes de los equipos infantiles y que edades tenían?
La sociedades de fútbol tenían el llamado primer “team” o primer equipo, que para entendernos eran los once mejores equipiers. Tras estos y dependiendo del número de socios (en los primeros años) o de jugadores, se formaban segundos y terceros equipos. Tras estos estaban los infantiles, ya que la categoría juvenil no existía, y sus edades estaban comprendidas entre los 13 y 18 años aproximadamente.
Teniendo en cuenta que los equipos infantiles, de los diferentes clubes, se enfrentaban entre sí, es lógico pensar que cada equipo apuraría hasta el límite de la edad máxima para presentar mejor y mayor competencia a sus rivales.
Lo anterior no quita para que algunos equipos de infantiles estuviesen compuestos por elementos más jóvenes (13/14 años) mezclados con otros de más edad (17/18 años).
Del mismo modo, los jóvenes valores de más clase de los equipos infantiles solían jugar también en los primeros equipos. Estos infantiles que participaban en encuentros con los primeros equipos no debían ser ningunos niños por pura lógica.
En el artículo anterior podemos ver como en el primer equipo del Sevilla se integran dos jugadores del segundo equipo, Rebollar y Arcos, y dos del equipo infantil; Mallén ( 21 años) y Pepe Brand (17 años).
El equipo infantil sevillista no debió ser nada malo ya que era capaz de golear al primer equipo carmonense.

Por último, algunos ejemplos de jugadores infantiles jugando en los primeros equipos en distintos puntos de la geografía española en el año 1918 –datos obtenidos del Madrid Sport (BNE);




Era frecuente, por tanto, que los llamados infantiles de aquellos años jugasen partidos importantes completando los primeros equipos. A tenor de los resultados de los partidos que se muestran en los artículos anteriores, los "niños" no debían hacerlo nada mal.
Lo mismo en aquellos años los "infantiles" no eran tan niños.

martes, 12 de julio de 2011

Spencer inventó “la chilena”

En el argot futbolístico se entiende como “chilena” a la maniobra que consiste en patear el balón alto, con el cuerpo formando 90 grados con la vertical, elevando las piernas hacia adelante y empujando el balón sobre el cuerpo mientras se está suspendido de espalda en el aire, sin apoyarse en el suelo. Se considera un lujo realizar esta maniobra correctamente, más aún cuando se logra el cometido de convertir un gol.
Este peculiar remate ha tenido no pocos “padres” a lo largo de la historia.
Hay quienes sitúan su origen en Perú, a finales del S.XIX, cuando los marineros ingleses enseñaban a los nativos el deporte del foot-ball para poder completar dos tems de once hombres cada uno. El periodista Jorge Barraza explicó que, según sus investigaciones, antiguos recortes de prensa y tradiciones orales, los marineros británicos invitaban a menudo a chalacos (afroamericanos del puerto del Callao). Durante uno de los juegos, un chalaco de ascendencia africana sorprendió a varios entre la muchedumbre, incluyendo espectadores europeos y chilenos cuando hizo esta jugada. De hecho en Perú se la denomina así; “chalaca”.

Fuente; Wikipedia.Otros investigadores opinan que la “chilena” se inventó en el estadio chileno de El Morro por Ramón Unzaga Asla, jugador vasco que se nacionalizó chileno. ¡Un lujo! ¡Una obra de arte! ¡Qué espectáculo!... se escuchaba vociferar desde las graderías mientras en el campo de juego, Ramón Unzaga Asla, hacía una tijera con sus piernas y retornaba el balón de espaldas al arco contrario. Era el año 1920 y en Viña del Mar se jugaba un torneo sudamericano de fútbol, ya que en santiago no existía estadio a la fecha, se encontraban presentes las selecciones de Brasil, Argentina y Uruguay, la mejor del mundo en esos años. Los periodistas Argentinos presentes no tardaron en bautizar la jugada como la chilenita.
Se dice que Ramón Unzaga la primera vez que efectuó la jugada fue en el estadio el Morro de Talcahuano el año 1914 y que la hinchada la bautizo como “la chorera”.
Fuente; Diario digital ResumenDicen que está certificado que Unzaga realizó esta jugada por primera vez en el estadio El Morro del puerto de Talcahuano en enero de 1914, donde se le habría denominado "Chorera" en alusión al gentilicio de dicho puerto. Este hecho es descrito por el periodista y escritor uruguayo Eduardo Galeano en su libro "El fútbol a sol y sombra", publicado en 1995.
Pero en el libro El fútbol a sol y sombra escrito por Eduardo Galeano en 1995 se hace alusión a la jugada pero no se especifica el año de creación.
También, en un texto publicado en el diario chileno El Mercurio, se esgrime que la certificación de la jugada realizada por Ramón Unzaga es real, lo cual es acreditado por la Asociación de Fútbol de Talcahuano. En dicho artículo, el periodista peruano Roberto Castro indicó que la tradición oral narra un partido en la cancha de la Mar Brava, en 1913, anterior al gol que convirtió el chileno Ramón Unzaga, pero que en Chile se certifica por primera vez.

Como habrán podido observar los estudios son variopintos y diversos. Se esgrimen teorías varias, unas basadas en la tradición oral y otras en supuestas certificaciones. Pero en ninguno de los casos se aporta ni una sola prueba real. Las fechas más concretas aunque no probadas están en torno a 1914. Y no estaría de más que apareciese algún documento concluyente para cerrar el caso y otorgar la paternidad de este acrobático lance futbolístico.

21 de marzo de 1915. Finalísima de la copa Duque de Santo Mauro.
Campeonato oficioso de Andalucía.En el campo de la Escuela Naval Militar de San Fernando se enfrentan el Español F.C. de Cádiz y el Sevilla F.C.En el minuto 25 de la segunda parte el equipo gaditano vence por uno a cero, y es entonces cuando aparece la espectacular acrobacia. El delantero trianero del Sevilla F.C, Spencer, realiza el prodigio.
Una increible "chilena" nunca vista antes en España.
Los diarios El Noticiero Sevillano y El Heraldo de Madrid no dejan lugar a dudas.

De espaldas al “goal” contrario y “shootando” hacia atrás.


Spencer de un soberbio “shoot” de bolea de espaldas al “goal” consigue un magnífico tanto.El propio cronista nos narra que el gol fue ovacionado con delirio, acompañándose de los acordes de la banda de infantería de Marina que rompió a sonar y de muchos “hurras” a Sevilla.
Spencer pues, marca el primer gol de “chilena” documentado de la historia.
Un 21 de marzo de 1915 en San Fernando, Cádiz.
¡Grande, Enrique Gómez Muñoz "Spencer"!
Pd. La final de la copa de oro de Santo Mauro fue ganada por el Sevilla F.C., próximamente en este Voladizo.
Gracias, Juan.

domingo, 10 de julio de 2011

Herminio y la delantera portuguesa...y Monjardín

Traemos al Voladizo una crónica de El Heraldo de Madrid de 17 de diciembre de 1930 firmada por L. Méndez Domínguez.
Ruego la lean detenidamente.


Nos habla del gran Herminio, del "Hombre de Goma", el único que junto a Spencer gozan cada jornada de ver entrar al sevillismo en su estadio desde el mural (el del escudo grande) de preferencia.

Por si alguno aun no sabe lo que significan las siglas que aparecen en el mural de Santiago del Campo coronando el año 1923, lo recordaremos; Spencer y Herminio, los primeros internacionales del Sevilla F.C.

Pero la crónica esconde un detalle por pocos conocido.

En 1926 Herminio tuvo que abandonar el fútbol a causa de una importantísima lesión de rodilla.

La lesión se la provocó Juan Monjardín, el delantero centro del Real Madrid, "que se dejó caer al mismo tiempo sobre una pierna de Herminio"


"Pero a pesar de todo intentaba sonreir"

viernes, 8 de julio de 2011

Una genialidad de Enrique Vidal (va de equipaciones)

Mi amigo Enrique Vidal ha levantado al público de sus asientos. Las exclamaciones y los vítores son justificados.
No pueden perderse el artículo que sobre la primera indumentaria de Sevilla F.C. nos ha dejado en su blog AYER Y HOY SEVILLISTA.


Entre otras novedades, nos presenta la que posiblemente sea la primera fotografía conocida del decano del fútbol hispalense, datada entre 1904 y 1907, y en el que aparece un joven José Luis Gallegos formando parte del equipo. La única imagen conocida de Gallegos vestido de futbolista. También aporta la novedad del que posiblemente sea el árbitro de ese encuentro (de pie y a la derecha) y que por las fotografias que disponemos -anteriores y posteriores - del personaje, no sería ninguna locura aventurar que pudiera tratarse de Eduardo Johnston, presidente del Sevilla F.C. de 1890.


Redondea nuestro admirado Enrique su estudio, con un recorte de prensa en el que se realiza una entrevista a Fernández de ZÚñiga (alias "AgonÍa"), uno de los fundadores y posiblemente primer guardameta del Sevilla Balompié, por el que tajantemente aclara el origen del actual uniforme del equipo bético; "TODO LO QUE SE DIGA EN CONTRARIO SON FANTASÍAS".


miércoles, 6 de julio de 2011

Una grata noticia sobre el MUSEO del SEVILLA F.C.

Reproduzco la noticia que aparece publicada en La Palangana Mecánica.
Sin duda es una gratísima noticia para el sevillismo.
---ooo---

Importante reunión hoy en dependencias del Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán para tratar sobre los temas históricos del Club. Gran sensibilidad por parte del representante del Club en este sentido.

Sintonía total entre los asistentes y se han sentado las bases para que el Sevilla FC y el sevillismo por ende tenga su museo, sin poder entrar en más detalles que iremos desgranando poco a poco.

Así mismo, todos los objetos históricos existentes en el Club podrán ser catalogados, inventariados, organizados y conservados adecuadamente para su estudio e información al sevillismo. No quiero decir que no estuviesen cuidados antes con la premura y delicadeza que tuvo siempre nuestro querido amigo e Historiador sevillista, Agustín Rodríguez, es que se dará un paso más para profundizar en estas cuestiones y que él mismo demandó en alguna ocasión. Los ‘Guardianes de la Memoria’ estamos orgullosos de continuar su trabajo, dentro o fuera de la institución, nos da igual.

Post breve, pero clarificador, tan solo esperamos por parte de todos, que los objetivos a cumplir transcurran como deben en el tiempo marcado para ello .

Seguiremos informando y a disfrutar del tiempo estival, con la tranquilidad de que esta parcela comienza a andar como debe.

VIVA EL SEVILLA FC Y SU GLORIOSA HISTORIA.

lunes, 4 de julio de 2011

El cromosoma verde

Imagino que el bueno de J. Félix Machuca aun estará tirado por el suelo.
Meándose de la risa.
Y es que la entrevista que nos ha dejado hoy en ABC de Sevilla es para ponerla en un cartel…y pegarla por las calles de Cádiz en febrero.
http://www.abcdesevilla.es/20110704/sevilla/sevi-caen-mejor-sevillistas-odian-201107032058.html
No entraré en el titular, ni en las patrañas y mentiras que cuenta la criaturita sobre el Sevilla F.C. en la entrevista y que tendrán a buen seguro su capítulo correspondiente en el libelo que acaba de publicar. No sé como no se manifiestan los ecologistas por la tala inútil de árboles para generar la pasta de papel de las hojas de ese libro.

Sí quiero detenerme, en el asunto de los cromosomas.

Dice el entrevistado;
—Yo pienso que todo bético tiene un cromosoma especial (hay muchos estudios, de científicos y de gente seria, que lo avalan). Ese cromosoma termina por manifestarse más tarde o más temprano.
¿Un cromosoma especial?
Miren, esto es un insulto a la inteligencia o un chiste malo propio de gente inculta y analfabeta.
¿Cómo que hay muchos estudios, de científicos y gente seria, que lo avalan?
Que cite uno, uno sólo.
¿Y este señor o criaturita ha pasado por la Universidad?
Culpa de la LOGSE, fijo.
He estado intentando encontrar algo en internet que fundamente esa idiosincrasia específica en el cromosoma de los individuos que a veces (y digo a veces pues llevan cinco años deleitándose con la ópera y los coleccionables de los quioscos) pululan por el campo de la Palmera, según el autor del libro referenciado.
Y hete aquí que hasta puede tener cierta razón. Entre los tipos especiales de cromosomas podemos encontrar los siguientes;
A) Cromosomas politénicos.
Uy!!...al larguero. Lástima que le falte una “c” para ser politécnico y encontrar paralelismos con la escuela politécnica de Sevilla donde comenzaron los primeros balompedistas. Lástima también que estos cromosomas sólo sean propios de las células de las glándulas salivares de los insectos del orden de los Dípteros .
B) Cromosomas en escobilla.
Se hallan en los oocitos de la mayoría de los animales, exceptuando a los mamíferos.
Éste tampoco es.
C) Cromosomas B. (Éste tiene buena pinta, al menos en el nombre)
Las alteraciones cromosómicas como las deleciones, duplicaciones y aneuploidías (el exceso o defecto respecto al número cromosómico normal en una especie dada) provocan en el individuo afectado desde malformaciones hasta inviabilidad en diferentes niveles del desarrollo. Sin embargo, una excepción a este hecho en muchas especies animales y vegetales consiste en la existencia de cromosomas supernumerarios o cromosomas B. Morfológicamente, suelen ser más pequeños que los cromosomas del complemento normal. Se suele dar en algunas plantas y en ciertos tipos de saltamontes (no se especifica el color del bicho)
D) Isocromosomas.
Un isocromosoma es un cromosoma metacéntrico anormal originado durante la meiosis o mitosis cuando la división del centrómero se produce según el plano horizontal en vez de vertical. Como consecuencia, uno de los brazos del cromosoma original se pierde y los brazos del isocromosoma resultante son genéticamente idénticos entre sí pero en sentido inverso.
En los humanos, los isocromosomas se hallan asociados a ciertas enfermedades. Así, por ejemplo, se hallan en algunas niñas que presentan el síndrome de Turner, en los pacientes con el síndrome de Pallister-Killian y en algunos tumores. El isocromosoma "17q" (o sea, el isocromosoma formado por dos brazos largos del cromosoma 17 y que ha perdido el brazo corto) y el isocromosoma "14q" están asociados a ciertos tipos de leucemia.[113] [114] Además, los individuos portadores de isocromosomas pueden tener descendientes con mayor número de cromosomas que el normal.
Este tampoco me suena y además toca un tema con el que no debemos frivolizar.

Y no hay más cromosomas especiales.
Los cromosomas normales, los que tienen la gente normal y no los insectos, como hemos visto, son comunes para todos. Para los hinchas del Indaucho y los del Cacabelense.
Bueno basta de risas y cada uno a la suyo.
Por cierto, me acabo de acordar.
¿Habrá mencionado en su libro algo de historia?


¡Heil Hitler!

Pd. Pido disculpas a mis amigos de BL (ellos saben quienes son) si se han sentido ofendidos por algo. Ellos saben que nada de esto va por ellos. Descontextualizar no es nada razonable desde un punto de vista de la investigación histórica. Aquí sólo se utiliza -eso pretendo- como un recurso fácil frente al frikismo. Aprovecho para saludarles.