domingo, 31 de enero de 2010

Sevilla F.C.-Valencia F.C.; primeros enfrentamientos.

La primera vez que el Eterno Campeón de Andalucía midió su fuerzas con el gran equipo levantino fue a primeros de noviembre de 1920. Pronto se cumplirán 90 años. El Valencia F.C, así se llamaba entonces, se había fundado el año antes.
En la web oficial del club "Che" nos hablan así de sus primeros pasos;
Año 1919. En el centro de la capital del Turia, en el Bar Torino, se gesta la iniciativa de crear un club de fútbol. El primer presidente del Valencia Football Club, Octavio Augusto Milego Díaz, fue elegido por azar: una moneda lanzada al aire sirvió para decidir entre él y Gonzalo Medina Pernás, quien finalmente se quedó con la parcela de la comisión constituyente y de festejos.
Milego y Medina trabajaron codo con codo en un pequeño establecimiento de la calle Barcelonina que, en un principio, hizo las veces de sede del nuevo club. Junto a ellos estaban en aquella primera directiva valencianista los hermanos Pascual y Julio Gascó, Andrés Bonilla, José Llorca, Fernando Marzal y Adolfo Moya.
Sin embargo, la decisión de estos pioneros del Valencia no tuvo repercusión social y mediática, porque los periódicos de la época apenas se ocupaban del deporte y, además, la situación sociopolítica de España era incierta. Antes de la creación del Valencia Football Club, el fútbol existía ya en Valencia, a pesar de que no había un club hegemónico en la ciudad. Parece ser que el fútbol llegó a Valencia de la mano de los que, vinculados a la exportación de cítricos, habían estado en Gran Bretaña, cuna del balompié. Este fue el caso de Francisco Sinisterra o Ramón Leonarte. De la misma manera, era bastante común ver a los marineros británicos en los puertos valencianos jugando con un balón. Ya en 1908, en Valencia había equipos como el Levante, Gimnástico, Hispania o Hispano.

No tardó el club valenciano en hacerse dueño y señor del cotarro futbolístico levantino, ganando a los pocos años de su fundación su Campeonato Regional y debutando en el Campeonato de España.

En aquel lejano mes de noviembre de 1920 pisaron por vez primera la ciudad de la Giralda, en un doble enfrentamiento. Nueve goles a uno fue el cómputo global de los dos partidos.

Desde entonces y hasta nuestros días han sido muchos los encuentros entre estas dos potencias del fútbol español. Dos grandes.

Entre los destacados del encuentro aparece Ismael, abuelo de una joven a quien ayer tuve el placer de conocer y que junto a su marido se han comprometido a realizar ciertas gestiones...

La crónica del periodista, esta vez le toca a Marathon, deja una vez más en evidencia la calaña y la ralea del periodismo deportivo en lo referente al Sevilla. Esta vez las goleadas llegaron porque el portero rival era muy malo, vaya por Dios, siempre había una excusa para no reconocer la supremacía sevillista.

Nada nuevo bajo el sol
Sobre Marathon, nos cuenta lo siguiente Carlos Romero en su Palangana;

Marathon. No sabemos su nombre de momento, pero fue el sustituto de Olmedo y una réplica del mismo en cuanto a formas y filiación deportiva. También era militar. Permanentemente machaca al equipo sevillista, no encontrando crónica alguna que hable de los éxitos sevillistas, incluso en el exterior. Fue un mazo constante y machacante durante todo el tiempo que estuvo escribiendo crónica deportiva, que fue durante un año aproximadamente.

domingo, 24 de enero de 2010

Con 14 balones y a paraguazos.

Un entrañable y querido amigo me habló una vez de cómo tuvo que salir de Nervión a paraguazos.
Eran tiempos de un gran Sevilla, de un extraordinario equipo tan potente y tan grande que ganó una liga, varios subcampeonatos y una Copa de España.
Presidía el club D. Jerónimo Domínguez, marqués de Contadero.
Aquel día, frío y lluvioso del mes de febrero, la grada del viejo Nervión se puso sus pinturas de guerra desde el inicio hasta el final del partido y abucheó todo cuanto pudo y más. Cuando el árbitro pitó el final del partido la bronca fue generalizada; al árbitro, al equipo rival, al equipo propio y al palco de autoridades.
Mi entrañable y querido amigo fue testigo de aquello desde el mismo palco. Al abandonar la grada y dirigirse al coche, que el presidente aparcaba dentro del estadio, los aficionados no dejaban de increpar, teniendo que abrirse camino a golpes de paraguas.

¿Qué paso realmente aquel domingo 22 de febrero de 1948?

Estábamos en la temporada 1947/48.


El Campeonato Nacional de Liga de Primera división lo formaban 14 equipos que se enfrentaban todos contra todos a doble vuelta. Un total de 26 jornadas. Dos puntos por la victoria y uno por el empate.


Corría la jornada vigésimo primera. Tras está, sólo restaban cinco para acabar el Campeonato.


A la finalización de esta jornada nº 21, así quedó la clasificación;


Aquel poderoso Sevilla estaba jugando sus últimas bazas para meterse en la pelea por el título, mostrándose intratable en casa pero irregular a domicilio.


Por contra, un desconocido y lamentable Real Madrid se arrastraba por la categoría no habiendo logrado ni una sola victoria fuera de su feudo. Iba camino de segunda sin remisión por primera vez en su historia.


Y llegó la susodicha jornada 21.
Estadio de Nervión.
Sevilla C.F.- R. Madrid.


En las jornadas previas al choque no pocas fueron las suspicacias. El Madrid se jugaba la vida, pero el Sevilla aun tenía opciones, aunque pocas, de ganar la liga.




Lean la crónica; se había creado alrededor del partido un clima "especial", se había rumoreado..., suelta se había dado a la fantasía...


Para colmo de desdichas, o de suspicacias, Alconero no juega este partido. Nuestro bravo jugador de Baracaldo, de una regularidad impresionante y honesto a carta cabal, desde su llegada al Sevilla en 1941 no se pierde ni un solo partido, ostentando el record español al disputar en la misma categoría ocho temporadas completas. Tras la “ausencia” en el partido que nos ocupa vuelve a jugar la siguiente jornada y lo sigue haciendo sin interrupción tres temporadas más.



El sevillismo acudió a ese encuentro "tela de mosca" y desde el principio al final se sucedieron los silbidos, las broncas, el airear de pañuelos y hasta un trozo de "argamasa" cayó al césped.



Para más inri, la actuación del colegiado valenciano, Sr. La Riva, fue sumamente descarada y con "tonalidad" forastera.
En el primer tiempo el equipo madrileño marca tres goles. Dos de ellos antirreglamentarios.
En la segunda parte el Sevilla "maquilla" el encuentro marcando dos goles.









La prensa nacional se hace eco de lo sucedido y tiene que salir a la palestra el árbitro Sr. La Riva en defensa propia, mediante un comunicado al Comité Central de Árbitros. Parte de ese comunicado no tiene desperdicio; "se utilizaron en el partido hasta 14 balones ya que al caer éstos en las gradas el público los inutilizaba". Obsérvese que no se habla de robar balones, sino de inutilizar. ¿Y como se inutiliza un balón de reglamento?. Sólo se me ocurre una respuesta; pinchándolo con algún instrumento cortante.


Ahora bien, ¿cuales podían ser las pretensiones del respetable con esa medida? Sólo caben dos motivos; o perder tiempo, cosa improbable ya que el Sevilla perdía, o demostrar la indignación.



El Campenato Nacional de Liga de la temporada 1947/48 acabó y se proclamó campeón el C.F. Barcelona. Descendieron a Segunda División la Real Sociedad y el Real Gijón. El Sevilla terminó en el quinto puesto, quitándose este mal sabor de boca al ganar a las pocas semanas su tercer Campeonato de España.

El Madrid se salvó del descenso por dos puntos...

viernes, 22 de enero de 2010

Del Nido, préstanos la mascota (con ilustraciones)

NOTA DEL VOLADIZO; El siguiente texto pertenece al escritor Antonio Burgos, que se dice natural de Cádiz aunque haya nacido en Sevilla. Quizá por eso a veces se desconcierta y se hace la "picha" un lío a la hora de escribir y de contarnos las cosas de esta ciudad de Sevilla.

Así una vez nos contó que la madre del Rey se hizo bética desde chiquetita, cuando veía pasar las huestes verdiblancas por delante de su casa-chalet en la Palmera. Lo que pasa, sr. Burgos, es que la madre del Rey no pudo ver eso nunca pues la insigne Señora abandonó España en 1931, tras proclamarse la II República, y el equipo citado empezó a jugar de gañote en el Estadio Municipal de Heliópolis en 1939. En cambio sí existió un equipo que jugó en la Palmera hasta 1928...

También se cubrió de gloria D. Antonio, al confundir una Copa de la Uefa con un paragüero de Ikea, aunque en este asunto, pobre mio, después tuvo que tragar carros y carretas con tanta copa y tanta borrachera de triunfos y gloria ajena.

Y como el artículo en cuestión nos alude a los sevillistas y a los no sevillistas que en esta ciudad habitan, aquí se los dejo con ilustraciones.

Del Nido, préstanos la mascota.
Por Antonio Burgos

(Publicado en ABC de Sevilla el 22.01.2010)

Como saben (y si no, escuchen a la Chirigota de los Famosos en su próximo pase en cuartos de final en el concurso del Falla) le brilla. No lebrillo, lebrillo de papas aliñás: lebrilla, por la igualdad de género. A Del Nido y a Monchi les brilla la calva «cuando juega el Sevilla en su casa/ y encienden los focos del Sánchez Pizjuán». Muchos aficionados acuden a los partidos con gafas de sol, para no sufrir daños retinianos con el brillo de la calva. Si yo hubiera sido letrista de la palanganosa Chirigota de los Famosos, hubiera prolongado esa cuarteta del popurrí añadiendo que tiene tal brillo la calva que a Del Nido le han prohibido que vaya a La Caleta por las noches, porque al reflejo del faro del Castillo de San Sebastián iban a darle el partido homenaje.
Para que no se pueda decir que le brilla, le brilla, le brilla, que a Del Nido la calva le brilla, se compró una mascota en la capital del club presidido por quien usurpa el nombre a Florentino Pérez, que para mí, como sevillano, no ha habido ni habrá más Florentino Pérez que Florentino Pérez Embid. Y resulta, oh sorpresa, que si bien Del Nido creyó que se había comprado una mascota (horrorosa, pero mascota), en realidad se había agenciado un talismán. Y eso que es un mamarracho de mascota, una mascota de los veinte duros. Si llega a ser un Borsalino, el Sevilla se habría proclamado ya directamente campeón de Copa.
Se admiten comparaciones. Hay quien dice que Del Nido, con la mascota, parece el mozospás de Al Capone en una película de Edward G. Robinson en Chicago años 30. No, en Marbella años 90, no, no me sea usted mal pensado, a Julián Muñoz, ni me lo miente. Otros aseguran que la mascota no es de gánster, sino de patriarca gitano. Ahí lleva razón. Tú le pones a Del Nido unas cadenas de oro por allí y un pañuelo de seda al cuello por aquí, lo sientas en el palco con una cachaba entre las piernas, y es talmente el Tío Casiano, o por lo menos Ángel Montoya, el patriarca del Vacie
. Pero no gastemos bromas con la mascota del presidente, que tiene poderes taumatúrgicos.
—¿Taumaqué?
¡Milagrosos, joé! Ojalá Lopera se pusiera... ¿qué digo yo una mascota? ¡Una pamela por lo menos! Como la que se ponía El Leal de Camas para ir al Rocío, y salvaba al Betis de la ruina en la que él mismo lo ha metido. Mucho cachondeíto en La Condomina con la mascota, pero ahí tienen al Sevilla, Sevilla, Sevilla: con pie y medio en las semifinales de la Copa, tras haberse merendado al Barcelona como quien se toma en Ochoa un croasán a la plancha y tras marcarle tres rosquetes al Dépor que ríete de Riazor. Quizá esa sea la solución para muchos problemas de Sevilla: la mascota de José María del Nido. La afición lo sabe, y con música del multiusos futbolístico «Guantanamera», le canta: «Ponte el sombrero, Del Nido, ponte el sombrero».
A Del Nido hay que pedirle prestado el sombrero, a ver si así levantamos cabeza. Yo que comerciante de la calle Asunción, le pedía prestado el sombrero a Del Nido, que seguro que así se alejaba la ruina que les ha traído la dichosa peatonalización que nadie de Los Remedios ha pedido. Yo que vecino de San Jacinto, le pedía a Del Nido el sombrero, para ver si así conseguíamos que Triana vuelva a ser Triana. Sombrero de Del Nido para que acaben las inútiles setas de La Encarnación, y sombrero de Del Nido para que de una vez haya picos, palas y espiochas en la avenida de Bueno Monreal haciendo el túnel.
Pero me han dicho que no es posible. Me han asegurado que una vez que el Sevilla se proclame campeón de Copa, quien se va a quedar con el traspaso del milagroso sombrero de Del Nido es el sevillista Zoido, de cara a las elecciones. Se va a enterar el bético Monteseirín.

domingo, 17 de enero de 2010

A ti, culé.

El título de este post podría pasar por una nueva marcha procesional sevillana, pero no. No es una marcha amigo culé, amigo seguidor del equipo blaugrana, es una misiva de crítica y censura.
Ayer te vi por televisión. Y vi tus ojos inyectados de odio y con afán de venganza. Es probable que tuvieses motivos, eso no te lo discuto.
Entiendo que lo del miércoles en la Copa del Rey debió dolerte mucho y aun andas fastidiado en tu orgullo deportivo.
Comprendo que después de casi dos años sin bajar de la nube un batacazo de tal calibre te haya dejado sonado.
Eso de caer eliminado debe ser fuerte para un ciudadano como tú, que ve como a su equipo le regalan tres goles, anulados al equipo contrario, y ni aun por esas consigues doblegarle, que ves como el rival está capitidisminuido por las bajas y tampoco puedes dejarlo en la cuneta.
Oh, gran culé, que pena.
Ayer te vi y también vi a Pujol como le iba la vida en cada ataque, en cada córner, en cada falta.
Bueno, pues ya estáis contentos. Ya se habéis quitado la espina.
Entiendo que el fútbol debe estar enfocado para unir a los pueblos, para rivalizar de forma sana y sabiendo aceptar los éxitos y los fracasos.
Pero con el alegrón de ayer, amigo culé, ya das por salvaguardada tu autoestima. Mejor para ti.
Es probable, sería un honor para mí, que nos trates como a un grande y de ahí viene tu subidón.
Cada uno allá con sus complejos.
Ojalá que ganéis la liga, no quisiera frustraciones ni traumas.
Yo por mi parte, el miércoles estaré expectante y con los nervios propios de todo partido importante. Sí, el miércoles, amigo culé.
Tenemos Copa del Rey y mi equipo juega.
El tuyo no.

jueves, 14 de enero de 2010

Chivatazos balompédicos.

Esta preciosa joya es la primera copa del Campeonato de Andalucía.
La ganamos los años 1917, 1919, 1920 y 1921. Al ganarla tres años consecutivos se quedó con nosotros para siempre. Después llegarían otras, pero ésta fue la primera.
La tenemos en propiedad.
Desde 1921.
Aunque desde los despachos federativos hubo algún que otro conato o intento de que no fuese así.
¿Cómo es esto posible?
Por favor, si siempre nos contaron que fuimos malos malísimos. Intentaron atormentarnos con vetustas historietas maniqueas en las que siempre estábamos en el platillo siniestro de la balanza. Nuestro destino y afán único, decían, era perjudicar con indeseables maniobras al equipo de los pobrecitos proletarios (aunque lleno de realeza, nobleza y militares, por supuesto de alta graduación) para que no levantaran cabeza. Todo esto y más nos dijeron y a veces hasta nos lo creímos de tanto oírlo.
Pero va a ser que no.
Ya les trajimos a este Voladizo la turbia, ruin y desagradable historia de un vergonzoso chivatazo protagonizado por cierto personaje que pulula por la zona de los Bermejales y que pueden recordar pinchando aquí.
No menos sangrante fue aquella otra historia en la que intentaron desposeernos de nuestro único título liguero en 1946. Hagamos memoria aquí, aquí y aquí.
Pero volvamos al anteriormente citado año 1921.
Aquel año, nos mangaron en los despachos lo que se ganó en buena lid en los terrizos terrenos de juego, cuando sembramos de ciencia y de arte los campos de foot-ball españoles. Nos robaron la semifinal del Campeonato de España y sin duda nos privaron de nuestro primer título nacional. Aquella Copa de España debió ser nuestra. Y si aquella copa se hubiese ganado, al crearse el campeonato nacional de Liga años más tarde, nos hubiesen incluido en la primera división.“Fijarse bien” y “tomen ustedes güena nota” de lo que nos perjudicó aquella cacicada federativa.
Dijeron que el fútbol vasco tenía entonces mucho peso en la Federación Española. Mucho más peso sin duda que la Federación Regional Sur, de la que siempre nos contaron las leguas perversas que estaba dominada y manipulada por componentes del Sevilla F.C.

Eso nos contaron y eso pensábamos. Pero miren ustedes por donde, resulta que en aquel año de 1921 el presidente de la F.R. Sur no era sevillista precisamente. Aquel año el representante máximo del fútbol andaluz era el presidente bético Carlos Alarcón de la Lastra. ¿Apoyaría este señor, como era su obligación, al Sevilla F.C. en su lucha federativa frente al recurso del Athletic Club de Bilbao?
Me temo que no.
Más bien todo lo contrario. Me aventuraría incluso a sospechar la posible existencia de maquinaciones desde la presidencia de la F.R. Sur “soplándole” ciertas informaciones al club vasco para hacerse con el campeonato. Cualquiera sabe lo que pudo pasar en realidad.
Lo que sí sabemos que pasó, fue que el propio presidente de la Federación Regional Sur, Sr. Alarcón de la Lastra, pretendió en la asamblea de la Federación Española de Fútbol, celebrada en Madrid en junio de 1921, que se anulase el campeonato andaluz, disputado ese mismo año varios meses antes, alegando exactamente lo mismo que alegó el Bilbao (alineación indebida de algunos jugadores sevillistas) ¿Curioso no? Lean el impresionante documento gráfico. Pone los vellos de punta. El representante andaluz atacando al Eterno Campeón de Andalucía.
¿Actuaba el Sr. Alarcón en nombre de la Federación Regional Sur o lo hacía buscando sus particulares intereses y en nombre y provecho de su equipo?

La propuesta planteada por el Sr. Alarcón pretendía arrebatar el título de campeón al Sevilla F.C. ¿Esa propuesta se llevó a la asamblea de la RFEF después de ser consensuada por los clubs andaluces?
Entendemos que no, ya que tras el "palo" federativo de la Nacional, desechando la propuesta del Presidente de los equipos andaluces e instándole a que el asunto se resolviese en la propia Federacion R. Sur, esta última no resolvió según las intenciones del Sr. Alarcón de la Lastra. Es decir, la F.R. Sur (los representantes de lo equipos andaluces) no permitieron arrebatar al Sevilla su Campeonato.

El Sr. Alarcón fué por lana y salió trasquilado.

NOTA DE ACTUALIDAD;

Después de hacer hincar la rodilla al todopoderoso F.C. Barcelona y ver como el Sevilla F.C. pasa la eliminatoria copera, el equipo de redacción de este Voladizo está tela, tela, tela, tela de contento y con una sonrisa tonta en la cara que es para verla. !Qué grandes! !Viva el Sevilla!

lunes, 11 de enero de 2010

La "Copa de Oro" Cesáreo Peña de 1926

¡Ladies and gentleman; permitan que les presentemos un nuevo trofeo, un nuevo hallazgo, desconocido por completo en los tiempos actuales, y que ganó allá por 1926 el gran equipo de Andalucía; el Sevilla Football Club!.
Como viene siendo habitual, no se recoge en ninguna historia escrita de nuestro equipo, ni por supuesto tampoco engrosa su palmarés.
Nuestro habitual colaborador, lince de pupila blanca y roja de las hemerotecas digitales, nuestro particular y entrañable "gafitas cuatro ojos capitán de los p...erseguidores de la verdad", más conocido por Cornelio, nos enviaba hace unos días un recorte de prensa de 1955.

Aludía el citado artículo a una exposición, que con motivo de los actos de las Bodas de Oro del Sevilla F.C., se celebró en unos locales de la calle Tetuán.¿Dónde andará esa maqueta metálica?
¿Y la piscina?
¿Y las pistas de tenis y baloncesto?
Los bares sí están...y más de cuatro.
Bueno, sigamos.
El artículo cita una exposición de trofeos y entre ellos se enumera en primer lugar dos valiosísimas "copas de oro".
La primera de ellas está más que localizada y se exhibe en la sala de Trofeos del Sánchez-Pizjuán y refiérese a una copa de plata sobredorada que donó el Rey Alfonso XIII y de la que pueden obtener más información AQUÍ.

La segunda copa es el Trofeo Cesáreo Peña.
También debe ser de plata sobredorada (dudo que sea de oro) y sin duda de una gran belleza al ser objetivo prioritario del periodista a la hora de enumerar los trofeos expuestos.
¿Qué Trofeo es ese? ¿Cuando se ganó? ¿Dónde? ¿A quien?
Ipso facto, el equipo de investigación de este Voladizo se puso a trabajar...

Y nuestras indagaciones nos llevaron a un campo de fútbol casi a la orilla del mar junto a una playa del Cantábrico.

Santander, julio de 1926, la hermosa ciudad en el apogeo de su temporada elegante, donde la encantadora playa del Sardinero ofrece a diario el más bello aspecto, la playa más "chic" y punto de cita del mundo elegante. Con el Gran Casino y sus notables atracciones, los festivales y espectáculos que integran el programa veraniego...

Y para que no faltase ningún espectáculo, allí acudió el Sevilla a disputarse el Trofeo Cesáreo Peña frente al Racing de Santander los dias dos y cuatro de julio de 1926.

Doble partido. El primero 0 a 2 para los sevillanos con goles de León y Kinké.

El segundo partido con empate a dos goles, y la copa "pa Sevilla fue".

Ya sólo falta localizar el trofeo por las entrañas del Coliseo nervionense. ¿Verdad D. Agustín?

REFLEXIÓN 1ª; Tanto afán por ganar copas para después extraviarlas...
REFLEXIÓN 2ª; Bueno, dirán Vdes ¿y quien era el tal Cesáreo Peña? ¿a que dedicaba el tiempo libre?
Pues sigan leyendo la aportación de nuestro admirado Ariza (otro gafitas cuatro ojos);
!Era platero y joyero! y sin duda un gran amante del deporte pues apoyaba toda iniciativa "sportiva" donando hermosos trofeos y premios en metálico.

NOTA FINAL; Esa Copa hay que encontrarla como sea ¿eh?

jueves, 7 de enero de 2010

2º homenaje a Pedro Berruezo.

Que nadie malinterprete ni tergiverse el sentido de mis palabras.
No son con ánimo de censura ni de crítica. Sólo pretenden hacer justicia a nuestra historia.

Esta mañana en el Sánchez-Pizjuán se le ha dado un merecidísimo homenaje a nuestro malogrado y querido jugador Pedro Berruezo.
Pero no es el primero.
Las paredes de la Bombonera ya acogieron otro homenaje en el primer aniversario de su muerte, el 7 de enero de 1974, con el descubrimiento de una lápida conmemorativa. Se muestra en el inicio de este post. En este caso fueron sus compañeros los que le recordaban.
Desconozco si esa lápida sigue en su sitio o está detrás de alguna que otra puerta. Ojalá alguien aporte alguna información sobre este asunto.

De todas formas, bienvenida sea la nueva la nueva muestra de cariño para Berruezo y su familia.

sábado, 2 de enero de 2010

¡¡Ya vienen los Reyes Magos!!

Yo creo en los Reyes.
Los Magos de Oriente, se entiende.
Y ustedes amigos, por muy republicanos que sean, me decepcionarían si no tuviesen mi misma creencia.
Porque creer en los Reyes Magos es mantener en los corazones la magia de la infancia. La maravillosa ingenuidad que atesoran los niños. Es perpetuar la ilusión infantil. ¿Y qué sería de nosotros sin ilusión?
Cuentan las lenguas antiguas que una vez nació un chiquillo y fueron a adorarle tres Magos de Oriente. Le llevaron regalos y el niño sonrió feliz e ilusionado. Pensaron en aquel momento los Magos que no estaría mal, que al menos una vez al año todos los niños del mundo sonriesen con la ilusión de un regalo.
Dura tarea sería para tres ancianos, por muy magos que fuesen, tener que recorrerse todos los rincones del mundo llevando ilusión.
El chiquillo, que los estaba escuchando, les sugirió que precisarían de un ejército intemporal de pajes. Pajes que quisiesen y conociesen a cada niño como a sus propios hijos...
Pongan final a esta historia, si quieren.
Si lo prefieren, cierren los ojos y recuerden una mañana de Reyes cualquiera de su infancia.
No. No vale llorar.
Sólo vale la ilusión. Lo importante es la ilusión.
Por eso cada año en Sevilla nos lanzamos a la calle la noche del 5 de enero para ver la reencarnación de los Magos de Oriente.

Varios han sido los presidentes sevillistas que han cumplido este papel de monarcas de la ilusión y permítanme que al final de este escrito les cuente lo que un año me ocurrió con uno de ellos.

Presidentes del Sevilla Fútbol Club
que encarnaron a SS. MM. los Reyes Magos de Oriente.


Dos lo hicieron antes de ser Presidentes del Sevilla Fútbol Club, uno después de dejar el mandato, y cuatro simultanearon sus “cargos”.

Jerónimo Domínguez y Pérez de Vargas
Gaspar XXXVII (1954)
Presidente del Sevilla Fútbol Club desde el 07/09/1942 hasta el 05/05/1948

Ramón Sánchez Pizjuán y Muñoz
Baltasar XXXIX (1956)
Presidente del Sevilla Fútbol Club desde el 16/02/1932 hasta el 05/12/1941 y desde el 05/05/1948 hasta el 28/10/1956
















Juan López Sánchez
Gaspar XLVIII (1965)
Presidente del Sevilla Fútbol Club desde el 23/07/1963 hasta el 04/05/1966

Gabriel Rojas Fernández
Melchor LVIII (1975)
Presidente del Sevilla Fútbol Club desde el 02/06/1984 hasta el 14/10/1986

Francisco Ramos Herrero
Baltasar LXVI (1983)
Presidente del Sevilla Fútbol Club desde el 07/05/1984 hasta el 02/06/1984

Luis Cuervas Vilches
Melchor LXXI (1988)
Presidente del Sevilla Fútbol Club desde el 29/06/1986 hasta el19/09/1990 y desde 29/10/1990 hasta el 05/08/1995























José María del Nido Benavente
Baltasar LXXXVII (2006)
Presidente del Sevilla Fútbol Club desde el 05/08/1995 hasta el 10/10/1995 y desde el 27/05/2002 hasta la fecha.
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Y como les decía más arriba un caso insólito me ocurrió aquella noche de Reyes del 2006.
Había caído ya la noche en la calle Pagés del Corro y un gentío abarrotaba la antigua Cava del arrabal. Miles de niños, miles de padres de niños, miles de abuelos de niños, miles de parientes de niños se agitaban en el habitual frenesí que conlleva el paso de las carrozas de la Cabalgata, de las bandas de música, de los beduinos y hasta de los coches y camiones de bomberos y de la policía local. La denodada y extenuante lucha anual por la conquista del caramelo, que cada año, obra el milagro de la cura momentánea de las artrosis y las lumbalgias de nuestros mayores.
Pasados ya Melchor y Gaspar sólo se esperaba la aparición del Rey Negro. Y llegó al compás de una arrebatadora melodía que contaba el nacimiento de una ilusión…
Baltasar estaba casi a nuestra altura. Cientos de banderas del centenario sevillista se agitaban por los balcones. El ruido se hizo por momentos ensordecedor. Todos gritaban; ¡aquí Baltasar, aquí! Y yo para mis adentros le grité;
-¡aquí lo que va haciendo falta ya es un título!
De pronto, como si me hubiese escuchado entre las miles de voces, el Rey Negro se giró hacia mi y me hizo un gesto con la mano al tiempo que parecía decirme;

-Uno no, tendrás...

¿Es o no es para creer en los Reyes?
NOTA; Una vez más gracias a Cornelio, otro creyente.
NOTA DE ÚLTIMA HORA;
Son las doce y pico de la madrugada del seis de enero de 2010.
FC. BARCELONA-1 SEVILLA F.C.-2
¡¡GRACIAS MAJESTADES!!