viernes, 24 de junio de 2011

Guillermo Campanal, el gran goleador (de Voladizo-Films)





Guillermo González del Río (CAMPANAL I) (Avilés 1912- Sevilla 1984)
Palmarés;
1 LIGA
2 CAMPEONATOS DE ESPAÑA
8 CAMPEONATOS DE ANDALUCÍA
2 SUBCAMPEONATOS DE LIGA
Como entrenador 1 SUBCAMPEONATO DE LIGA.
Máximo goleador del SEVILLA F.C. de todos los tiempos; 217 goles en 281 partidos. No están computados los partidos del Campeonato de Andalucía (competición oficial).
3 veces internacional y mundialista en Italia-1934.
----ooo----
Mi agradecimiento a Enrique Vidal y Juan Luis Franco por su desinteresada colaboración.
NOTA; El texto que aparece en el vídeo corresponde a parte de una entrevista que realizó José Manuel Garcia a Campanal para Marca.

Banda sonora;
Asturias de Albéniz
Sevilla de Albéniz
Paraisos de José Nieto
Vals de Amelie de Yann Tiersen
Sultans of Swing de Dire Straits

jueves, 23 de junio de 2011

El Corpus de 1905

Como ya hicimos con la Semana Santa, la Feria o la romería del Rocío, traemos hoy al Voladizo la crónica de aquel Corpus de 1905, año de la oficialización del Sevilla Football Club. Ese año Isaac Albéniz comenzó a componer su famosa "Suite Iberia" y en cuyo primer cuaderno aparece la pieza "El Corpus en Sevilla".
Que lo disfruten.






martes, 21 de junio de 2011

La media manta. Al final todo se sabe

Por Cornelio.

Todo se implementa, como se dice ahora. Hace unos meses, desde este Voladizo, se hizo eco de un rumor que sospechábamos que era algo más que eso.
Otro día preguntamos ¿y el museo?, los fantasmas, la rentabilidad, hasta el mismo Indy, se sumó a la causa.

Y claro con esta locura de querer el Sevilla a nuestra manera, de tanto hablar de ello, hasta se ha coincidido con que la actualidad que encandila a otros, tan sevillistas como nosotros, se haya superpuesto con nuestra cantinela.

Ya le habíamos dicho al abuelo que no lo íbamos a dejar solo.
Ayer, minutos antes de comenzar la presentación de la campaña, en Estilo Sevilla, en la radio oficial del club, Javi Nemo leía este precioso cuento:

LA MEDIA MANTA

Don Roque era ya un anciano cuando murió su esposa. Durante largos años había trabajado con ahínco para sacar adelante a su familia.
Su mayor deseo era ver a su hijo convertido en un hombre de bien, respetado por los demás, ya que para lograrlo dedicó su vida y su escasa fortuna.
A los 70 años, Don Roque se encontraba sin fuerzas, sin esperanzas, solo lleno de recuerdos. Esperaba que su hijo, brillante profesional, le ofreciera su apoyo y comprensión, pero veía pasar los días sin que éste apareciera y decidió por primera vez en su vida pedir un favor a su hijo.
Don Roque tocó la puerta de la casa donde vivía su hijo con su familia.
-¡Hola papá! ¡Que milagro que vienes por aquí!
- Ya sabes que no me gusta molestarte, pero me siento muy solo, además estoy cansado y viejo.
- Pues a nosotros, nos da mucho gusto que vengas a visitarnos, ya sabes que esta es tu casa.
- Gracias hijo, sabía que podía contar contigo, pero temía ser un estorbo.
- Entonces ¿no te molestaría que me quedara a vivir con vosotros? ¡Me siento tan solo!
-¿Quedarte a vivir aquí?, sí… claro... pero no sé si estarías a gusto. Tú sabes, la casa es chica, mi esposa es muy especial… y luego los niños…
- Mira hijo, si te causo muchas molestias olvídalo, no te preocupes por mí, alguien me tenderá la mano.
- No padre, no es eso, solo que… no se me ocurre dónde podrías dormir. No puedo sacar a nadie de su cuarto, mis hijos no me lo perdonarían… ¡A no ser que te moleste dormir en el patio!
- Dormir en el patio está bien.
- El hijo de Don Roque llamó a su hijo Luis de 12 años.
- Dime papá.
Mira hijo, tu abuelo se quedará a vivir con nosotros. Tráele una manta para que se tape en la noche.
- Sí, con gusto…¿y donde va a dormir?
-En el patio, no quiere que nos incomodemos por su culpa.
Luis subió por la manta, tomó unas tijeras y la cortó en dos. En ese momento llegó su padre.
-¿Que haces Luis?, ¿porque cortas la manta de tu abuelo?
- Sabes papá, estaba pensando…
-¿Pensando en qué?
- En guardar la mitad de la manta para cuando tú seas viejo y vayas a vivir a mi casa.

Al final resulta que el abuelo se llamaba Roque, y han tenido que ser los medios oficiales del club, en un alarde de inocencia, los que nos lo hayan dicho.
Relean "La media manta" e imaginen lo que quieran.
No nos acusen de nada, este texto fue leído en la radio oficial del club.
Abuelo Roque, te queremos. Y ole los ectoplasmas del fantasma de la abuela que es capaz de meterse en los guiones de la radio.
Si el tercer anillo se apunta, la balanza se está equilibrando, el lado del amor desinteresado por el Sevilla Fútbol Club, el del amor para toda la vida, el que hace locuras...

"Dicen que el amor sin locuras no es amor"
Así pensamos nosotros. Abuelo Roque, te queremos.

lunes, 20 de junio de 2011

Cada loco con su tema

Soy de los que piensa que los pueblos que no tienen memoria están condenados a la perdición y al olvido. Y el olvido barre al final todo lo que somos. Por ello el Sevilla FC siempre está presto para recordar su grandísima historia, recrearse en ella y que se ponga luz a nuestro enriquecedor devenir, desde los albores del siglo XX hasta la actualidad.


José María del Nido



En mi recorrido habitual por parte de la blogosfera sevillista, leo con agrado que Manuel Miranda en su blog nos entresaca esta frase, que encabeza el post, del prólogo que escribe el Presidente del Sevilla F.C. en el libro "Breve Historia del Sevilla FC. Desde Tablada a mejor equipo del mundo".
Y puede que sirva como contestación del Presidente a la carta abierta que casi todos los blogs, webs y foros sevillistas –miembros de la ASR Pepe Brand- han publicado en el día de hoy. Y digo casi todos porque he de reconocerles que algunos han faltado. Pocos, la verdad sea dicha. Pero sin duda, varios de los más prestigiosos no han estado presentes. En algún caso por razones de peso que comprendo perfectamente, expresándole mi solidaridad con su decisión. En otros la verdad es que no lo comprendo, más aun cuando toda la blogosfera llegó a hacer causa común en su apoyo. Otras ausencias no merecen nuestra atención por irrelevantes. Cada uno es libre para tomar sus decisiones por eso no puedo -no soy nadie- para censurar ninguna, podré no comprenderlo pero nunca criticaré por ello.

Les decía que el Presidente es el principal baluarte a la hora de enfatizar nuestra historia, si bien el organigrama del Club deja este apartado en otras manos. Otras manos que no lo tienen del todo claro.
El tema de la rentabilidad, ya saben.
El abuelo, o es rentable o lo matamos.

Hoy el Sevilla F.C. ha presentado la nueva campaña de abonados con un spot que trata y basa sus argumentos en la locura de ser sevillista. Desde hace una semana a través de diferentes soportes se ha estado anunciando la llegada de la campaña que hoy ha dado comienzo.

Independientemente del dinero que habrá costado (gratis no ha sido seguro) no deja de recordarme aquella frase que dejó Arturo Otero en su libro Historial del Sevilla F.C., allá por los años cuarenta, cuando decía aquello de “cuatro locos en paños menores”, refiriéndose a aquellos sevillistas que por el 1900 continuaban la pasión por el fútbol en nuestra ciudad.

La cosa va de locos.

Locos por el Sevilla, locos por su historia.

Y en esa estamos y seguiremos. Reivindicando nuestra locura, machacona e insistentemente.
Rematadamente locos señor subdirector, no lo dude.

Ya ven, cada loco con su tema.


Carta abierta al Presidente del Sevilla FC

Señor Presidente del Sevilla Fútbol Club.

Son muchas las voces que se alzan por la falta de información sobre lo que está ocurriendo con el Museo del Sevilla FC. La información sobre este asunto de interés llega a cuentagotas y nunca de una forma clara.

Entendemos que una Sociedad como el Sevilla FC debe buscar recursos económicos permanentemente y rentabilizar la mayoría de las inversiones que realice para poder ser competitivo en el panorama futbolístico mundial. Sería absurdo pensar lo contrario y somos perfectamente conscientes de ello.

Pero también creemos que no todo debe verse desde la óptica de la rentabilidad económica, hay otro tipo de “rentabilidades” para el sevillismo, como es el recreo y la abundancia en lo que nos ha dado la gloria. Una de estas muy pocas cuestiones, es la de que el sevillista pueda ver, vivir, revivir su historia materializada en forma de documentos, trofeos y distintos objetos conseguidos desde los inicios de la Sociedad.

No imaginamos un futuro donde las Copas de la UEFA, las Supercopas, los trofeos al mejor equipo del mundo, las Copas de España, no puedan ser observados, admirados y que puedan asombrar, maravillar y encandilar al sevillismo. No concebimos que -en ese futuro que imaginamos- no se puedan rendir honores y homenaje al presidente que lo consiguió, ni a las personas que le rodearon para ayudarle, ni entendemos que la ‘Generación del Centenario’, con esos magníficos jugadores que nos alzaron a esa gloria infinita, no sean recordados como se merecen. Un Centenario puesto en marcha por usted mismo con gran éxito.

Aun así pensamos, creemos firmemente, que un museo sevillista siempre podría ser rentable, o cuanto menos que no crease pérdidas al Club y no es algo que la Sociedad anónima deportiva blanquiroja deba plantearse en comparación con otras sociedades y si lo hace debe verlo desde el punto de vista de que, las que nos rodean muy cercanamente, ya han hecho las inversiones necesarias para que sus museos sean puestos en marcha para goce de sus aficiones. No nos referimos a clubes como R. Madrid o FC Barcelona, que hace tiempo ya, mucho tiempo, que encontraron la forma de rentabilizar en todos los aspectos, no solo el económico, sus museos que hacen las delicias de sus aficionados.

El Sevilla FC no puede permitirse de ninguna de las maneras no poner en marcha un museo como se merece, sea rentable económicamente o no.
El sevillista que viaje no puede ver con desazón cómo en otras ciudades –o en esta misma- puede visitar un espacio dedicado a la historia del fútbol sin que tenga para sí, delante de sí mismo, aquello que nos convierte en el mayor y mejor Club del sur de España, porque el mayor y el mejor no quiera ponerlo en marcha. El mejor no solo debe serlo, sino parecerlo.

No entendemos cómo los museos de otros clubes españoles son rentables, sea esta rentabilidad del tipo que sea y aún de equipos más pequeños, y no lo es para el Sevilla FC.

Es por ello por lo que apelamos a su sentido común. Le emplazamos a que se reúna con los agentes necesarios y entendidos en estos temas de la historia sevillista para, al menos, cotejar las posibilidades, la viabilidad, de poner en marcha tan importante proyecto, que no solo consiste en la exposición de objetos, sino de la catalogación, conservación y estudio de los mismos para conocimiento general del sevillismo y no permitir nunca su desarraigo.

Sabemos de su interés por la Historia sevillista. Sabemos de sus ansias por conocerla. Sabemos de su apoyo permanente y constante en estos asuntos. Sabemos de sus reuniones para conocer los últimos descubrimientos históricos, nadie mejor que usted sabe del trabajo realizado. Gracias a ello hoy tenemos en propiedad una Copa de España y que gracias a esto no acabó bajo un autobús aplastada. Gracias al conocimiento de la Historia pudo conseguirse y a su apuesta por ello.

En nuestra memoria tenemos permanentemente el recuerdo de Agustín Rodríguez, historiador del Sevilla FC, que nos expresó en innumerables ocasiones la importancia que tenía para el Club una exposición de estas características. Y sabía de qué hablaba.

La Asociación de Sevillistas en la Red, Pepe Brand, que aglutina más de 150 blogs, páginas web y foros sevillistas, una blogosfera considerada la mejor y mayor de España, con un seguimiento de más de 100.000 lectores en su conjunto y que está a la altura del Club que usted preside, publica al unísono esta carta abierta dirigida a usted, sabiendo de sus declaraciones hechas recientemente, en las que manifestaba que el Museo debía continuar y no solo eso, sino que había que reforzarlo.
Sin más, reciba usted un cordial saludo.

VIVA EL SEVILLA FC


POR UN MUSEO SEVILLISTA, DONDE HABITAN LOS SUEÑOS QUE SE CUMPLIERON.

domingo, 19 de junio de 2011

Patético Griñán

Dicen que este señor es el presidente de todos los andaluces.
¿Podemos seguir diciendo los mismo después de leer lo que nos cuenta Mayte Carrera en su blog?

Vergonzoso y vomitivo.


Lo de este tipo no tiene nombre ¿o sí lo tiene?

En el pecado lleva la penitencia.

Patético y sin luces.

Pd. Por cierto Pepe Griñán; ¡qué alegría me da cada vez que veo esto!

jueves, 16 de junio de 2011

Los tesoros del pobre Indy


Nota a los lectores; cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.


Éste que aquí ven es Indiana Jones.
Es un tipo que usa el látigo, como aquel entrenador de principios de los setenta llamado Mr. Merkel. Los más veteranos lo recordarán.
Indy también usa sombrero. ¿A que me recuerda a mí esto del sombrero?
Bueno, sigamos. Les hablaba del señor Jones, arqueólogo de profesión. Su afán es conseguir títulos, perdón quise decir tesoros. Aunque bien pensado un título es todo un tesoro. Para ello, el pobre pasa casi tanto como Cristo en la Cruz.
Debe enfrentarse a muchos y peligrosos enemigos. Los tesoros no son fáciles de conseguir. Hay que pelear mucho para obtenerlos.
Debe afrontar duros retos y salvar peligrosísimas situaciones.
Debe correr, saltar, sudar y seguir corriendo. Toneladas de polvo y despropósitos caen sobre él.
Y sigue corriendo, saltando, brincando, sudando, luchando, peleando y dejándose el alma en cada jugada para conseguir su objetivo. Sobre campos polvorientos o sobre verdes y tupidas selvas. Sobre terrenos duros o sobre cenagosos lugares.
Tiene unos peculiares y peligrosos enemigos que pretenden arrebatarle sus conquistas. Son muchos más pero él es perseverante. Y vengan más carreras y saltos, y golpes. Y una “mascá”, y otra, y otra. Y nunca pierde el sombrero ¿a que me recuerda a mí esto del sombrero? Y más pelea, y más lucha, y más "mascás".
Es un tipo legal que no le mueve el interés, y mucho menos el económico. Ars gratia artis. Todo su empeño está en encontrar viejos tesoros y en la conservación de los mismos. Suele decir que los grandes tesoros de la humanidad no están ni para negociar, ni para frivolizar con ellos, están para ser conservados en un museo para deleite y disfrute de todos y para investigar. Es un hombre de ciencia al que todo eso del marketig le trae al pairo.


Y respeta a sus mayores.

Este es el señor Jones.


Que sigue corriendo, luchando, sudando y pasándolas canutas para obtener el premio a su ideario; el amor por la historia.
Sus enemigos le odian y al mismo tiempo le admiran. Es duro de pelar. Suelen quedar perplejos y boquiabiertos ante sus hazañas.

Es curioso, sus enemigos, los malos de la película a veces también usan sombrero, ¿a que me recuerda a mí esto del sombrero?



Y más carreras, y más saltos, y más golpes, y más sudor, y más "mascás" hasta que por fin obtiene su preciado tesoro.


Y hasta es paseado a hombros en olor y loor de multitudes.


Y tras recorrer el Planeta y vivir mil y una aventuras, por fin llega con su preciado objeto sagrado a casa.


Es entonces cuando el gobierno de su pais hace el pormenorizado estudio de mercado de rigor. Analiza pros y contras en un concienzudo Plan de Marketing que contemple; AfterMarketing, BehavioralMarketing, Close-loopMarketing, CyberMarketing, Dreamketing, FieldMarketing, GeoMarketing, MicroMarketing, NeuroMarketing, PrecisionMarketing, SlowMarketing, StreetMarketing, TradeMarketing, Marketing de Fusión, Marketing de Guerrilla, Marketing de Lujo, Marketing de la Nostalgia, Marketing Emocional, Marketing Lateral, Marketing Multinivel, Marketing Olfativo, Marketing Radical y Marketing Social.


Y le buscan el sitio adecuado.


Faltaría más.

miércoles, 15 de junio de 2011

Por un museo digno y rentable

Por José Enrique Vidal

No hace mucho, viendo las noticias en televisión mientras desayunaba (que yo soy de los que desayuna en casa con la familia antes de ir al trabajo), contemplaba con envidia unas entrevistas realizadas a aficionados del FC Barcelona sobre el posible fichaje de Fábregas, en pleno museo barcelonista: unas instalaciones inmensas, cómodas, resplandecientes, diría incluso que lujosas, completamente abarrotadas de público.

Ciertamente los catalanes lo llevan ganando casi todo en los últimos tiempos, y eso favorece sin duda la afluencia del personal. Sabemos además que los culés tienen mucho “aficionado cateto” (que nadie se ofenda por la expresión), de esos que cuando pasa por la ciudad condal acude allí a hacerse fotos igual que el guiri que viene a Sevilla a fotografiarse con la Giralda, o yo mismo cuando viajo por el extranjero, sin ir más lejos, delante de cualquier estatua típica o lugar pintoresco.

Posiblemente para el Sevilla F.C. nunca podamos aspirar a un Museo como el del F.C. Barcelona, ya lo sé, pero sí que es legítimo aspirar a un Museo digno de nuestra Historia y también rentable.

Lo primero, la dignidad de nuestro Museo, no tiene excusas.

Lo tiene el Club hecho, al alcance de su mano, basta con darle la oportunidad de aportar sus conocimientos a los Guardianes de la Memoria o a cualquier otro sevillista capacitado para ello, que haberlos haylos, y cada día, más.

No se debería permitir, y por ello, es indigno y de Tercera División, que hoy tengamos en el acceso al antepalco una vitrina dedicada a la Copa de España de 1935 y otra dedicada a la Copa de 1939, adornada la primera con documentos y fotos de la final de 1939, y la segunda, lo mismo pero de 1935. Están confundidas las finales; las fotografías y recuerdos están mezclados. El que puso así las vitrinas, sin duda cualquier bienintencionado empleado, simplemente no tenía ni pajolera idea de lo que estaba haciendo. Lógico.

Pero no es tan complicado evitar esto. Y además es gratis.

Los investigadores sevillistas ya han demostrado con creces su voluntad de colaborar desinteresadamente en tareas como ésta, si de verdad desde el Club se quieren cuidar los detalles. Hablamos de personas a los que sólo une con el Club un lazo accionarial y/o de abonado, amén del vínculo sentimental, y que sacan su tiempo de donde no lo tienen para servir a la institución en esta pequeña parcela.

El segundo objetivo del Museo, por imperativo del Señor Vizcaíno, que no del Presidente Del Nido, según declaraciones de ambos en las últimas ediciones de La Red Blanca y Roja y La Bombonera, respectivamente, debe ser la rentabilidad.

Pero, ¿cómo se mide la rentabilidad?

Para mis humildes entendederas, hay rentabilidades inmediatas, tangibles, puramente pecuniarias, pero también rentabilidad espiritual, de gozo, de imagen.

Dice el refrán, “no solo de pan vive el hombre”.

Parece mentira que hayamos olvidado eso de vender ILUSIÓN.

¿Es o no rentable sentir asombro, admiración, apabullamiento, visitando un Museo decente, que exponga el poderío del mejor Club andaluz de todos los tiempos?

¿No es rentable acaso que, en esa búsqueda de posicionamiento internacional de la que tanto se habla desde el departamento de Marketing, recibamos visitas de aficionados extranjeros, aunque sea sólo cuando se disputan partidos europeos, a un Museo que demuestre la verdadera categoría del Sevilla F.C.?

¿No es rentable, en definitiva, la imagen del Sevilla, su prestigio, sus valores?

¿Y qué mejor imagen que el Museo, tu casa, tu Historia, cuando como le sucede al Sevilla, se acumulan méritos sobrados para presumir de ellos?

Busquemos el razonamiento del absurdo.

¿Se entendería que la Macarena o el Gran Poder cambiasen su saya o su túnica por algo estrafalario para buscar más visitas a sus templos?

¿Sería comprensible que el Consejo y las hermandades decidiesen que ambas imágenes desfilasen, qué digo yo, el Sábado Santo, para atraer más turismo y que se generen muchos más ingresos en esta fecha?

¿Dónde está el límite entre lo intocable, lo sagrado, cueste lo que cueste, y lo negociable?

No creo que la conservación y disfrute de la camiseta internacional de Marcelo Campanal (que con tanta ilusión donó), la taquilla de Antonio Puerta, los títulos del siglo XX, Liga, Copas y Copas de Andalucía, los viejos carnés o los primeros estatutos de 1914, deban estar sujetos a un determinado rendimiento económico, ni postergados en un rincón secundario del Ramón Sánchez-Pizjuán, como si fuesen un estorbo.

La historia del Sevilla no empezó en el tercer milenio, ni en la era del triunvirato Del Nido-Cruz-Vizcaíno.

Y no sólo eso.

Aproveche el Museo, Sr. Vizcaíno, Míster Rentabilidad, aprovéchelo para transmitir también todos aquellos proyectos e iniciativas en las que el Sevilla actual, el suyo, se encuentra inmerso.

Aproveche usted para que el Museo muestre también al mundo la vertiente solidaria del Club, su Fundación, su colaboración con instituciones, el “Sácale partido al Cole”, el “Mundialito de la Inmigración” o la Escuela Antonio Puerta, el increíble historial de partidos benéficos que jalonan la historia sevillista, sus contribuciones desinteresadas, sus compromisos sociales, incluso su organigrama, sus estructuras, su Cantera.

TODO eso puede exponerse en el Museo, de manera que quien lo visite se quede prendado de la Historia y del Presente de nuestro Sevilla.

Si queremos explotar la marca Sevilla F.C., empecemos por el corazón que le da vida, su patrimonio, su pasado, su pedigrí, desde el mismo núcleo esencial del estadio de Nervión, con un Museo a la altura de la imagen que queremos proyectar al exterior.

Hagámoslo de manera que cualquier visitante se quede impresionado por la complejidad y por la GRANDEZA del Club, más allá de lo meramente deportivo.

Es otra nueva oportunidad para el “Nosotros a lo nuestro, y los demás que nos sigan copiando”, esa realidad que es la envidia de muchos.

Somos los líderes del fútbol andaluz, se nos llena la boca afirmándolo, pues ejerzamos de ello, fardando de Museo, presumiendo de Pasado, Presente y Futuro.

Hablar de un Museo en términos exclusivamente económicos, es cutre, basto y soez.

Es algo que, con todos los respetos, no puede esgrimirse como excusa para cargárselo o para inventarse un sucedáneo de tal estilo Hard Rock Café, en el que se mezclen documentos delicados, trofeos, banderines con más de un siglo de antigüedad con fritangas aceitosas y olores a podrido.

Menos aún cuando muchos de esos documentos fueron aportados por familiares y descendientes de personajes clave de nuestra Historia, para que fuesen expuestos con dignidad, no para hacer con ellos cartuchos de pescaíto frito. ¿Es que hay alguien medianamente razonable que tenga expuestos sus más preciados recuerdos familiares en la cocina de su casa?

Sepa usted, Señor Vizcaíno, que si persiste en su deseo de inmolar el Museo, no vamos a ponérselo fácil.

Como poco, patalearemos. Es lo que nos queda a los románticos.

Pero antes le lanzaremos nuestras ideas, sí, ideas para un Museo digno y rentable.

Aquí tiene algunas: una buena tienda para explotarlo, como cualquier otro museo de cualquier cariz en el mundo, una tienda que venda camisetas retro, reimpresiones de carteles históricos, maquetas del estadio, libros, fotografías, material multimedia, un paseo de la fama sevillista con losetas con el nombre de nuestras estrellas, sus huellas, etc.

Y tendrá más si quiere escucharlas, se lo aseguro.

Eso sí, urge inventariar, clasificar, documentar, incluso recuperar, todo el patrimonio del Club, tenerlo controlado y darle el espacio que se merece.

Y urge proporcionar un mínimo lugar de trabajo, sólo eso, a los investigadores para que puedan estudiar ese patrimonio, cuidarlo y sacarle partido, para avanzar en el conocimiento de nuestra Historia.

Confieso que duele especialmente que se esgrima la supuesta falta de rentabilidad del Museo como arma arrojadiza para eliminarlo (o para convertirlo en algo indigno, que es lo mismo) por parte precisamente del responsable de hacerlo rentable.

Tiene su punto de ironía, ¿verdad?

Se podría decir que nuestro Subdirector de Marketing ha fracasado, que es ÉL quien no ha conseguido que el Museo sea rentable, ¿consciente o inconscientemente?

Se podría decir que Míster Rentabilidad gana unos emolumentos nada despreciables, un muy buen salario, entre otras cosas, que se justificaría para que fuese capaz de sacarle rendimiento económico al Museo.

Pues ahí tiene el reto.

Porque puestos a hablar de rentabilidad económica, con datos fríos y objetivos, yo también podría preguntarme:

¿Y usted, señor Vizcaíno, es rentable?

¿En la ecuación entre lo que usted percibe y lo que aporta al Club, y lo que percibiría y aportaría al Sevilla cualquier otro responsable de marketing con la mitad de su sueldo, hay algún diferencial?

Seguramente sí.

Pues demuéstrelo con el Museo, porque vender camisetas de Kanouté también las vendo yo.

Y termino.

Lo hago con un desiderátum.

Espero que el Presidente Del Nido sea consecuente con sus palabras y que el Museo se mantenga y refuerce.

De lo contrario, creo que seríamos muchos los sevillistas decepcionados. Tremendamente decepcionados.

Aquí y en el tercer anillo.

Y no quiero ni acordarme de Agustín.

En la modesta opinión de este socio, accionista y enamorado de nuestro Club, no se puede justificar lo injustificable, no puede sacrificarse todo por “treinta talentos de plata”.

Seguro que el Sr. Vizcaíno acepta el desafío de que el Museo siga vivo, dignamente, gane dinero o al menos no lo pierda, que ya sería suficiente, y sobre todo, que ese Museo sea el estandarte que asombre y permita presumir de su grandeza al Sevilla ante la visita de propios y extraños.

Por un Museo digno y rentable.

martes, 14 de junio de 2011

Más sobre el museo

Anoche en el programa “La Bombonera” en Sevilla FC Televisión, el presidente José María del Nido, a pregunta de Mayte Carrera, contestó que el museo del Sevilla F.C debe continuar y no solo eso, sino que debe reforzarse.

El pasado viernes fue invitado al programa de la Red Blanca y Roja – en SFC Radio- el Subdirector General de Organización y Gestión del Sevilla FC, Manuel Vizcaíno. El Sr. Vizcaíno en respuesta a la pregunta formulada por Carlos Romero sobre el futuro del museo sevillista, dejó claro que el museo no tiene actualmente la rentabilidad suficiente como para mantenerlo tal y como está.

En honor a la verdad, no podemos sentenciar al Sr. Vizcaino a la condena eterna de ser el que finiquitó para siempre el museo, pues aun no tiene claro su futuro, si bien apuntó la posibilidad de que los contenidos del museo pasasen a formar parte integrante del nuevo paisaje de las zonas de restauración que se prevén construir dentro del Estadio. La solución se nos antoja preocupante, si bien, repito, es sólo una de las ideas barajadas y no la definitiva.

A priori pueden parecer versiones contradictorias.

A Manuel Vizcaíno le mueve la profesionalidad del trabajo que desempeña y por el que le pagan. Su obligación es la de aportar ideas y llevarlas a cabo buscando la rentabilidad en beneficio del Club. A veces esa rentabilidad está reñida con otros conceptos que no considera por el ejercicio de su cargo. Estoy convencido que si Manuel Vizcaíno no ocupase el puesto que ocupa su opinión sería bien distinta en lo concerniente al futuro del museo.

Por otra parte tenemos a un enamorado de la historia del Eterno Campeón de Andalucía; José María del Nido. Muchas veces lo ha demostrado. No olvidemos que él fue el que dio las premisas oportunas para que el museo naciese allá por el 2005 con motivo de nuestro centenario. Del Nido lo hizo realidad y anoche dejó claro que el museo debe seguir y además debe reforzarse. Y yo añadiría sí o sí.

La pelota queda ahora en el tejado de Manuel Vizcaíno. Sin duda está suficientemente preparado para llevarlo a cabo y si me apuran hasta para hacerlo rentable, aunque “el abuelo” no está para ser rentable, está para seguir conmoviéndonos a todos con su sola presencia y su grandeza. Seguro que no le faltaran colaboradores desinteresados.

No es intención de este Voladizo dar palos en la cabeza a ningún sevillista.
Pero los dardos al corazón serán incesantes.

Esperemos acontecimientos.

lunes, 13 de junio de 2011

Los fantasmas de Nervión

Hace algunos años Joan Manuel Serrat escribió una canción titulada "Los fantasmas del Roxy". Nos cantaba (y nos canta) el Noi del Poble-sec la historia de un viejo cine de barrio, tal vez del estilo de aquel otro de esa maravillosa película llamada Cinema Paradiso.
Muchos crecimos asomándonos a las mágicas pantallas de un cine de barrio. Eran fantásticos créanme. La mayoría de ellos cayeron víctimas de la piqueta o simplemente desaparecieron para dejar paso en sus locales funciones de otros gremios no siempre tan románticos y nostálgicos. Algo de nuestras vidas se fue con aquellos cines dejándonos sólo los recuerdos.
Mucho me temo que en Nervión puede pasar algo por estilo según las últimas informaciones.
La canción viene al pelo. Cambien cine por museo, banco por burger,cajera por camarera, interventor por cocinero, Clark Gable por Kinké o Fred Astaire por Pepe Brand.
Les ruego que no apludan al final.
Es para llorar.



Los fantasmas del Roxy
(Joan Manuel Serrat)

Sepan aquellos que no estén al corriente,
que el Roxy, del que estoy hablando, fue
un cine de reestreno preferente
que iluminaba la Plaza Lesseps.

Echaban NO-DO y dos películas de ésas
que tú detestas y me chiflan a mí,
llenas de amores imposibles y
pasiones desatadas y violentas.

Villanos en cinemascope.
Hermosas damas y altivos
caballeros del Sur
tomaban té en el Roxy
cuando apagaban la luz.

Era un típico local de medio pelo
como el Excelsior, como el Maryland,
al que a mi gusto le faltaba el gallinero,
con bancos de madera, oliendo a zotal.

No tuvo nunca el sabor del Selecto
ni la categoría del Kursaal,
pero allí fue donde a Lauren Bacall
Humphrey Bogart le juró amor eterno

mirándose en sus ojos claros.
Y el patio de butacas
aplaudió con frenesí
en la penumbra del Roxy,
cuando ella dijo que sí.

Yo fui uno de los que lloraron
cuando anunciaron su demolición,
con un cartel de: "Nuñez y Navarro,
próximamente en este salón".

En medio de una roja polvareda
el Roxy dio su última función,
y malherido como King-Kong
se desplomó la fachada en la acera.

Y en su lugar han instalado
la agencia número 33
del Banco Central.
Sobre las ruinas del Roxy
juega al palé el capital.

Pero de un tiempo acá, en el banco, ocurren cosas
a las que nadie encuentra explicación.
Un vigilante nocturno asegura
que un trasatlántico atravesó el hall

y en cubierta Fred Astaire y Ginger Rogers
se marcaban "el continental".
Atravesó la puerta de cristal
y se perdió en dirección a Fontana.

Y como pólvora encendida
por Gracia y por La Salud
está corriendo la voz
que los fantasmas del Roxy
son algo más que un rumor.

Cuentan que al ver a Clark Gable en persona
en la cola de la ventanilla dos
con su sonrisa ladeada y socarrona,
una cajera se desparramó.

Y que un oficial de primera, interino,
sorprendió al mismísimo Glenn Ford,
en el despacho del interventor,
abofeteando a una rubia platino.

Así que no se espante, amigo,
si esperando el autobús
le pide fuego George Raft.

Son los fantasmas del Roxy
que no descansan en paz.

domingo, 12 de junio de 2011

De romería (La noche más larga)

Triana 1905.
Aquel año de la oficialización del Sevilla Football Club parte de la ciudad también se fue de romería. Como venía ocurriendo desde 1813 los romeros del populoso barrio partieron hacía la pequeña aldea marismeña.



Pero...verán, lo anterior no es más que una excusa que sirve de prólogo a lo realmente interesante. Un texto maravilloso que escribió hace unos años una joven llamada Mercedes. Realmente magnífico. De vez en cuando me gusta releerlo.

Hoy lo traigo al Voladizo.


---ooo---



La noche más larga.

Cuando estudiaba en la facultad fui alumna de un profesor de Derecho Romano, un genio absoluto, excéntrico y un poco chiflado, de esos que dejan huella en sus alumnos para siempre, don José Luis Murga Gener. Murga, como le llamábamos todos, tenía una gran capacidad para hablar en metáfora y utilizaba unas expresiones peculiares que sólo pudimos comprender, pues él de entrada no las explicaba, después de dos meses escuchándole con la boquita abierta y sin tomar un solo folio de apuntes.

Murga explicaba los entresijos del Derecho Romano entendiéndolo como un fenómeno complejo que se había desarrollado en una doble dimensión temporal y espacial, por lo que su estudio tenía que abarcarse desde una visión global que comprendiera ambas dimensiones. "¡Subid al helicóptero!", nos decía a gritos a primera hora de la mañana, "¡no fijéis la vista en las azoteas y los tejados, subid al helicóptero y contemplad la ciudad entera, las tierras que la rodean y el horizonte!"

Para comprender lo que va a pasar esta noche hay que seguir los consejos de Murga, subir a un helicóptero y elevarse con él muy, muy alto, para ver muy lejos en el espacio y en el tiempo, pues lo que tiene lugar es la culminación de la celebración religiosa más antigua del mundo: la romería del Rocío.

Quien se haya echado las manos a la cabeza tiene que decirle a su piloto que se eleve muchos más metros sobre el suelo, hasta vislumbrar las llanuras de Mesopotamia hace miles de años. Allí, donde el hombre despertó a la consciencia de su propio ser, en el valle del Tigris y el Éufrates, habitaba el pueblo sumerio, niños en medio de la vieja Tierra, y como casi todos los niños, temían a la noche. Y temerosos levantaban sus ojos a la luna y las estrellas innumerables y presintieron que su luz tendría que haber sido puesta en el firmamento por una diosa benefactora pues, misteriosa como la oscuridad de la que provenía, no podría tener otra condición que la femenina, a la que llamaron Innana.

Innana, Guardiana de las leyes del Universo, era también diosa del amor, guerrera, protectora de ciudades. Viajó hacia el oeste, se convirtió en la babilónica Ishtar y la fenicia Astarté, recibió los títulos de Reina del Cielo y Señora de la Tierra. Coronada de estrellas y con la luna a sus pies, se identificó con el culto a la madre Tierra y con la fertilidad, progenitora de todos los seres vivos. Su símbolo era una paloma blanca.

Astarté llegó a nuestras costas a bordo de los barcos fenicios hace más de tres mil años y su culto se extendió por el valle del Guadalquivir, aunque también llegó al mismo destino siguiendo otros caminos más largos.
Uno de ellos la llevó a Egipto, donde se identificó con Hator - diosa del cielo, la fertilidad y el amor - y más tarde ésta se mimetizó con Isis, la gran Maga, la madre virgen, representada con el niño Horus en su regazo, trono del dios encarnado. Sobre su cabeza se dibujaban dos cuernos de buey en medio de los cuales lucía un disco solar. Roma la incorporó a su panteón y con las legiones romanas Isis viajó a los confines del Imperio.

Un segundo camino la llevó a Grecia y allí su personalidad dual se trasnformó en la pacífica Deméter, literalmente "la madre", que hacía crecer las cosechas, y la sensual y a veces peligrosa Afrodita, a la que los romanos llamaron Venus, estandarte del Imperio, pues el mismo Julio César se proclamaba su descendiente. Su símbolo era una paloma blanca.

Esta noché saldrá de su hermita en procesión la Virgen del Rocío, a la que llamamos Reina del Cielo, Trono de Dios, Madre universal, la que obra milagros. Coronada de estrellas y con la luna a sus pies, su símbolo y su sobrenombre es la Blanca Paloma.
"¿Casualidad?", gritaba Murga dando una palmada cuando hallaba coincidencias en el comportamiento de los pueblos que, distantes en el espacio y el tiempo, llegaban a una misma solución. "¿Se escribieron una carta? Yo diría que no."

No profesor, ni los sumerios, ni los egipcios, ni los griegos escribieron carta alguna a los que participan en la romería esta noche. No les han explicado cómo celebrar el culto, cómo bailar, cómo rezar, cómo adornar la cabeza de los bueyes - y no nos metamos con el culto al toro porque eso también sería largo de contar -, o con qué títulos llamar a su Virgen. Y esto precisamente me parece lo mejor de todo.
El culto a la antigua diosa, cristianizado y aderezado con nuestro propio flolklore, está inscrustado en el subconsciente colectivo de todos los pueblos que llevamos miles de años habitando a orillas del Mediterráneo. Existe una conciencia común que nos conecta con gentes de otras tierras y otros tiempos, que nos lleva a través de los siglos a las noches del Peloponeso y del valle del Nilo, a las llanuras de Mesopotamia, cuando el hombre era joven, tenía miedo y buscó el consuelo en los dioses.

"Cuando yo iba al Rocío de joven, la Virgen salía con las luces del día, esto de sacar al la Virgen de noche... no sé no sé", se volverá a quejar mi padre, de familia de grandes rocieros, aunque se queja muy poquito. "¿Y te extraña papá? De noche nació, bajo las estrellas innumerables".

viernes, 10 de junio de 2011

El abuelo no tiene quien lo quiera

Estamos matando al abuelo poco a poco.
Se está desangrando y hemos cruzado los brazos.
El abuelo lentamente se nos va.
El abuelo es una ruina. No genera ingresos porque su vida laboral terminó hace muchos años y lastimosamente no tiene pensión. Nosotros, los que estamos obligados a mantenerlo no queremos complicarnos la vida y cada día le damos más la espalda. Somos demasiado egoístas con el presente y trabajamos duro para que éste sea agradable, trabajamos por el hoy y por el mañana las veinticuatro horas del día de los trescientos sesenta y cinco días del año. Somos unos fieras en eso de trabajar duro para que la familia de unos resultados económicos positivos. No nos importa nada, sólo buscamos un objetivo; la rentabilidad. Esto nos hace grandes y poderosos, esto nos llena de orgullo. Escuchamos a todo el mundo, eso sí, pero después somos nosotros los que tomamos las decisiones porque para eso somos los números uno. En obtener ganancias no nos gana nadie.
Menudos somos.
Les decía que el abuelo está torpe y estorba. No sabemos donde ponerlo. Para colmo el abuelo es grande como una montaña y su carga se hace aun más pesada. Es un trasto viejo.
Es un lastre para la familia.
Nuestra falta de entendederas no sabe como sacarle un beneficio real al abuelo.
Le tenemos cariño, claro que sí, ¿quién no quiere a su abuelo?
Pero no, decididamente no, interesa sólo de forma residual y en un último plano lo más alejado posible.
Hubo un tiempo en que el abuelo era un joven vigoroso y fuerte, era grande y todos le respetaban. Fue tan grande que poco a poco, con el sudor de su frente, fue labrando todo el patrimonio familiar que tenemos hoy en día. Él sólo. Todo se lo debemos a él. Con su esfuerzo logró que ahora seamos lo que somos. Él creó y construyó los cimientos y los pilares de nuestra casa. Todo se lo debemos a él. Incluso algunos de la familia le nombran cuando les interesa para vanagloriarse ellos mismos.
Pero la memoria es caprichosa y sobre todo; corta.
El abuelo tiene los achaques típicos de la edad. Por eso, además de no generar ingresos, nos cuesta una pasta considerable. Todo el santo día estamos de médicos, comprando medicinas y tratamientos de larga duración, visitando al dentista porque la dentadura se le va quedando grande o acudiendo cada dos por tres a la óptica porque necesita gafas cada vez con más aumento. Para colmo ya apenas controla su esfínter y está todo el día poniéndolo todo perdido. Es un problema.
Quizá la solución sea dejarlo en un rincón y que se vaya apagando él sólo rodeado de sus miserias. El problema es que el abuelo no tiene miserias, sólo grandezas aunque a veces lo olvidemos.
Alguno de la familia quizá decida desmembrarlo en pedazos y exhibirlos por las estancias de la casa como si de trofeos de caza se tratase...
¿Sabes una cosa abuelo? Yo sí te quiero. Soy un romántico y no puedo remediarlo. También hay en casa otros locos como yo que saben lo que fuiste y te quieren y te lo agradecen. Te glorifican como no te imaginas.
Pero nosotros no somos nadie en esta familia donde otros llevan el timón, aunque quiero que sepas que no somos unos cobardes.
Por eso estamos contigo abuelo. Te defenderemos como te mereces y lucharemos por ti para que no te falte de nada mientras estés con vida. Ojalá sea una larga vida.
Prepárate para el combate abuelo.
Nos han declarado la guerra.

jueves, 2 de junio de 2011

¿Y el museo?

Hace seis meses les contaba una historia que no me acababa de creer y en la que al final hacía una posdata de que todo había sido un mal sueño.
Pueden leerlo AQUÍ.

Me temo que ese mal sueño se ha convertido en realidad.

El museo se ha desmantelado y en su lugar instalarán no se que zona de ocio de comida rápida y otras lindezas que reportarán sin dudas una importante inyección de dinero para que el Club pueda cuadrar sus cuentas.

Pero el museo ya no existe.

En las pasadas jornadas sobre la Historia del Fútbol en homenaje a Agustín Rodríguez pudimos ver algunas pinceladas del despropósito. Se han colocado en el pasillo que lleva al antepalco dos de los expositores del antiguo museo. Están delante de una de las cristaleras que dan a la calle. El amplio ventanal, sin cortinas ni persianas, permiten la entrada del sol un montón de horas al día. El implacable sol sevillano cae a plomo sobre el ejemplar de los estatutos de 1914 y sobre el resto de los contenidos de esas vitrinas.

Un auténtico crimen a la historia.

Intolerable.

Por eso no me callo y lo denuncio desde este Voladizo.

Pero hay más.

En la sala de trofeos -sucia y dejada- faltan copas importantísimas y que no dudo que estarán por algunas otras estancias del Estadio, pero no en el lugar que les corresponde. Aparecen varias colecciones de estampas y cromos de los años veinte sin protección y al alcance de cualquier mano distraida que quiera llevárselas.

Un desastre.

Una pena.

Es probable que los rectores del Sevilla FC tengan ya pensado un futuro para esos contenidos museísticos.

O no.

El presente es el que les cuento.

Dantesco y desesperanzador.

Y hay más, pero de momento me lo guardo.

Se te quitan las ganas de todo.

De todo.