viernes, 5 de noviembre de 2010

El yate Mekong.

En los primeros años, tras la oficialización del Sevilla Football Club, lo difícil era encontrar un rival. Al principio los encuentros eran entre los propios componentes de la Sociedad e incluso se estableció la costumbre de organizar los bandos según su nacionalidad; extranjeros contra españoles. Conocido es que el único rival a mano por aquellos años era el Recreativo de Huelva. La constitución de la Sociedad Sevilla Balompié a finales de enero de 1909 y la aparición de otros clubes en 1910 trajeron sin duda el concepto de competencia. Ya había rivales con quien medir las fuerzas. No obstante lo anterior, la llegada al puerto de Sevilla de algún vapor de otras latitudes, en el que su tripulación fuese aficionada al football y lo practicase, no era desaprovechada para “desafiarle” a un match.
El Yate Mekong.
Aparece en todas las historias escritas sobre el Sevilla F.C.; “el Sevilla se enfrentó a la tripulación del yate Mekong en enero de 1913…”
Pero ¿qué sabemos realmente de aquel barco de nombre tan exótico y de aquel partido? ¿Era un barco inglés? ¿Qué hacía en Sevilla? ¿De donde eran sus tripulantes? ¿A quién pertenecía?
Intentaremos arrojar un poquito de luz al asunto.
El yate Mekong era propiedad de Fernando de Orleans y Orleans, duque de Montpensier. Este miembro de la realeza española y francesa había estudiado a principios del siglo XX los secretos y las técnicas de los mareantes en escuela naval de San Fernando y era, por ello, un hombre de mar. Fue guardia-marina en el buque escuela Nautilus. Dio varias vueltas al mundo en distintos navíos, determinando rutas marítimas y terrestres así como trazados de carreteras por distintos países asiáticos y africanos. Su amor por la aventura, y la antropología le llevó al estudió de las costumbres de muchas razas salvajes.
Era hermano de la reina Amelia de Portugal y del duque de Orleans -Presidente honorario del Sevilla F.C. tras presidir el partido de Messina- y fue un famosísimo cazador, llegando a escribir varios libros sobre sus grandes cacerías en Indo-China y en todo el Extremo Oriente.
El duque de Montpensier adquirió el yate Mekong en febrero de 1912 y tras su compra emprendió una nueva vuelta al mundo. Desconocemos la bandera y la nacionalidad del barco pero supuestamente debió ser española, ya que el duque solía vestir uniforme de la Armada española, aunque no es descartable que también pudiese ser de bandera francesa o inglesa. Arribó al puerto de Sevilla el 19 diciembre de1912. Días antes había zarpado desde Almería con rumbo a la ciudad de la Giralda con la intención de visitar a su madre.
Vemos arriba al duque de Montpensier en la popa de su yate a su llegada a Sevilla y abajo, acompañado de su madre la condesa de París, Isabel de Orleans y Borbón, nacida en el sevillano Palacio de San Telmo, y hermana de María de las Mercedes, esa de la que decían que era una dalia que cuidaba Sevilla en el parque de los Montpensier…

Estas fotografías fueron tomadas en los últimos días de diciembre de 1912 y tras ellas, la Condesa de París marchó al palacio que los Orleans-Borbón tenían en Villamanrique y el Duque de Montpensier por su parte, tomó un tren rumbo a París con escala en Madrid.
El Mekong quedó atracado en el puerto sevillano al cuidado de su capitán, de origen británico, Mr. Morton. Suponemos por ello, que gran parte de la tripulación tendría también origen anglosajón.

A los pocos días de la llegada del Mekong un gran acontecimiento tenía lugar en Sevilla.
El 1 de enero de 1913 se inaugura el nuevo campo del Sevilla Football Club en el prado de San Sebastián; el llamado campo del Mercantil.

A la inauguración fueron invitados, entre otros muchos, parte de la tripulación del Yate Mekong con su capitán Mr. Morton al frente. No fue posible la presencia, como así estaba previsto, de los miembros de la familia Orleans, entre otras cosas porque el duque estaría muy atareado preparando un pretendido desembarco de armas en Albania, que conllevase la sublevación del país y su proclamación como Príncipe Soberano.

Sí asistieron muchos otros personajes ilustres de la ciudad. El Sevilla Football Club nombró al efecto una comisión de socios, a cuya cabeza aparecía el propio presidente José María Miró, que iban invitando a las distintas autoridades locales y provinciales. Esa comisión, además del presidente, la componían los Sres. Escandón, Zapata y García Borbolla, como queda reflejado en el siguiente artículo del que me gustaría enfatizar dos pormenores;
1º) El retraso habitual de las noticias de prensa. El artículo aparece el mismo día del partido cuando debió salir publicado el día anterior.
2º) La presencia entre los representantes sevillistas de Eladio García de la Borbolla.
Y ahora yo me pregunto, Sr. Rodríguez de la Borbolla y Camoyán (D. Pepote);
-¿no decía usted que no había tenido ningún sevillista en su familia?

El partido inaugural lo disputaron dos bandos formados por socios sevillistas; un equipo que vestía a franjas rojas y blancas y otro cuya indumentaria era la habitual; totalmente de blanco.
En el descanso del encuentro se obsequió a las personalidades invitadas una magnífica merienda-lunch de la que sin duda participaron los jugadores, por eso no es de extrañar el bajón de juego en la segunda parte. El partido finalizó con empate a uno y un desfile que resultó brillantísimo, amenizado por una banda de música.

Los equipos "rojo" y "blanco" posando para la posteridad.


Fue todo un éxito de crítica y público el estreno del nuevo recinto deportivo sevillista.

Pero volvamos a nuestro yate.
Sin duda, la presencia de los tripulantes del barco Mekong en aquel espectáculo les incitó a que retasen a un desafío a la “Sociedad de Football Club”.
Y así fue.
El encuentro se preparó para el domingo 5 de enero de 1913 y fue arbitrado por el propio capitán Morton.
Para “Goal Keeper”,el cronista de El Liberal de Sevilla, el encuentro transcurrió y finalizó con el resultado de uno a dos para los visitantes y sin incidentes dignos de mención, excepto el segundo gol marcado por los del Mekong, en claro fuera de juego y muy protestado por el público. Según parece, “Goal Keeper” se trataba de uno de los hermanos Gutiérrez del Sevilla Balompié.
Pero en otros periódicos nacionales se dio una visión totalmente distinta de lo sucedido en aquel partido.
Todo pudo haber terminado como el rosario de la aurora tras el incidente provocado por un marinero inglés que pretendió agredir a un equipier sevillista.
La sangre no llegó al río. Tampoco era plan de crear un conflicto diplomático y menos aun estando la casas reales de España y Francia de por medio, así como la numerosa colonia inglesa de residentes en Sevilla.El partido se declaró nulo y todos en paz.

Y tras el partido ¡todos al Pasaje Oriente! como era costumbre arraigada en el club decano hispalense.

Un año más tarde estalló la Primera Guerra Mundial. No tardó ni dudó el duque en poner su barco a disposición de los aliados.
Cualquiera sabe con qué pretensiones.
Pero eso ya es otra historia.


4 comentarios:

cornelio dijo...

No deja de sorprendernos.

Excelente trabajo.

Otra joya sacada del estuche del tiempo.

Enhorabuena.

Tántalo dijo...

Espectacular Antonio.

Se ve que has buceado de lo lindo para encontrarnos esta perla.

Muchas gracias.

PD: Que bueno eso de tomar el lunch y después jugar la segunda parte.

Portaportesse dijo...

Increíble.
Muy interesnate y muy trabajado todo. Gracias a los que os tomáis la molestia de bucear en el tiempo a traernos estas historias tan curionsas e interesantes.

Puerta 15 dijo...

Qué derroche de datos y documentos. Realmente extraordinario. Maravilloso post, Antonio.