La vergüenza de nuestra ciudad.

Hablemos claro. Hay un tipo pululando por internet que demuestra una y otra vez lo cortito que está de vergüenza y educación. Estas cosas se suelen aprender desde niño.
Es como el japonés que sigue perdido en la selva pegando tiros a todo lo que se mueva. La criatura no se ha enterado que la guerra terminó hace muchísimos años.
El tipo en cuestión, faltando a los mínimos principios de moralidad, ciudadanía y de buenas maneras, escupe a todo lo que pase por su lado por el simple hecho de tener un pensamiento distinto al suyo. Ya le pueden demostrar lo que sea, que él arremete una y otra vez, como un toro ciego por la oscuridad de los chiqueros, que sale al ruedo y cornea las barreras y los burladeros.
Su comportamiento se asemeja al de un animal que sólo siente instintos básicos sin la menor cordura dialéctica y mental.
Insultó a los propios balompédicos o balompedistas, investigadores intachables de una caballerosidad y maneras exquisitas en el trato, como Enrique Añino, Rafael Medina o Iñigo de Vicente. Vilipendió a colectivos que luchan contra una tiranía a la que el tipo en cuestión ampara e idolatra.
El individuo tilda de embusteros, falsificadores, manipuladores y mil cosas más a honorables familias sevillanas y a honrados investigadores de la historia.
Y todo bajo el signo de la cruz. Como un Torquemada cualquiera envía a la hoguera a quien le desagrade. Es en su palabra –escritura en este caso- patético, vulgar, soez, abyecto y ruin. Sus modales se aproximan a un estado permanente de ira, odio y soberbia, provenientes sin duda, de los cristales rotos que habitan en su estómago.
Es un ser intolerante.
Es la vergüenza de nuestra ciudad.
Lo último de esta criaturita es de traca.
Ante una batería de preguntas, relativamente fáciles para un adalid de la historia como él, realizadas desde el blog de mi amigo Carlos Romero y que pueden ver pinchando AQUÏ, esta es la respuesta del caballero.

Juzguen ustedes.
Vomitivo ¿no les parece?
Podía haber aceptado el reto contestando a las preguntas. Podía haberlo rehusado o simplemente no contestar. La mala educación se hace una vez más palpable en el individuo en cuestión. Contesta de manera barriobajera. Esto es una grosería intolerable.

Miren, Carlos Romero es mi amigo. Pero a parte de esto es un extraordinario investigador. Ha sacado a la luz temas que dormían en las más profundas tinieblas de la historia. Les aseguro que no se lo tiene creído. Es dialogante, tolerante y acepta como pocos sus fallos que, como todo ser humano, tiene. No dudó un instante en embarcarnos en un debate histórico en Dos Hermanas, debate que si al principio nos turbó, cada día que pasa recordamos con más cariño.
Carlos Romero es una buena persona y no se merece que nadie lo menosprecie de forma tan chabacana como este personajillo "iluminado".

Pero a buen seguro que esto no arruga a este "Palangana Desconchada" ¿verdad Carlos?
Porque... nos divertimos tela marinera con esto de la investigación.
Hemos llegado a la conclusión que para hacerlo ameno y fascinante, es imprescindible romper la confrontación, que no la rivalidad, y desdramatizar las situaciones. Y trabajar en equipo.
Nos reímos mucho. Muchísimo.
Disfrutamos como enanos. No lo saben ustedes bien.
Y no duden ni por un instante que así seguiremos.

Divirtiéndonos.

Pd.1. Y de Iñaki, nuestro clown particular, ya hablaremos en otro momento.
Pd.2. Rabiosa actualidad. Racing de Santander 1 - 5 Sevilla F.C. Por séptima temporada consecutiva llevaremos el nombre de nuestra ciudad por Europa.