En primer lugar, mi mayor agradecimiento a todos los se han acercado a este humilde rincón de Internet. Un blog no es nada sin sus visitantes.
Gracias a tantos y tantos amigos que han dejado sus comentarios y que espero, que en cada entrada –sin ser pretencioso- hayan aprendido algo de lo poco que podamos aportar sobre esta maravillosa Sociedad llamada Sevilla Fútbol Club.
Gracias al sevillismo internauta que se ha manifestado con un carácter unido, hermanado y deseoso de emprender nuevos rumbos, juntos y desde la libertad individual más absoluta, en aras de fomentar el sevillismo en la red.
Gracias a los Guardianes de la Memoria sevillista, por el impagable esfuerzo que realizan día a día para engrandecer más, si cabe, esta pasión llamada Sevilla F.C. y por mantenerme y aguantarme entre ellos.
Gracias a los que han permitido que la voz del Voladizo se escuchase por las ondas hertzianas en una nueva aventura que ni por asomo soñábamos hace un año.
Gracias a todos, incluidos mis queridos verdolagas, por su talante y categoría a la hora de exponer sus comentarios y que han posibilitado que a día de hoy no hayamos tenido que poner filtros ni moderaciones. Mis mejores deseos para todos ellos.
Gracias al Consejo de Administración del Sevilla, con su Presidente a la cabeza, por mantener al equipo en la élite del fútbol europeo (para los desmemoriados y amargados que siempre hay, quiero recordarles que a día de hoy estamos terceros en la llamada Liga de las Estrellas –en primera división claro está-, clasificados para la siguiente ronda de Copa del Rey y en octavos de final de la Copa de Europa –vamos, en la Champions- después de clasificarnos como primeros de grupo).
Repito las gracias a los rectores de nuestro Club, porque aparte de lo anterior cada día se interesan y se vuelcan más por nuestra historia, rindiendo el merecido tributo, a los grandes que en esta Entidad han sido.
A todos, a todos muchas gracias.
Y feliz Año Nuevo...y no lo olviden; lo mejor sigue estando por llegar.

Mi colegio tenía un patio pequeño, por lo que no era posible usar balones de reglamento. Por cierto, mi amigo Ariza pensaba que “reglamento” era un material, yo creía que era la marca de los balones.


 
 
 

 