domingo, 15 de noviembre de 2009

La verdadera historia del partido homenaje a Spencer.

El mejor futbolista andaluz de todos los tiempos nació en Triana.
Se llamó Enrique Gómez Muñoz y su nombre artístico –porque arte puro era su fútbol- fue el de Spencer.
Ocupó el puesto de interior derecha de la más increíble delantera que pueda imaginarse, creador, junto a sus compañeros, de una genuina y sin par forma de practicar el deporte del balón con los pies.
Fue el primer internacional del fútbol andaluz y jugó en el Eterno Campeón de Andalucía hasta que la muerte llamó a su puerta un aciago 14 de marzo de 1926. Dos días antes se había retirado con vómitos y molestias intestinales de un entrenamiento previo a un importante partido frente al Real Madrid para el Campeonato de España. Cuando supo que tenía que ser intervenido quirúrgicamente, Spencer pronunció la siguiente y apasionada frase; “ojalá que este dolor me hubiese dado después del partido”… Sevillista hasta la muerte.
Spencer murió a los 27 años en el mejor momento de su carrera deportiva.
Su leyenda se acrecentó con la inestimable ayuda del eterno rival que se sirvió de su memoria para tapar sus propias desdichas y como arma arrojadiza, gracias al triunfo en un partido del que durante muchos años, y aun hoy día, se han vanagloriado como si de una final europea se tratase.
Mucho se ha hablado, y más se ha escrito, sobre aquel homenaje al gran jugador sevillista, si bien, la inmensa mayoría de las veces desde el desconocimiento y el error que por la dichosa manía de copiar y pegar, se ha ido transmitiendo de generación en generación.

Hemos leído muchas veces –incluso en libros de historia sobre el Sevilla- que tras la muerte de Spencer se organizó un torneo importantísimo, llamado la Copa Spencer, que se desarrolló durante varios años y en el que todos los grandes equipos querían participar por el prestigio que proporcionaba al campeón.

Tal mentira se desmorona al preguntarse ¿Quiénes ganaron las siguientes ediciones?...
Es probable que la propaganda militar, propia del equipo de los militares, lanzase al aire esta historieta para su propia autoestima y la de sus feligreses.
También se suele narrar que el partido homenaje a Spencer, o Copa Spencer, la ganó en su primera edición el equipo bético en un derroche de hegemonía balompédica absoluta batiendo al Sevilla F.C. a doble partido por un cómputo global de 5 a 1

Recientemente, en un libro sobre la historia del fútbol andaluz, realizado tras “concienzudos y laboriosos estudios durante varios años” (léase con ironía), con el dinero de todos los andaluces, se dice;
.../Unos meses después se disputa la copa Spencer en homenaje al internacional sevillista, fallecido el 14 de marzo de 1926. El Betis gana los dos partidos 1-3 en la Victoria y 2-0 en el Patronato.
El balón blanquiverde. Pág. 38.

Vergonzoso. Es lamentable llegar a publicar de nuevo estos datos después de más de tres años de investigación.

Desde este humilde Voladizo intentaremos arrojar un poco de luz sobre este asunto para que aflore la verdad y conozcamos mejor la historia del fútbol de nuestra tierra, gratuitamente, de modo que usted, amable lector, si vive y paga sus impuestos en la Comunidad Andaluza no le cueste un céntimo la información.

Tras la sentida y lamentable muerte del internacional sevillista, el Sevilla F.C. pensó en tributarle un merecido homenaje. Nadie mejor que Spencer para ser recordado en un partido de fútbol, que tuvo como origen un eminente carácter benéfico. Parece ser que su madre había quedado en una difícil situación económica y el Sevilla Football Club quiso apoyarla. Esa y no otra fue la causa benéfica del homenaje como quedó recogido en la prensa de la época.
El Campeón andaluz buscó apoyo en la Federación Regional Sur para que organizara el evento de modo que la participación del Real Betis Balompié quedase asegurada, con lo que la taquilla quedaría garantizada al tratarse de un clásico derbi con todo lo que ello conlleva de apasionamiento y rivalidad entre los aficionados.
El encuentro se disputó el domingo 3 de octubre de 1926, apenas siete meses después de la pérdida del gran jugador sevillista, en el campo de la avenida de la Reina Victoria. Fue arbitrado por el colegiado Sr.Medina (creo que abuelo del internacional y sevillista Medina Cantalejo)
La Federación Regional Sur donó una hermosa copa de plata para el equipo vencedor. También se donaron otras dos copas más; una para el mejor jugador del encuentro y otra para el mejor equipier sevillista.
Las crónicas dejan evidencias de los triunfadores. El Betis, en buena lid (no nos duelen prendas reconocerlo) ganó aquel partido homenaje y benéfico. Obteniendo el bético Enrique el trofeo al mejor jugador del partido y León el suyo como mejor sevillista.
Y no hubo más.

A pesar de la buena entrada en las gradas, no se consiguió el lleno, quizá debido a que coincidió con una corrida de toros en la plaza de la Real Maestranza.

Y no hubo más.
No se disputó nunca un segundo encuentro.

Tres semanas después un cargo directivo de la Federación Regional Sur entregó el trofeo en el campo del Patronato en la previa de un partido entre el Betis y el Málaga. Y no hubo más.
Después, aquello se inflamó contándose la historia de forma interesada y sesgada, dándole a aquel trofeo benéfico rango de título continental hasta tal punto que se exhibe junto a otros títulos verdaderamente importantes como la Liga o la Copa del Rey.

Es probable que aquello fuese una válvula de escape tras tanta derrota sufrida anteriormente por el equipo verdiblanco ya que según el historiador sevillista D. Agustín Rodríguez, llevaban varios años y cuarenta partidos sin poder doblegar al Sevilla F.C.

Para terminar quiero agradecer el cariño y cuidado que profesan al trofeo en Heliópolis y que curiosamente no fue destrozado por los bombardeos en la guerra civil, ni destruido por las riadas del Tamarguillo.

7 comentarios:

Puerta 15 dijo...

Buenas. En primer lugar, mi enhorabuena por su nombramiento.

En cuanto al post, otra joya que nos muestra este espeleólogo de la Historia Sevillista y que nos hace que sepamos distinguir las piezas auténticas de las falsas.
Gracias por compartir todos estos hallazgos.

Saludos.

RaMonStones dijo...

el "librito de los cohone",tiene para mucho,Antonio,menos mal que estas tu para poner las cosas en su sitio..

Je de Triana tenia que ser,
Spencer,aunque el nombre no es muy trianero jajjja

Un abrazo,Antonio!!

cornelio dijo...

Creo que minusvaloras el trofeo.

En una imagen que sé conoceces y citas de pasada, (como si de un libro dela Junta se tratara) esta copa se encuentra en la primera fila, junto con la Liga y la copa del REy en el Calderón.

Ahora vas tú y nos dices que es como el "Trofeo Antonio Puerta", un partido homenaje como el que le ganamos al Málaga o al Xerex.

No tienes corazón, tú "na má" que tienes periódicos.

¿Qué le cuenta ahora el abuelo que estuvo en los dos partidos al nieto?

Guardianes de la Memoria dijo...

Es que no os enteráis de nada. El nieto tenía dos abuelos y cada cual le contó el partido y el pobre nieto se confundió y pensó que fueron dos distintos.

Qué mala sangre tenéis.

Desde luego...

Jose Manuel Ariza dijo...

Saludos.

Grandísimo post, Antonio.

Ha debido costarte años de investigación. ¿Siete?

Además, tus dineritos te sacarás de la Junta por ello ¿verdad?

Propongo que todas las embarazadas de Sevilla lo lean a diario, al menos una vez y en voz alta, a ver si la mitad de las próximas generaciones nos salen un poco menos burritas.

No hay peor ciego que el ciego que no quiere ver.

Gracias en mi nombre y en el de Spencer El Grande.

Cuídate.

cornelio dijo...

Acabo de volver a releer.

En la crónica del partido contra el Málaga hace referencia a la copa ganada... EN EL PARTIDO.

Singular clarísimo

Tántalo dijo...

Estoy con Carlos, a la "criatura" le dijero que su equipo gano por dos goles y se lió 3-1, 2-0, me he liao, me he liao...

Te lo iba a comentar nada más leer la crónica, dice EL PARTIDO. Punto.

Yo miento sin demostrar nada y ahora tú, rompete el coco para demostrar que he mentido.

Lamentable, aqui eres culpable hasta que demuestres lo contrario, y que dificil se hace demostrar la inocencia cuando el que acusa no quiere escuchar...

Gran post.