viernes, 9 de octubre de 2009

El duelo.

Dejen que les cuente una tremenda y terrible historia llena de pasiones desatadas y violentas, que diría mi admirado Serrat. Porque este suceso que les traigo conmocionó a toda Sevilla y a España entera.
Debemos situarnos en un mes de octubre de uno de los primeros años del pasado siglo XX. Cuentan las crónicas que se enfrentaron en un duelo de honor por razones de supuesta infidelidad D. Rafael de León y Primo de Rivera, Marqués de Pickman, y D. Vicente García de Paredes, Capitán de la Guardia Civil con destino en Sevilla.
El Marqués.
El Marqués de Pickman era un cordobés de familia aristocrática, que años antes casose con la única hija del rico socio de La Cartuja de Sevilla. El Marqués gozaba de la simpatía de todos por una generosidad casi pródiga, acometiendo muchos negocios con escaso acierto y tirando en pocos años un caudal de dinero considerable, asunto éste que le llevó con frecuencia, a pasar apuros económicos a pesar de su opulencia. Era el Marqués como el Don Guido de Antonio Machado;”…de mozo muy jaranero, muy galán y muy torero…”
El capitán.
Cuentan que el Marqués solicitó un préstamo al capitán Paredes, miembro del Benemérito Instituto y éste pretendió favores, no correspondidos, de la Marquesa de Pickman como cobro de la deuda, llegando esto a oídos del Marqués.
La afrenta.
Cierta tarde, el Marqués buscó o se encontró al capitán en el teatro Cervantes de Sevilla, propinándole una violenta bofetada ante el numeroso público presente. El Capitán Paredes repondió nombrando padrinos. Enterado de ello, el Marqués nombró igualmente a los suyos.
Ambos duelistas se pusieron de acuerdo en cuanto al Tribunal de Honor para dilucidar el asunto de forma amistosa y pacífica, pero fracasaron las gestiones, tanto civiles como militares, para evitar el duelo y dejaron la vía libre para dar cumplimiento y reparación al agravio sufrido.
La Hacienda del Rosario.

El 10 de octubre ambos duelistas se enfrentaron en el lugar elegido, la
«Hacienda del Rosario», a una legua de camino, cerca de Torreblanca. Eran las cuatro de la tarde y llegaban al lugar los carruajes de los contendientes y sus padrinos.

Duelo a pistola.
En el tercer disparo el Marqués de Pickman cayó al suelo muerto.
El Capitán Paredes se retiró con su séquito, mientras que los padrinos del Marqués se fueron a dar parte al Juzgado de Guardia. A la caída de la tarde el Juez procedía al levantamiento del cadáver y su traslado al depósito.
El entierro.
El cadáver fue velado en el domicilio familiar ante grandes muestras de dolor con posterior traslado al cementerio de San Fernando, siendo acompañado el féretro de una multitud de sevillanos.
Era evidente que no fue un buen mes de octubre para el Marqués de Pickman. A su llegada al cementerio le negaron sepultura católica. Desde Jerez, el arzobispo de Sevilla Marcelo Spínola, niega el permiso para enterrarle en sagrado por lo que ordena que se entierre en el cementerio civil o de los disidentes.


Razones morales llevan al cardenal a esta decisión ya que la Iglesia prohibía los duelos, más aun cuando los duelistas firmaban una carta que guardaban en sus bolsillos donde, para no imputar responsabilidades al contrincante, indicaban que la muerte se debía a un suicidio.
Sevilla se revela.
La indignación de las cuatro mil personas congregadas en las puertas del cementerio es tal, que desoyendo las ordenes del cardenal Spínola asaltan el camposanto y penetran con el féretro hasta el panteón de los Pickman.
De madrugada, las autoridades ordenan sacar el cadáver de su panteón y enterrarlo en el cementerio civil.
Lo que decía la ley.
A pesar de que la norma penal era clara, el desgobierno de la ciudad de Sevilla provocó que aun conociendo las autoridades el duelo, por ser un hecho notorio dada la cualidad de los duelistas, no hiciesen nada por evitarlo.
Mientras en Sevilla se instruían las primeras diligencias penales derivadas del citado duelo, el asunto llega al Congreso de los Diputados con virulentas discusiones sobre el caso entre miembros del Gobierno y de la oposición.
Entre tanto, el juez instructor ordenaba la detención del Capitán Paredes, quien, ante el riesgo de ser detenido en la capital, prefirió marchar a Sevilla para comparecer en el Juzgado. Por su parte el Cardenal Spinola vuelve a Sevilla entre grandes medidas de protección.


El desenlace.
Al final, a pesar de toda esta agitación, incluidas las discusiones parlamentarias por parte de nuestros políticos sobre tan lamentables hechos, el Sumario incoado por la muerte violenta de D. Rafael de León y Primo de Rivera fue sobreseido.

El presidente del Gobierno, D. Antonio Maura, en un intento de lavar la imagen del Gobierno destituía al gobernador civil de Sevilla y, horas más tarde, el alcalde presentaba su dimisión.


El nuevo gobernador civil de Sevilla, José Contreras Carmona, es nombrado por el Rey a instancias del Presidente del Gobierno el día 14 de octubre… de 1904.

8 comentarios:

Guardianes de la Memoria dijo...

Ahí queda eso.

Vademécum Sevillista dijo...

Delicioso, genial, inspirado en El Golpe, ¿verdad? Relato in crescendo que dice mucho para quien sepa encontrar. Animo a los visitantes a que traten de desfazer el entuerto. ¿Cómo es que nadie ha hecho aún una peli con esto?

Jose Manuel Ariza dijo...

Saludos.

Recordadme, señor, que no ose desafiaros.

En cualquier caso, permitidme, señor, elegir entre pluma o lápiz.

Por cierto, Valle Inclán perdió una mano en un duelo con un crítico. Así pues, cuando me declaro "crítico", deberían temerme.

¡Y hubo duelos hasta 1915!

A pesar de que constituyeran una barbaridad, hay mucho de romántico en dilucidar las cuestiones cara a cara.

Gracias.

Cuídate.

A. Ramírez dijo...

Efectivamente amigo Ariza. Valle Inclán solía acudir a tertulias en los cafés de Madrid. Cuentan que una tarde, discutió con un contertulio llegando a tal punto la discudión que Valle agarró una botella para atizarle, él otro para defenderse le arreó un bastonazo. Hay quien cuenta que se le incrustó el gemelo de la camisa en la muñeca y eso provocó la gangrena, otros dicen que fué una frantura osea.
Pero la genialidad de Valle Inclán le llevaba a decir que el brazo se lo cortó él mismo en una excursión por la selva cuando un tigre le atacó y para defenderse le arrojó su brazo. El huía mientras el tigre daba buena cuenta del brazo...
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De todas formas amigos mios, el duelo del post fue el desencadenante de la llegada del nuevo gobernador a Sevilla...y sólo duró tres meses...

Unknown dijo...

Mi más sincera enhorabuena por esa genial recapitulación de datos.

Soy Sobrino-Nieto del Marqués de Pickman y le agradecería me indicara de qué fuentes ha obtenido toda esta información.

Un saludo y muchas gracias por mantener viva la historia.

A. Ramírez dijo...

A Ignacio.
Si me facilita Vd. una dirección de correo eletrónico, con mucho gusto le proporcionaré información.

Unknown dijo...

Buenos días:

No me gustaría escribir el correo en la web por lo que le rogaría me escribiera a la dirección de correo que tengo en gmail y delante de la arroba debe colocar mi nombre seguido de mi primer apellido, el cual es el mismo que el de mi tío.

Un saludo y muchas gracias.

Anónimo dijo...

Buenas tardes:

Tras casi año y medio, volvemos a investigar para aclarar los hechos acontecidos en el duelo.

Adjunto le remito mi correo para que me remita por favor, las fuentes de las que obtuvo la información, así como los posibles enlaces a las hemerotecas que haya consultado.

Si está interesado en el tema, dispongo de varios periodicos escaneados de los originales de esos días.

Mi correo es ignaciodeleon en gmail punto com.