martes, 1 de septiembre de 2009

La omnisciencia.


Esto es una caja de zapatos. Es lo más redondo que he visto en mi vida, y esto, además de a mi, le pasa a la inmensa mayoría de los aficionados. Sí, a la inmensa mayoría.
¿Cómo? ¿Qué usted jugó en el equipo de su colegio? ¿Quizá jugó en los juveniles del equipo de su pueblo? Enhorabuena y bienvenido porque usted también pertenece al selecto y nutridísimo club de los “omniscientes de las cajas de zapatos”.
¿Cómo? ¿Qué usted lleva sesenta años viendo jugar al fútbol? Pues pase, porque también es de la sociedad.
Este club tiene un privilegio; de esa caja podemos sacar –cual mago de su chistera- todos los conocimientos futbolísticos habidos y por haber. Destapamos nuestra caja y nadie nos supera en disciplina táctica y técnica, en sabiduría sobre preparación física y psíquica, nuestra caja nos proporciona unas dotes especiales y hasta sobrenaturales acerca de la planificación y estructuración de un equipo. Nuestra caja es infalible y pobre de aquel que ose discutirnos nada porque tenemos el poder de la omnisciencia, de la sabiduría absoluta.
La caja suele estar cerrada y sólo se abre en los malos momentos. Quizá sea un acto de generosidad hacia nuestros colores, pero el hecho es que nos sentimos en la necesidad de abrirla para -ese al menos es nuestro propósito- ayudar en épocas o en instantes de vacas flacas.
¿Qué hago por mi equipo cuando comete un error? Sencillo, abro mi caja y saco todos mis conocimientos a relucir.
No deja de ser un acto de amor y lealtad hacia una pasión llamada Sevilla F.C. y es hasta cierto punto entendible. A nadie le gusta que su equipo pierda y menos al sevillismo. Es la salsa del fútbol y hace que lo conviertan en un deporte tan especial y apasionante.
Lo malo de esto de las cajas del conocimiento omnisciente, es que algunos tienen varias cajas. Son los típicos que saben muchísimo de todo sin ser nada; saben de medicina, de derecho, de cocina, de jardinería, de arquitectura, o de ingeniería por poner algunos ejemplos. Estos son, créanme, los más peligrosos.
No se enfaden por la broma y discúlpenme. Todos sabemos mucho de fútbol, en serio. Es algo genético ¿verdad?
Pd. Soy de los que cuando pierde el Sevilla, además de no poder conciliar el sueño, se me quitan las ganas de ver y oír los programas deportivos y de leer la prensa. Es como si tuviese una herida abierta y hurgasen en ella. Comprenderán como me siento, y más aun después de leer y oír lo que sale de ciertas cajas de zapatos. !Coño!, que sólo se ha perdido un partido y parece que sobre el Sánchez Pizjuán hay una estampida tipo Jumanji. Me parece una auténtica pasada.

4 comentarios:

A. Ramírez dijo...

Este post está dedicado a la omnisciente prensa deportiva sevillana...

cornelio dijo...

Desde mi caja de zapatos, que hoy convierto en caja de resonancia.

Recuerdo que el debate del final de la temporada pasada es que había que jugar con dos extremosy dos puntas y que Jiménez era un "cagao", y hasta Luis Fabiano lo decía. Como no hacía eso, Jiménez era malo malísimo.

Pues esto es lo que dice hoy el Diario de Sevilla:



"El peligro de la incoherencia.

Jiménez alineó a Luis Fabiano, Kanoute y dos extremos en Valencia, esquema que sólo usó tres veces la pasada Liga con sólo un triunfo · Ocho de las diez victorias a domicilio llegaron con un punta

¿UN PUNTA, O DOS?
El Sevilla batió la temporada pasada su récord de puntos como visitante en una Liga. Ganó diez partidos, empató cinco y perdió sólo cuatro. Sacó fuera 35 de sus 70 puntos, la mitad. Y de los diez triunfos a domicilio, nada menos que ocho se fraguaron con el sistema preferido de Jiménez lejos de Nervión, con un solo punta."

¿¿¿¿¿¿ ????????


Por cierto, el partido del domingo no me gustó nada, nada, nada.

Jose Manuel Ariza dijo...

Saludos.

Aquí un omnisciente.

Yo no sé decir zapato. Vea: jueves, viernes, zapato, domingo...

Créame si le digo que a nuestro entrenador le va la marcha. ¿Se ha puesto a pensar en lo ocurrido el año pasado y la posición final alcanzada?

¿Y si éste año le damos más fuerte aún?

¿Seremos segundos? ¿Y con un buen par de ostias... la Liga?

Quiero dejar de ser omnisciente. Te lo juro.

Y de la prensa sevillana... la mitad de la mitad de la cuarta parte. Casi nada.

¿Qué hay de la cervecita? Nuestras citas llevan visos de culebrón.

Juan Antonio (Sevillistas de Renault), Ramón (de Ramonstones), José Enrique, tú y un servidor (y si quiere alguien más), podemos intercambiar efluvios -incluída la gripe A- cualquier tarde que no sea el fin de semana.

Anímate, hombre, que la Liga solo acaba de empezar. ¿Te suena?

Un abrazo.

Cuidate.

EL PAPI MAGASE dijo...

Antonio yo tengo una cajita donde guardo muchas cosas y entre ellas este blog tuyo y otros mas de hermanos a los que quiero a rabiar y me encanta leerlos,sobre todo para llegar a saber si las cajas son cuadradas o de a cuadritos,no sé muy bien como va el cotarro,pero si sé que dentro de mi cajita guardo estas pequeñas grandes cosas,entre ellas este diario tuyo de a bordo,mas que nada para saber cual es el rumbo correcto a tomar,gracias por ser unos de mis mas favoritos controladores de vuelo,un abrazo Antonio y si mi hermano algarivo y vosotros los citados por él quereis,me sumo a esa cervecita cuando querais,si decis envido,yo quiero,como se diria en el rentoi.