En 1956
Mr.
Evans recibe con orgullo la medalla de plata que el decano del fútbol sevillano concede a sus socios más veteranos. Los cronistas del País de Gales se hacen eco de esta noticia,
distinguiendo al
Sevilla como uno de los primeros
clubs españoles, dedicándole palabras de encomio acendrado.
R.G.
Evans llegó a
Sevilla en 1922 tras la muerte de Paco Alba. Vino por asuntos de negocios enraizando rápidamente con la idiosincrasia sevillana e ingresando en la sociedad
Sevilla Football Club como animoso
sportman aficionado al deporte de la pelota con los pies.
Cuentan que en el seno
sevillista alcanzó una lucida cotización personal y fue él quien trajo a
Sevilla al primer entrenador profesional;
Mr. O’Hagan, británico del que cuentan que pronto cambió el
whisky por el vino de la tierra.
Pero a pesar de que el periodista que da la noticia de la concesión de la medalla a
Mr.
Evans, lo incluye como jugador
sevillista, no hemos encontrado ninguna alineación de los años veinte en la que figure como tal.
En aquellos años, los socios que ingresaban en los distintos
clubs podían disfrutar de las instalaciones de los mismos y practicar los deportes que se desarrollaban en esas sociedades, pero claro, no todos podían jugar en los primeros equipos. Es por ello que nos encontramos que el
Sevilla disponía, además del primer
team, un segundo y hasta un tercer equipo. Dependía de la calidad
futbolística del
sportman, los buenos jugaban en el primer equipo…los demás a la “nevera”. Esto se acentuaba en tiempos que comenzaba a florecer el llamado
amateurismo marrón (profesionalismo encubierto). Era complicado –pero lógico- para cualquier socio que no fuese un “figura” llegar a jugar de titular en el primer equipo.
Unos años antes y por las primeras razones -futbolistas que no jugaban en el primer equipo- se
escindió el
Betis F.C. del
Sevilla Balompié.
Aparece, por tanto, a principio de los años veinte un equipo denominado el
Nevera, que no era sino el segundo equipo del
Sevilla F.C.
En 1922 y dada la calidad de estos jugadores, el Nevera se separa del
Sevilla creándose un nuevo equipo independiente del decano; el
Sevilla Athletic Club. No es de extrañar esta situación ya que dada la tremenda calidad de aquel
Sevilla F.C. (línea del miedo incluida) era difícil poder entrar en aquel equipo.
Y es aquí, en el
Sevilla Athletic Club fundado en 1922, donde hemos encontrado a
Mr.
Evans;
Equipo en el que además aparece el famoso Cerillero, ex-componente de la primera plantilla del Sevilla F.C., y que dio lugar a una famosa canción que entonaban los aficionados sevillistas tras derrotar al eterno rival en 1916; "Cerillero cinco a cero, pá desgracia del portero".
Aquel grupo de "disidentes" que no tenían cabida en el eterno campeón de
Andalucía y que quisieron mantener el nombre de la ciudad, formaron un gran equipo que disputó el Campeonato de
Andalucía de segunda categoría,
proclamándose campeones del mismo. El mismísimo
Santizo, cuando dejó el
Sevilla sustituido por Avilés,
fue portero del Nevera;
Al proclamarse campeón de segunda
categoría, el
Sevilla Athletic Club (antes Nevera) ascendió para disputar el campeonato de primera
categoría Grupo B -la segunda división- y estableció su sede en el domicilio del secretario, en al calle Duende nº 7, disputando sus encuentros en los campos homologados por la Federación Regional Sur, a saber; el del Nacional, el del Patronato y el de la
Avda. de la Reina Victoria.
Marchose a su tierra
Mr.
Evans en 1928, pero siguió como socio del
Sevilla F.C, equipo al que nunca dejó de pertenecer, llevando para siempre en sus retinas la belleza de la ciudad de la Giralda y el embrujo y la gracia del gran equipo andaluz.
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