sábado, 13 de junio de 2009

1922; rumbo a Argelia.

Como si de un grupo de amigos de Indiana Jones se tratase, en el mes de mayo de 1922 y tras finalizar la temporada, el equipo sevillista emprendió una travesía, rumbo a nuevas aventuras hacia el norte de África.
El destino fue Orán, ciudad del noroeste de Argelia y situada en la costa del mar Mediterráneo.
Orán fue fundada en el siglo X por comerciantes musulmanes andalusíes como centro de intercambio entre el norte de África y Al-Ándalus. Pasó por manos españolas y otomanas hasta que un poco antes de mediados del S.XIX se inicia la colonización francesa.

El Sevilla por tanto realiza esta gira, a una Argelia bajo dominio francés y quizá esto supuso que el equipo recibiese una gran acogida por parte del pueblo oranés y sobre todo por los numerosos residentes de origen español. Nada más llegar al Hotel Continental de Orán, el conserje del mismo hace entrega a Ocaña, capitán de la expedición sevillista, de la siguiente carta;
El texto dice:

SEÑOR CAPITAN DEL SEVILLA F.C.
Hotel Continental
ORAN
Muy Sr. mío de mi mayor respeto y consideración. Permita y perdone el atrevimiento de un ferviente partidario del football español la ligera súplica que os dirigen miles de españoles como yo que han puesto la esperanza en Vds. para que hagan triunfar España mañana también.
Nosotros alejados de la madre Patria la amamos más que los que en ella habitan y aquí a pesar de las numerosas victorias de España consideran el football español inferior al francés. Triunfen mañana y os guardaremos siempre un gran recuerdo.
Nacido aquí pero español de corazón y de sangre, serví a España en Alicante y Melilla, los hazares de mi vida aventurera me llevaron como voluntario en la guerra europea. Quisiera ser rico para ofreceros un recuerdo, pero soy muy pobre y solo les puedo dar como recuerdo de Orán mi cruz de guerra ganada en los campos de batalla derramando mi sangre hasta quedar inútil por heridas de guerra.
Valor, y sepan Vdes. que el corazón de muchos españoles estará palpitante hasta ver conseguido vuestro triunfo.
Viva el SEVILLA F.C. y VIVA ESPAÑA
Suyo afm.
BLAS DE LA CRUZ
Brasserie l’Algérienne Orán


Antes de jugar el equipo sevillista, ya se había ganado el aprecio, la consideración y el cariño de gran parte de la población, de propios y de extraños, que no olvidaban que estaban sometidos a la colonización gala, y hasta había conseguido como trofeo una cruz de guerra donada por un excombatiente.

Dos partidos se disputaron frente a la Asociación Sportiva du Marines du Orán, equipo compuesto por militares de la armada francesa ubicada en la ciudad argelina, con sendas victorias sevillistas.

En el primer encuentro el Sevilla alineó a Avilés, Ocaña, Sedeño, Villagrán, Barragán, Ferreras, Escobar, Spencer, Kinké, Cabezas y Brand.
En un abarrotado campo, según recoge la imagen y la crónica, el Sevilla jugó ante una apasionada afición deseosa de la victoria sevillista.


Muy cuesta arriba se puso el partido pues a falta de quince minutos el decano del fútbol sevillano perdía 3-0, pero en una reacción de casta y coraje se le dió la vuelta al marcador con goles de Brand-2-, Kinké y Cabezas.
El Sevilla -según narra el cronista- pudo resolver el partido mucho antes si no hubiesen abusado del regate y el dribling sus delanteros (apuesto que fueron Spencer y Brand), pero seguro que fue con la sana y buena intención de agradar al público con el arte que sólo se aprende a la sombra de la giralda con una elástica blanca.

El segundo de los partidos terminó también con la victoria del Sevilla por 4-0, con goles de Spencer por partida doble, Kinké y León.
Pero en Orán hubo algo más que fútbol.
Cuentan que aquella expedición fue como un viaje de relax y placer, donde el buen comer y el buen beber fueron las directrices dominantes y los excesos el pan nuestro de cada día. Así para el primer partido no pudieron alinearse ni León ni Herminio, por una "indisposición".
Y hasta una capea se organizó para el equipo español, donde sus componentes se lanzaron al ruedo sorprendiendo a todos por su destreza con el manejo de capotes y muletas, no en vano el mismísimo Joselito el Gallo había entrenado más de una vez en el Reina Victoria con ellos.
Los sportmen sevillistas se habían convertido en toreadores -en todos los sentidos- en el coso de Orán.

Imagen de la plaza de toros de Orán, ya en desuso.

2 comentarios:

cornelio dijo...

Otro de sus post enorme, a los que nos atiene acostumbrado.

Fervor de un partidario de la madre Patria (en 1922) que siente los colores del Sevilla, "Somos de todos".

Reciba hoy, de camino, mi felicitación por su onomóstica, ya que ayer no pude conectarme a la red y desconozco su número de teléfona para haberlo hecho personalmento, o, al menos, haberle dejado un mensaje.

A. Ramírez dijo...

Muchas gracias amigo Cornelio.
Y ya me contará...impaciente estoy por conocer el destino de esa bendita pradera.