domingo, 21 de septiembre de 2008

Ya puestos, hablemos de efemérides.




Este señor de la imagen es Ramírez.
Que yo sepa no es pariente mío a pesar del apellido. ¿O a lo mejor sí?
Hace unos meses se conmemoró el noventa aniversario.
Fue en otro derby.

En 1918.
Hace 90 años se entretuvo en marcarle ocho goles, repito ocho goles, al equipo coronado por su majestad.
Fueron veintidós en total los goles, pero Ramírez marcó ocho.
Fue en la Copa de Andalucía. En un tercer partido de desempate que por sorteo tocó en el estadio sevillista. Los dos primeros partidos de la eliminatoria se saldaron con victorias de los equipos locales, la primera en el Mercantil y la segunda en el Patronato. En este segundo partido se produjeron gravísimos altercados de orden público, siendo incluso un futbolista sevillista (Pérez) apuñalado por la espalda por aficionados del equipo rival. La tensión en este último partido llegó a tal extremo que el Gobernador militar de la plaza, el general Ximenez de Sandoval prohibió salir del cuartel para disputar el tercer encuentro de desempate a Artola y Candas, dos militares que jugaban en el bando bético (que siempre fue el equipo de los militares y nutría sus filas de jugadores del norte que venían a Sevilla a cumplir el servicio militar)
…/… No está bien que los hombres que visten el uniforme militar se vean involucrados en sucesos tan escandalosos como los ocurridos en el último Real Betis-Sevilla…/…

La soberbia que siempre caracterizó al equipo de los militares hizo, según las crónicas, que enviase al equipo de los infantiles, que no era un equipo de niños como nos han querido hacer ver. En realidad era el segundo equipo bético, con jugadores que rondaban los dieciocho años.

El Sevilla se ofreció incluso para no alinear a sus dos mejores jugadores, pero nada, no se bajaron del burro…y les cayó la gran e histórica goleada.
Ellos intentaron que el Sevilla no saltase al terreno de juego, apelando a la caballerosidad, pero la no presentación suponía perder la eliminatoria.
Hoy, pasados más de noventa años, me siento orgulloso de llevar el mismo apellido que aquel que un día marcó ocho de los veintidós goles al Balompié.

Y hoy, dia de derby, me acuerdo –le ha dado a la gente por recordar fechas pasadas- de un sevillista de 21 años que se apellidaba Ramírez y se hartó de marcar goles al Betis.


Pd. Para más información sobre este asunto no dejes de pasar por el gran blog de mi amigo Carlos Romero

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