El ángel volador.

Guillermo Eizaguirre Olmos fué hijo del magistrado don Eugenio Eizaguirre y Pozzi, oriundo del Pais Vasco, destinado en Sevilla como Presidente de la Audiencia .

Don Eugenio, gran amante del fútbol fué segundo entrenador en orden cronológico del Sevilla, en cuyo equipo infantil se inició su hijo Guillermo.

En lo que don Eugenio no logró hacer carrera con su hijo fue en los estudios jurídicos. Las aulas le venían estrechas para sus célebres y famosas estiradas.
Guillermo nació en Sevilla el 17 de mayo de 1909.

Fué una de las grandes leyendas futbolísticas tanto del Sevilla F.C, equipo al que perteneció toda su carrera, como de la selección española.

Debutó en el Sevilla en la temporada 1924-25, y vio truncada su carrera futbolística en 1936, con el inicio de la Guerra Civil.
Guardameta elegante y espectacular, sus felinas estiradas para capturar los más difíciles balones le otorgaron el apodo del ángel volador.

En una época en la que se jugaba con cinco delanteros y sólo dos o tres defensas, contar con un portero de la categoría de Eizaguirre era un todo un seguro de vida.

Auténtico ídolo de la afición sevillista fué sacado varias veces a hombros del viejo Nervión.

Durante su reinado en la portería del Sevilla se proclamó en muchas ediciones campeón de la Copa de Andalucía. En 1935 consiguió con el Sevilla FC su único título, Campeón de Copa frente al Sabadell por 3-0.
Varias veces internacional con España, compitió por la portería de la Selección con el mítico Ricardo Zamora.
Más tarde, una vez retirado del fútbol en activo, fue seleccionador nacional en dos ocasiones, desde 1948 hasta 1956. En una de ellas, la Selección Española realizó su mejor papel en la historia de los mundiales, alcanzando el cuarto puesto en el Mundial de Brasil de 1950.

Realizó su última estirada, estaba vez hacia el cielo definitivo, en 1986.

!Gloria a los ángeles de nuestro pasado!