Anoche le curramos al Madrid.
En su campo del Paseo de la Castellana.
Supongo que ya lo sabes. Con tu transistor y tu gin tonic te acurrucaste allá arriba, en un rincón, sin molestar, para escuchar a tu Sevilla.
Sí Silvio, tu Sevilla "efecé" con agua de selt tocó una vez más la gloria de ganarle al Madrid.
A pesar de que muchos por aqui abajo vislumbraban oscuras tormentas y un negro y tortuoso futuro, el Sevilla del swim dió un concierto en la capital. De nuevo se elevó nuestro espíritu como cuando contemplabas a tu ragazza del elevatore.
Como te digo, hay muchos que quieren rompernos la magia de ser sevillistas, esa magia que nadie como tú conoces. El increible punto de sentirse sevillista. En tiempos de bonanzas o de tempestades. Siempre sevillistas bajo el amparo de nuestra bandera y de nuestro escudo, ese escudo que alumbrado por las luces de un taxi te alegraba el alma entre pelotazos de ginebra, en una noche cualquiera de depresiones.
Nuestro Sevilla tocó de nuevo a ritmo de rock and roll, con un rojo carmín de sudores y humos en los verdes campos de la mia California castellana.
Porque siempre, querido Silvio, nos queda la esperanza, la esperanza que sólo tiene sentido en el verde cesped del Sánchez Pizjuán con un sentimiento que nos hace ser sureños; sureños del norte al sur y de costero a costero, !esa izquierda atrás!
Con el corazón siempre fiel.
Tres a cuatro. Ya estamos en puestos de liga de campeones amigo Silvio. Aunque sé que eso a ti no te importa nada, ni a mi tampoco.
Porque tu eres de los que sabes que lo verdaderamente importante es ser sevillista. Basta con eso. Y no hay más. Y no busques más que no hay.
El orgullo de nuestro escudo es nuestra mayor alegría. Tú lo sabes bien.
Y que donde hay ambiente y alegría, amigo mio, en cierta manera hay un poco de swim.
!Y viva Roma!
!Y viva Manolo Cardo!
1 comentario:
¡¡¡Que arte!!!
Vamos mi Sevilla , Vamos campeón
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