jueves, 16 de junio de 2011

Los tesoros del pobre Indy


Nota a los lectores; cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.


Éste que aquí ven es Indiana Jones.
Es un tipo que usa el látigo, como aquel entrenador de principios de los setenta llamado Mr. Merkel. Los más veteranos lo recordarán.
Indy también usa sombrero. ¿A que me recuerda a mí esto del sombrero?
Bueno, sigamos. Les hablaba del señor Jones, arqueólogo de profesión. Su afán es conseguir títulos, perdón quise decir tesoros. Aunque bien pensado un título es todo un tesoro. Para ello, el pobre pasa casi tanto como Cristo en la Cruz.
Debe enfrentarse a muchos y peligrosos enemigos. Los tesoros no son fáciles de conseguir. Hay que pelear mucho para obtenerlos.
Debe afrontar duros retos y salvar peligrosísimas situaciones.
Debe correr, saltar, sudar y seguir corriendo. Toneladas de polvo y despropósitos caen sobre él.
Y sigue corriendo, saltando, brincando, sudando, luchando, peleando y dejándose el alma en cada jugada para conseguir su objetivo. Sobre campos polvorientos o sobre verdes y tupidas selvas. Sobre terrenos duros o sobre cenagosos lugares.
Tiene unos peculiares y peligrosos enemigos que pretenden arrebatarle sus conquistas. Son muchos más pero él es perseverante. Y vengan más carreras y saltos, y golpes. Y una “mascá”, y otra, y otra. Y nunca pierde el sombrero ¿a que me recuerda a mí esto del sombrero? Y más pelea, y más lucha, y más "mascás".
Es un tipo legal que no le mueve el interés, y mucho menos el económico. Ars gratia artis. Todo su empeño está en encontrar viejos tesoros y en la conservación de los mismos. Suele decir que los grandes tesoros de la humanidad no están ni para negociar, ni para frivolizar con ellos, están para ser conservados en un museo para deleite y disfrute de todos y para investigar. Es un hombre de ciencia al que todo eso del marketig le trae al pairo.


Y respeta a sus mayores.

Este es el señor Jones.


Que sigue corriendo, luchando, sudando y pasándolas canutas para obtener el premio a su ideario; el amor por la historia.
Sus enemigos le odian y al mismo tiempo le admiran. Es duro de pelar. Suelen quedar perplejos y boquiabiertos ante sus hazañas.

Es curioso, sus enemigos, los malos de la película a veces también usan sombrero, ¿a que me recuerda a mí esto del sombrero?



Y más carreras, y más saltos, y más golpes, y más sudor, y más "mascás" hasta que por fin obtiene su preciado tesoro.


Y hasta es paseado a hombros en olor y loor de multitudes.


Y tras recorrer el Planeta y vivir mil y una aventuras, por fin llega con su preciado objeto sagrado a casa.


Es entonces cuando el gobierno de su pais hace el pormenorizado estudio de mercado de rigor. Analiza pros y contras en un concienzudo Plan de Marketing que contemple; AfterMarketing, BehavioralMarketing, Close-loopMarketing, CyberMarketing, Dreamketing, FieldMarketing, GeoMarketing, MicroMarketing, NeuroMarketing, PrecisionMarketing, SlowMarketing, StreetMarketing, TradeMarketing, Marketing de Fusión, Marketing de Guerrilla, Marketing de Lujo, Marketing de la Nostalgia, Marketing Emocional, Marketing Lateral, Marketing Multinivel, Marketing Olfativo, Marketing Radical y Marketing Social.


Y le buscan el sitio adecuado.


Faltaría más.

1 comentario:

Cornelio dijo...

Don Antonio, nunca le quitarán a Indy el gustazo del descubrimiento.

Son placeres que algunos nunca podrán disfrutar.

Ellos se lo pierden.

Aunque me gusta más el final de la del templo maldito...

Que nadie de por muerto a Indy.