Lo vivido en la noche de ayer en el Sánchez Pizjuán es el preludio de lo que se avecina la próxima temporada; el Sevilla volverá a estar entre los grandes de Europa. Por tercera vez en su historia. Porque siempre fuimos grandes, y ahí está la historia para atestiguarlo.
El 26 de septiembre de 1957 el sevillismo acudió junto a su equipo a una cita con la historia. La imagen captura el momento gozoso en que un grupo de trianeros sevillistas acudieron a Lisboa para presenciar el partido de vuelta (la ida se ganó 3-1 en Nervión) de la eliminatoria de dieciseisavos de final de la Copa de Europa que se disputaban Benfica y Sevilla.
También como Copa de Campeones se denominaba la competición.
El partido terminó con empate a cero goles y el Sevilla clasificado para octavos.
Estos fueron los hombres que nos llevaron a la victoria y a la gloria de doblegar al potentísimo equipo luso;
Y detrás de ellos como siempre, la fiel infantería sevillista. El sentimiento por unos colores y por un escudo.
Siempre grandes.
La Liga de Campeones a nuestros pies.
Por tercera vez en la historia.
Como en aquel otoño del 57 en Lisboa.
Muchos por desgracia ya no están entre nosotros, pero seguirán alentándonos desde el tercer anillo, para que sigamos todos juntos, la tarea emprendida de continuar esta historia jalonada de múltiples triunfos, días de éxitos y momentos de gloria.
La gloria infinita de ser sevillista.
---O---
NOTA; Gracias a José Luis Herrera por la fotografía
1 comentario:
Saludos.
Mi madre, la grandísima palangana que me donó los genes, estuvo en Lisboa viendo ése último partido.
Yo era un moco y no recuerdo nada pero más tarde, ya mayor, me narró las incidencias.
Hoy, mi madre hubiera sido una comentarista de éxito en la radio del Sevilla.
Gracias por traerme estos recuerdos a la memoria.
Cuídate.
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