sábado, 21 de mayo de 2011

¿Puedo opinar?



Aprovechando la jornada de reflexión, que coincide con nuestro último partido de liga de esta temporada, me ha dado por pensar y sin que sirva de precedente.
Sí, he dicho pensar ¿pasa algo?
Termina la temporada con la clasificación, un año más y van ocho seguidos, para Europa. No sabemos aun si terminaremos quintos, sextos o séptimos. Ojalá que quintos o a lo sumo sextos, para no tener que empezar jugando en “esos días señalaitos de Santiago y Santa Ana” con el riesgo de resbalar por el palo de la cucaña e irnos demasiado pronto de cabeza al río.
Pues como les decía anda uno dándole vueltas a la cabeza para concretar donde situarse.
Por un lado están los disconformes, los críticos, que opinan sobre el fiasco que está terminando, llegando algunos extremistas a querer dinamitar, metafóricamente hablando, los cimientos del Sánchez-Pizjuán con la cúpula directiva dentro.
Por otra parte, otro sector de la afición se conforma con lo conseguido, dándose con un canto en los dientes porque a pesar de una irregular temporada se volverá a pasear el nombre de nuestra ciudad por Europa.
Los dardos se lanzan de un lado a otro.
Aborregamiento, pensamiento único, destructores, desestabilizadores y otras expresiones y lindezas por el estilo se disparan en un fuego cruzado intentando arrimar el ascua a nuestra sardina para hacer prevalecer nuestra corriente de opinión. A veces intentando imponerla. O conmigo a contra mi, parece ser la consigna.
A veces la munición va cargada de malas artes, con una sutil inyección de un sevillistómetro, que mida el grado de amor por unos colores, reflejado por ejemplo en la antigüedad del carnet. Como diría aquel: “a ver quién es el que la tiene más grande”.
Y yo sigo pensando…y sin que sirva de precedente, repito.
Y llego a la conclusión de que no podemos excluir a nadie. A ninguna corriente de opinión. Nadie es más sevillista que nadie. Ni el crítico por serlo, ni el conformista porque no proteste, ni el abonado por pagar (aunque pueda y deba a mi juicio quejarse del precio de los abonos). Ni el que por sus circunstancias no pueda sacarse el carnet, o no quiera hacerlo.
¿Por qué demonios hay que estar indignados?
¿Y por qué no podemos estarlo?
Ya tengo la solución; ¡todos tendrán aquí cabida! Lástima que la frase no sea mía. La inventó hace más un siglo un tal Gallegos.
Respetemos por tanto a todos los que están dentro de la variopinta familia sevillista; críticos, conformistas, abonados, no abonados, pitadores, aduladores, adoctrinados, asalariados, desestabilizadores, engreidos, vacilones, enfadados, sabelotodo, contentos, amargados...

Todos son y forman parte del sevillismo. Siempre fue así.

Y lo seguirá siendo.

6 comentarios:

Evelina Fuentes (Madrid) dijo...

Hay que ver lo bien que habla este chico. Es que da gusto leerlo.

Así empezamos en el Betis y fíjese usted como hemos terminado.

La bufanda ya se la terminé, dígame donde se la puedo enviar.

Jose Manuel Ariza dijo...

Saludos.

¿Que si puede opinar? Puede. Debe. Lo ha hecho.

Pregunta retórica.

Yo creo que hay mucho feeling entre Dª Avelina y usted. Esto promete.

Estaremops atentos al devenir de los acontecimientos.

Siga opinando, por favor.

Cuídese.

A. Ramírez dijo...

Doña Evelina; siempre a sus pies.

Señor Ariza;
En estos tiempos se lleva mucho el amor propio...ya me entiende...las fuerza flaquean.

Nacho Mateos dijo...

Si usted no puede opinar... ¡apaga y vámonos!

Saludos

Alexis Correa dijo...

Y así seguirá siendo amigo Antonio. El sevillismo siempre fue así y así seguiran siendo. Un abrazo.

Cornelio dijo...

Los sevillistas llevamos, a muhca honra, como bandera, el hecho de tener ampliamente repartido el campital social del club.

Este es el principalmotivo que siempre se ha esgrimido para decir que aquí no necesitamos (ni puede) que llegue un salvaclubs.

Pues más repartido que el capital social está el capital espiritual sevillista.

¡Ese sí que es un tesoro!

Conservémoslo.