En 1919, bajo la presidencia de Jorge Graells Miró, el Sevilla F.C. instala un casino en la calle Rivero, en los altos de las dependencias administrativas del club.
Es probable que de estos años parta la leyenda urbana de que el Sevilla es el equipo de los ricos, quizá por una deformación lingüística trasladada por el boca a boca y de generación en generación. Más que el equipo de los ricos, podríamos decir que el Sevilla F.C. era un equipo rico, por la sencilla razón de que su sólida organización administrativa, supo generar los recursos suficientes para hacer frente a los nuevos tiempos que llegaban a un deporte cada vez más en boga y seguido por un mayor número de aficionados.
La instalación, pionera en Andalucía, de una valla de madera alrededor de su campo del Mercantil en octubre de 1916, y la inauguración del campo de la Avda. de la Reina Victoria en 1918 -con gradas incluidas- supuso entre otras cosas que para ver los partidos había que pasar por taquilla. Los ingresos del Club no sólo llegaban ya por las cuotas de los socios, ahora había una nueva fuente de ingresos; el taquillaje. Estos ingresos monetarios permitían que, a su vez, las instalaciones fuesen modélicas. Nunca faltó material deportivo; equipaciones, redes para las porterías, y por supuesto balones.
La Sociedad crecía y los triunfos eran ya una constante en el Campeonato de Andalucía. Para mantener este status era preciso mantener a los jugadores más valiosos y a su vez, hacerse con los servicios de los nuevos valores que aparecían en el panorama futbolístico más cercano.
Y para ello había que explotar los recursos.
Hubo censuras desde Huelva a esta iniciativa sevillista de instalar un casino (Semanario Huelva Sport, 06.11.1919) . Podemos llegar a entender, desde una visión romántica del deporte, la queja del periodista, si bien la realidad demuestra que en el fondo de la cuestión la crispación obedecía a otros motivos; los ingresos que producía.
Es probable que de estos años parta la leyenda urbana de que el Sevilla es el equipo de los ricos, quizá por una deformación lingüística trasladada por el boca a boca y de generación en generación. Más que el equipo de los ricos, podríamos decir que el Sevilla F.C. era un equipo rico, por la sencilla razón de que su sólida organización administrativa, supo generar los recursos suficientes para hacer frente a los nuevos tiempos que llegaban a un deporte cada vez más en boga y seguido por un mayor número de aficionados.
La instalación, pionera en Andalucía, de una valla de madera alrededor de su campo del Mercantil en octubre de 1916, y la inauguración del campo de la Avda. de la Reina Victoria en 1918 -con gradas incluidas- supuso entre otras cosas que para ver los partidos había que pasar por taquilla. Los ingresos del Club no sólo llegaban ya por las cuotas de los socios, ahora había una nueva fuente de ingresos; el taquillaje. Estos ingresos monetarios permitían que, a su vez, las instalaciones fuesen modélicas. Nunca faltó material deportivo; equipaciones, redes para las porterías, y por supuesto balones.
La Sociedad crecía y los triunfos eran ya una constante en el Campeonato de Andalucía. Para mantener este status era preciso mantener a los jugadores más valiosos y a su vez, hacerse con los servicios de los nuevos valores que aparecían en el panorama futbolístico más cercano.
Y para ello había que explotar los recursos.
Hubo censuras desde Huelva a esta iniciativa sevillista de instalar un casino (Semanario Huelva Sport, 06.11.1919) . Podemos llegar a entender, desde una visión romántica del deporte, la queja del periodista, si bien la realidad demuestra que en el fondo de la cuestión la crispación obedecía a otros motivos; los ingresos que producía.
Más aun, cuando unos meses antes, una sociedad deportiva onubense, había montado un entretenimiento del mismo calibre y el periodista no hace referencia a ello.
Para entender este afán de los clubes en mercantilizarse -nadie escapó a estos nuevos aires- es preciso analizar la situación en que se encontraban. A partir de 1915, o quizá algún año antes, era cada vez menos frecuente la inclusión en los distintos teams de jugadores extranjeros, sobre todo de origen británico. La Sociedades de Foot-ball van dejando de ser coto privado para un grupo elitista de clase bien, produciéndose una apertura a las clases más modestas y difundiéndose a otros sectores sociales. Podríamos decir que el fútbol se va democratizando y recavando, cada vez más, socios/jugadores de clases más humildes de la sociedad. Comienzan a surgir numerosos equipos en los barrios y la afición empieza a echarle un pulso a la de la tauromaquia como fenómeno de masas.
Según explica Julián Ponisio, antropólogo argentino; “El fútbol empieza a dinamizarse, entonces, desde dos perspectivas amateuristas: la de los sectores populares y la de los sectores altos que se apoyaban en la cultura deportiva anglosajona. Para los mismos, el amateurismo estaba ligado al ejercicio del "fair play", como vehículo para mediatizar los conflictos gracias a la acción de la moral y las buenas costumbres de la gente "bien educada". En cambio, para los sectores medios y bajos de nuestra sociedad, la práctica amateurista de este deporte estaba ligada a una concepción fundante que permitiría desplegar diversas formas de intercambio y desarrollo social.”
Según explica Julián Ponisio, antropólogo argentino; “El fútbol empieza a dinamizarse, entonces, desde dos perspectivas amateuristas: la de los sectores populares y la de los sectores altos que se apoyaban en la cultura deportiva anglosajona. Para los mismos, el amateurismo estaba ligado al ejercicio del "fair play", como vehículo para mediatizar los conflictos gracias a la acción de la moral y las buenas costumbres de la gente "bien educada". En cambio, para los sectores medios y bajos de nuestra sociedad, la práctica amateurista de este deporte estaba ligada a una concepción fundante que permitiría desplegar diversas formas de intercambio y desarrollo social.”
Es en esos momentos cuando surge el llamado “amateurismo marrón” o profesionalismo encubierto. Los sportmen comparten campo de juego con otros sectores de población, que si bien sienten la misma pasión por el deporte, no definen el concepto filosófico del sport de igual manera.
Los principales clubes locales van aglutinando cada vez a mayor número de simpatizantes. Se crea la necesidad, por tanto, de que los jugadores provenientes de las clases populares no se cansaran de jugar sólo por "amor a la camiseta" y poder asegurarse de este modo, mediante la retención de los jugadores con más proyección, el éxito deportivo. También, para qué negarlo, apoderarse de los mejores elementos de las otras sociedades, elementos que no dudan en cambiar sus colores buscando otros rumbos más interesantes en lo deportivo y lo económico. El pez grande se come al chico, y el chico hará lo propio con otro más chico. Es un fenómeno curioso, que nace de forma casi sincronizada en todo el mundo y que afectó en mayor o menor medida a todos los equipos. Unos pusieron los medios oportunos para sobrellevarlo, otros lo sufrieron por su incompetencia y otros murieron en el intento.
Los principales clubes locales van aglutinando cada vez a mayor número de simpatizantes. Se crea la necesidad, por tanto, de que los jugadores provenientes de las clases populares no se cansaran de jugar sólo por "amor a la camiseta" y poder asegurarse de este modo, mediante la retención de los jugadores con más proyección, el éxito deportivo. También, para qué negarlo, apoderarse de los mejores elementos de las otras sociedades, elementos que no dudan en cambiar sus colores buscando otros rumbos más interesantes en lo deportivo y lo económico. El pez grande se come al chico, y el chico hará lo propio con otro más chico. Es un fenómeno curioso, que nace de forma casi sincronizada en todo el mundo y que afectó en mayor o menor medida a todos los equipos. Unos pusieron los medios oportunos para sobrellevarlo, otros lo sufrieron por su incompetencia y otros murieron en el intento.
5 comentarios:
Genial, Sr. Ramírez.
Ingresos atípicos que se dice ahora.
Infraestructuras, modelo de gestión, llámenlo como quieran, pero era el año 1919...
Saludos.
¿Y los ingresos por televisión qué?
Nunca como siempre, lo de "nosotros a lo nuestro y los demás..."
¿Otra vez pioneros?
Cabalgamos, Sancho.
Magnífico.
Gracias.
Cuídate.
Si señor. Infraestructuras.
El hermano mayor busca, inventa y genera. Crea en definitiva donde no hay. Se autoabastece. Se hace autosuficiente. Crece sin ayuda.
EL hermano menor mira, se queja, minusvalora y pide. No mueve un dedo. Espera. Sigue esperando. Sabe que al final le daran lo que pide. Lo que su hermano ha creado, pero sin ningún esfuerzo.
Como la parábola de los tres hijos a los que el padre entrega una moneda de oro. Uno la multiplica por dos. Otro la entierra y otro se la gasta.
El Betis montó otro al año siguiente.Efectivamente eran lo que hoy se llama ingresos atipicos.
Un saludo.
Sr. Anónimo, gracias por la información que me era por completo desconocida ¿tendría algún soporte documental que lo pruebe? és importante tener cuantos más datos mejor sobre el fútbol sevillano.
Gracias y si no le importa escríbanos bajo un nombre o nick.
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