Taciturno, esa es la palabra. Andaba uno desde la noche del sábado callado, silencioso, triste y apesadumbrado. Ni siquiera el triunfo del filial había servido de paño caliente para esa herida que provoca la derrota. Es curioso este sentimiento de angustia y desesperación emocional que provoca el fútbol. Imagino que por ahí debe andar el secreto de su grandeza. La chispa de su éxito. A algunos les parecerá ridículo y pueril ese desear, por todos los medios a tu alcance, echarle el freno de mano al planeta y apearte. ¿Quién en esta situación no ha cambiado de canal cuando el telediario llega a la sección de deportes? Y sólo porque tu equipo pierde un partido de fútbol. Quien no ha vivido estas sensaciones no sabe lo que se pierde. En el fondo estamos cargando las baterías de una futura euforia. Cada sinsabor, cada tropiezo, cada desencanto, son como muelles que se contraen y que hacen que saltemos de manera inusitada con las alegrías venideras.
Y es en estos momentos cuando, para consolarse, uno se aferra más a su glorioso pasado y a las extraordinarias páginas que quedaron escritas en nuestro álbum de los recuerdos.
Hoy ha salido de nuevo el sol.
Mi amigo Alejandro, Guardián de la Memoria, me ha devuelto la alegría con aquel “Cerillero cinco a cero…” Y he recordado que tenía por algún rincón de mi desordenado archivo, el que probablemente sea el primer cinco a cero de nuestra historia. Nuestra primera “manita”. Una “manita” centenaria.
Lunes 3 de enero de 1910. Diario La Provincia de Huelva.
La víctima; el Sevilla Balompié.
Algunos me podrán acusar de usar un trasnochado “provincianismo”. Para ellos, sólo decirles que podría contarles lo de aquel 11 a 1 de 1940 o lo de aquel 0 a 3 de 2006 en Mónaco (con titulo europeo de por medio) cuando David de comió a Goliat. Pero no. Hoy me pide el cuerpo hablar de “manitas centenarias”.
Y es en estos momentos cuando, para consolarse, uno se aferra más a su glorioso pasado y a las extraordinarias páginas que quedaron escritas en nuestro álbum de los recuerdos.
Hoy ha salido de nuevo el sol.
Mi amigo Alejandro, Guardián de la Memoria, me ha devuelto la alegría con aquel “Cerillero cinco a cero…” Y he recordado que tenía por algún rincón de mi desordenado archivo, el que probablemente sea el primer cinco a cero de nuestra historia. Nuestra primera “manita”. Una “manita” centenaria.
Lunes 3 de enero de 1910. Diario La Provincia de Huelva.
La víctima; el Sevilla Balompié.
Algunos me podrán acusar de usar un trasnochado “provincianismo”. Para ellos, sólo decirles que podría contarles lo de aquel 11 a 1 de 1940 o lo de aquel 0 a 3 de 2006 en Mónaco (con titulo europeo de por medio) cuando David de comió a Goliat. Pero no. Hoy me pide el cuerpo hablar de “manitas centenarias”.
Y esto es lo que hay.
¡VIVA EL CAMPEÓN DE ESPAÑA!
2 comentarios:
Gracias a ti por echarnos una "manita" para pasar el mal trago.
PD: Por cierto, ¿"Sevilla Football"?, ¿sin "Club" al final?
Veras tu que ahora demuestran que desaparecimos por enésima vez en 1909 y este club es nuevo. Si es que se lo ponemos en bandeja.
"Sevilla Football" y "Sevilla Balompié", o lo que es lo mismo; la Sociedad de Football y la Sociedad de Balompié...claro como el agua clara y cristalina, aunque algunos se aferren torpe y maliciosamente a extrañas sibilinas teorias, propias de creaturitas.
Afortunadamente cada vez quedan menos.
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