El sueño de White (I)

Fue un adelantado a su tiempo. Vio con preclara rotundidad que el futuro para una juventud higiénica y sana debía pasar por el deporte, una juventud que debía prepararse para el desarrollo posterior de actividades industriales y productivas en una España anquilosada en un pasado trasnochado y que debía ser modificado.

Fue, por si alguien aun no se ha enterado, el primer secretario de una sociedad creada a principios de 1890 o quizá ¿por qué no? a finales de 1889 y denominada "Sevilla Football Club".

El joven Isaías White Méndez tenía 21 años en 1890 . Fue el cuarto miembro y único varón de los cinco hijos fruto del matrimonio formado por Isaias White Levis –natural de Glouster, Inglaterra- y María Luisa Méndez Montes – nacida en Almadén, provincia de Ciudad Real-. Vivían en el nº4 de la sevillana calle Bailén, en la collación de San Vicente, y con ellos vivía su tía Carmen Laguna Montes.

Isaias White (padre) ingeniero de profesión había arribado a Sevilla en 1855 asociándose con los hermanos Portilla, indianos que se asentaron en Sevilla con un gran capital procedentes del Nuevo Mundo y que tras los procesos de independencia de los territorios americanos tuvieron que abandonar aquellas tierras. Muchos fueron los capitales que llegados de ultramar se asientan tanto en Sevilla como en Cádiz poblando nuestra tierra de nuevas familias que van creando una singular burguesía industrial con una mente abierta a la importación de ideas y costumbres de otras latitudes. Familias como los Borbolla, los Pagés, los Ybarra -casado con la hija de otro indiano apellidado González- y otros muchos, van tomando poco a poco el poder fáctico de la economía en la baja Andalucía.
Sobre los hermanos Portilla nos cuenta el profesor de la Universidad de Sevilla Antonio Florencio lo siguiente;
La familia Portilla, originaria de Santander, se había establecido en Cádiz a raíz de la
independencia mejicana, pasando posteriormente a Sevilla. Todavía residiendo en la capital gaditana, los hermanos José, Domingo y Manuel de la Portilla, adquieren en Alcalá de Guadaira dos molinos harineros sobre los que van a edificar la que sería la primera fábrica moderna de harina de la provincia.../
Por lo que respecta a las industrias metálicas, destaca la presencia de la familia Portilla en la constitución de la sociedad “Portilla, White y Cia.”, que entre sus actividades contaba la fabricación de calderas y motores a vapor, así como molinos aceiteros y aperos agrícola, sin duda una de las realizaciones más destacada en el terreno industrial sevillano.

En 1868 la reina Isabel II visita Sevilla y recorre las nuevas instalaciones de la sociedad Portilla & White, ampliadas para la fabricación de cañones de acero, llevándose una grata sorpresa al ver como en las máquinas de vapor no aparecía la palabra “London” al estar realizada con capital y recursos españoles.

En 1886 un Real Decreto autoriza al ministro de Marina a convocar un concurso público entre industriales civiles españoles para la fabricación de cañones para la Armada. Las mejores condiciones del proyecto de la sociedad Portilla & White le hacen acreedor de la fabricación de 85 cañones y 97 montajes.

Estamos en 1887 y la fundición sevillana ubicada en la calle Arjona es la punta de lanza de la industria de la provincia de Sevilla. A esto hay que sumar la continua construcción y arreglo de las calderas de vapor de los buques que atracaban en los puertos de Cádiz, Huelva y Sevilla. El incesante comercio y trasiego de los caldos de Jerez, del mineral onubense y de productos agrícolas sevillanos hacia tierras de la Gran Bretaña suponían relaciones comerciales de indudable valor y el contacto personal con una pluralidad de personas que mucho tendrían que ver en la personalidad del jovencísimo Isaías White Méndez.

Continuará.