lunes, 12 de octubre de 2009

El sueño de White (II)

El joven White poco a poco se va adentrando en la sociedad sevillana de la época y descubre un universo variopinto en el que ciertas cosas no acaban de gustarle. Focalizar la pasión sólo hacia la tauromaquia y ver pasar la vida tras los cristales de cualquier casino de Sierpes no le convence. Busca nuevas singladuras y con un espíritu rebelde se lanza a la aventura del sport. Su doble nacionalidad – también era inglés- le liberó del servicio militar y le permitió dedicar su tiempo al negocio familiar y a la actividad física y deportiva.
Pronto entró a formar parte de una sociedad de regatas; la Sevilla Rowing Club o Sociedad de Regatas de Sevilla, constituida en Sevilla en 1889. Como vocal de esta sociedad figura José de la Portilla, socio de su padre.
Esta nueva sociedad era la heredera de otra que años antes se había creado en Sevilla, el llamado Club de Regatas de Sevilla entre cuyos socios fundadores nos encontramos al capitán George Welton.
Llegados a este punto debemos detenernos para seguirle la pista a este capitán Welton.
D. Juan Castro nos cuenta en su libro “Primeros pasos del foot-ball sevillano” que entre los primeros integrantes del Sevilla Football Club de 1890 se encuentran los hermanos Welton (Carlos y Enrique). Eran hijos, informa el profesor Castro, de un químico inglés llamado Jorge Willian Welton que montó una industria química en la calle San Jacinto y se casó con la sevillana Josefa Niño.
No deja de ser curioso que el socio fundador del Club de regatas de Sevilla tenga el mismo nombre y apellido que el padre de los hermanos Welton, socios y jugadores de Sevilla Football Club de 1890. ¿Se trata quizá de la misma persona y además de químico era capitán de barco?
Este fragmento de un artículo de prensa de 1883 nos puede contestar afirmativamente a la pregunta anterior.
Josefa Niño era la esposa del capitán George Willian Welton, fundador del Club de Regatas de Sevilla, sociedad que tuvo continuidad en el Sevilla Rowing Club a la que pertenecía nuestro Isaias White y sin duda los hermanos Enrique y Carlos Welton.
Pero aun hay más.

Efectivamente, un capitán llamado también Weltón, mandaba el Vapor Inglés Córdova, vapor de la MacAndrews que mandaba a Gran Bretaña el dulce amargor de los frutos de los naranjos sevillanos, el mismo vapor que pocos años más tarde y capitaneado por el británico Mr. Wood llegaba al puerto de Sevilla suministrando balones y botas a unos jóvenes que retomaban el pulso a un sport llamado football. ¿Es el capitán Welton otro nexo más de unión entre los protosevillistas de 1890 y el Sevilla Football Club de 1905?

Muchos otros clubs de regatas aparecieron en aquella Sevilla de finales del S.XIX que convertían las aguas del Guadalquivir en un maravilloso espectáculo entre el puente de Triana y el cauce de los Gordales a orillas de Tablada y de su hipódromo.

Sobre el nombre elegido por el club de regatas de Isaías White nos cuenta Collantes de Terán;
Pero todo tiene un principio y un final, y por las circunstancias que fuesen, la actividad náutica sevillana decayó desde 1896 hasta bien entrado el S.XX.
Las guerras de Cuba y Filipinas de 1898 y la militarización de la ciudad de Sevilla a buen seguro tuvieron algo que decir.
No es por tanto de extrañar que esa decadencia se viese transmitida a otros deportes. Diez o doce años en la vida de un sportman es mucho tiempo y las obligaciones laborales y familiares, y por qué no, la forma física, devalúan la animosidad de la juventud.
Continuará.

1 comentario:

Vademécum Sevillista dijo...

Maravilloso, y contado de esa manera tan única a la que Vd., Don Antonio, nos tiene acostumbrados. No deje de escribir más capítulos sobre este asunto. Casi sin quererlo (o queriéndolo con todas sus fuerzas) está Vd. descubriendo un universo que muchos ni se imaginan, y que aún hoy, y mañana, escribe páginas de gloria.