Fiel a su estilo, "nosotros a lo nuestro y los demás a copiarnos", en la primavera de 1925 el presidente Blasco Garzón concentró a las afueras de la capital a sus futbolistas, de cara a la importante eliminatoria del Campeonato de España que se avecinaba.
Al haberse proclamado por enésima vez campeón de la Copa de Andalucía tenía derecho a jugar la Copa de España y ese año la Federación Nacional había decidido que la final de dicho campeonato se jugase en el Estadio Reina Victoria, por sus buenas condiciones para la práctica del fútbol y por su gran capacidad.
La eliminatoria debía disputarse frente al At. de Madrid a doble partido, y se decidió alejar al equipo de la capital y llevarlo concentrado a una finca que el Barón de Gracia Real (que tomó la presidencia tres meses después) tenía en la localidad sevillana de Carmona y que llegaba hasta el límite de Cantillana.
En la finca o hacienda denominada "El Pino", el equipo preparó sus partidos en un ambiente idóneo para el trabajo y puesta a punto, en tierra calma y de olivar.
No faltaron ni los típicos partidillos de entrenamiento frente a equipos de poblaciones cercanas, como recoge la deliciosa crónica que aquí les dejo para su deleite, disputado ante el Reunión F.C. de Villanueva del Rio y Minas
El partido, en el que se intercambiaron las defensas, terminó con el resultado de 7 a 1, y el único tanto del equipo minero lo marcó Ocaña en propia puerta, regateando a sus propios compañeros para otorgar al rival el gol del honor.
Grande Ocaña.
No faltaron ni los típicos partidillos de entrenamiento frente a equipos de poblaciones cercanas, como recoge la deliciosa crónica que aquí les dejo para su deleite, disputado ante el Reunión F.C. de Villanueva del Rio y Minas
El partido, en el que se intercambiaron las defensas, terminó con el resultado de 7 a 1, y el único tanto del equipo minero lo marcó Ocaña en propia puerta, regateando a sus propios compañeros para otorgar al rival el gol del honor.
Grande Ocaña.
3 comentarios:
Genial.
Me quedo con una frase "el sacrificio de su Junta Directiva"
Creo que todavía no el tiempo de las S.A.D....
Eran otros tiempos donde las cosas se hacían por amor al arte, y nunca mejor dicho.
La época del "romanticismo" del Sevilla FC.
Grandes cosas se hicieron bajo el mandato de Manuel Blasco:
* Primero pasos de la medicina deportiva con Puelles a la cabeza.
* Invitó a la directiva a un jovencísimo Ramón Sánchez-Pizjuán, sin duda el mejor fichaje de Garzón.
* Modernización de las estructuras, adaptándolas a la época.
* El inicio de las concentraciones de las que hablas en la entrada.
Gran momento.
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