lunes, 23 de febrero de 2009

La revista Serva.

Año nuevo, revista nueva. Comenzaba el año 1959 y el sevillismo, junto a su recién estrenado estadio Ramón Sánchez Pijuán, podía disfrutar de una publicación mensual con los pormenores de su equipo. Por siete pesetas.
Su nombre SERVA, de Serva la Bari (tierra bonita), nombre con el que los primeros gitanos llamaron a Sevilla.
Junto al nombre, en el encabezamiento, una fotografía de la maqueta original del estadio, que tanto me maravilló de niño cuando la veía en la secretaría de la calle Harinas. ¿Existe aun esa maqueta? En la última exposición sobre el cincuentenario del Sánchez Pizjuán, la eché en falta, pregunté por ella y nadie me supo dar noticias.
Las tres portadas que les traigo corresponden a los números de septiembre, octubre y noviembre de 1959, es decir a la temporada 1959-60.
No se pierdan la pose de la vanguardia sevillista pisando el balón delante del cemento de una grada recién concluida, o la imagen del vestuario con la taquillas y los bancos de madera, o la interrogante sobre la actitud arbitral con el Sevilla. Nada nuevo bajo el sol.

De izquierda a derecha; Agüero, Diéguez, Loren, Pereda y Segurola

Los 3 A del Sevilla; Achucarro, Antoniet y Agüero.


Los cancerberos; Mut y Manolín.

Pd. Mi agradecimiento a José Luis Herrera, vieja gloria de Nervión, por la identificación de los jugadores, al que por cierto le prometo un post en este voladizo, en cuanto me envie una foto suya con al elástica sevillista.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encanta el colorido, de cartelera (poco mayor que un folio), con una foto de la película con el nombre del cine encima, puesta en un escaparate.

Fútbol de película de un sevilla que todavía no conocí.

Yo también me hice socio en la calle Harinas y también me maravillé con aquella maqueta.

Vademécum Sevillista dijo...

Maravilloso post. Yo he podido recuperar para mi colección personal una cincuentena de numeros originales de SERVA. Las fotografías y los textos son fantásticos. Baste mencionar entre los colaboradores al gran José Antonio Blázquez. Son un maravilloso precedente del posterior sevillismo. Al igual que Cornelio, no les vi jugar, y también fui socio infantil de calle Harinas, cuando la maqueta del estadio en una vitrina se encontraba justo en el patio de acceso. Eran los tiempos de Eugenio Montes Cabeza haciendose la foto con los fichajes vestido con guayabera...

Anónimo dijo...

Pues muchos estariamos encantados de conocer esa maravillosa colección.
Muchas gracias por vuestros comentarios, tan enriquecedores como siempre.