domingo, 9 de noviembre de 2008

Los odiosos SMS

Sé que el marketing moderno obliga a estas nuevas tecnologías.
Por sólo unos cuantos céntimos más IVA, uno utiliza su móvil y deja su mensajito.
Por un euro más o menos te quedas tan a gusto.
Y la radio oficial del gran equipo del sur de España, o sea del Sevilla F.C., no podía ser menos y abre tras los partidos la posibilidad de que quien quiera exprese su libre opinión.
Eso sí, sin insultar y sin palabras soeces. Aunque a veces no es necesario el insulto directo para atacar la inteligencia. El elogio y la mala uva se entremezclan en los mensajes, aunque de todos es conocido que cuando la burra cae es cuando más palos se lleva.
Los que llevamos muchos años de sevillismo a nuestras espaldas conocemos de sobra a nuestra afición. ¿O no nos acordamos de cuando hicimos salir llorando del campo a Montero por la incomprensión de un sector de la grada? ¿Y que se conseguía con eso? Nada, absolutamente nada. Bueno sí, lograron la tristeza de uno de los más geniales futbolistas de nuestra historia.
Es una vergüenza escuchar tras los partidos algunos mensajes, sobre todo cuando las cosas no han salido bien. Cuando se pierde un partido todo es una pura alarma social, un catastrofismo patético y rencoroso. Es como si algunos estuviesen guardando ira , rumiando soberbia, infectando de pus su propio grano mental, para hacerlo explotar a la menor flaqueza y atacar sin miramientos, con una demagogia de lo más pueril.
Curiosamente los que más atacan y más mensajes envían son los que callan en las rachas buenas, pero ante el menor despropósito desentierran el hacha de guerra.
Ora cargan sobre Jiménez, ora sobre Monchi, ora sobre Del Nido.
Soy de los que cuando se pierde un partido no tengo ganas de nada. No veo ni los reportajes de televisión.
Sé que habrá otros a los que les encante recrearse en la derrota.
Como dijo el Gallo; hay gente "pa to".
Y la libertad de dejar el mensaje, permite a que cualquiera, repito cualquiera, incluido los no simpatizantes del Sevilla, lancen metralla a quemarropa
Y todo esto posibilitado por y desde el propio Club a cambio de unos cuantos céntimos.
¿Merece la pena?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Parece que le han leido a tenor de lo visto ayer en la Junta de accionistas.
Saludos