Si supiera Monchi que el voladizo de Gol Sur alberga a los dos tipos con mejor saque de Europa ya los habría fichado.
Verán, dejen que les cuente.
Esta gente de Triana tiene su punto. Los pueden ver cualquier dia por la calle Castilla o en la Capillita de la Virgen del Carmen del Puente de Triana. Cualquier dia y a cualquier hora menos cuando juega el Sevilla en Nervión.
Si el partido es nocturno, ellos no llevan un bocadillito como cualquiera. Ellos preparan el condumio como si se fueran al Rocio una semana.
¿Han visto alguna vez a alguien comerse en los descansos de los partidos en las gradas del Sánchez Pizjuan una fuente de papas aliñás?
¿Y pisto manchego?
¿Y galapeños con salsa de chile?
¿Y una cacerola de menudo?
¿Y carne con tomate?
Yo si, a ellos.
¿Y han visto a alguien comerse y repartir una bolsa de pipas de kilo y medio?
¿Y una bandeja de pasteles?
¿Y mosto de Umbrete, moscatel de Chipiona y manzanilla de Sanlucar?
Yo sí, a ellos.
Ellos; Joaquín y José Luis, los de la O.
Sevillistas de granito, los que siempre están allí, con las calores de mayo y los rigores de enero, los que siempre pondrán verde a todo todo jugador que falle un pase -!qué malo es el siete!- pero los que más cantarán los goles de su Sevilla.
Como lo vienen haciendo desde hace muchísimos años, en los buenos y en los malos momentos.
Siempre fieles, siempre críticos, siempre comiendo.
Quedará para los anales de la historia aquella noche frente a los alemanes en la que Antonio abrió la Puerta de la Gloria del sevillismo. Aquella noche se comieron dos kilos de langostinos.
Marisco en Nervión.
!Qué arte!
1 comentario:
Joder, ¡qué lujo!, ahora ya sé de que zona compraré las entradas la próxima vez que visite Nervión, buen fútbol y buena comida!
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