La prensa madrileña, herida en su orgullo, comenzó una campaña de descrédito sobre el equipo andaluz en particular y sobre el resto de los semifinalistas, considerando que al no estar ninguno de los grandes en el torneo, éste había quedado "descafeinado".
Partido de ida. 16 de junio de 1935, estadio de Nervión. (4-1. Torrontegui por partida doble, Tejada y López para el Sevilla, Urdiroz para Osasuna)
Alineaciones;
-Sr. Rguez de la Borbolla (Don Pepote); ¿ve Vd. como en su familia sí han habido grandes sevillistas? Rateros no sé si tendrán alguno, pero sevillistas seguro que sí.
Se adelantó Osasuna en el primer tiempo, siendo equilibrado el tanteador poco después por medio de Torrontegui. Poco antes del descanso es expulsado un jugador rojillo por agresión.
En la segunda parte, un nuevo gol de Torrontegui de penalty pone en ventaja al Sevilla que dominó claramente el resto del partido. Otros dos goles más caerían del lado andaluz, realizados por Tejada y López, dejando casi sentenciada la eliminatoria...
La batalla de San Juan.
Prólogo.
La prensa navarra, alentada sin duda por la madrileña, gestó en aquella semana, previa al partido de vuelta, una campaña que incitó de manera vehemente al público de Pamplona. Se inventaron mil y una historias de hechos que nunca ocurrieron en el partido de ida. Quince mil personas abarrotaron el estadio de San Juan, muchas de ellas, no eran ni aficionadas al fútbol y otras llegaron de localidades de provincias limítrofes. Algo gordo se barruntaba y los ánimos del respetable rozaban la irascibilidad aun antes de comenzar el encuentro
El encuentro comenzó con una acometividad inusitada del equipo local, espoleado por un ensordecedor griterio que rugía desde las gradas del campo. Cada balón era disputado con agresividad y a los pocos minutos, una jugada en el area sevillista detonó la batalla.
Juzguen.
Poco después el árbitro anula otro gol a Osasuna por fuera de juego e inmediatamente Bracero adelanta al Sevilla.
La batalla.
Lo que ocurrió a partir de ese momento, bien podría haberlo contado un corresponsal de guerra.
A los veinte minutos de la segunda parte, el árbitro consultó al Presidente de la Nacional, que presenciaba el partido y decretó el final del partido.
Árbitro y jugadores sevillistas salieron del campo escoltados.
Al dia siguiente en su despacho de Madrid, el presidente del Comite Nacional, Leopoldo García Durán, concedió a la prensa una interesante entrevista sobre lo vivido el día antes en Pamplona;
El Sevilla conseguía su pase a la final después de una auténtica batalla campal. Tenía sólo una semana por delante para recuperar a los chocados y lesionados, pero nada importaba, estaba en su primera final y después de todo lo que había pasado y sufrido para alcanzarla, no se podía escapar.
Fuentes; Hemeroteca ABC (Sevilla y Madrid), Hemeroteca El Mundo Deportivo, Hemeroteca la Vanguardia, Web Sevilla C.F.com, Web oficial Sevilla F.C., Hemeroteca digital Biblioteca Nacional, diario "Ahora".
De nuevo mi mayor agradecimiento a Juan Manuel Román, sevillista de Ubrique, y a Fernando Sígler.