R.G. Evans llegó a Sevilla en 1922 tras la muerte de Paco Alba. Vino por asuntos de negocios enraizando rápidamente con la idiosincrasia sevillana e ingresando en la sociedad Sevilla Football Club como animoso sportman aficionado al deporte de la pelota con los pies.
Cuentan que en el seno sevillista alcanzó una lucida cotización personal y fue él quien trajo a Sevilla al primer entrenador profesional; Mr. O’Hagan, británico del que cuentan que pronto cambió el whisky por el vino de la tierra.
En aquellos años, los socios que ingresaban en los distintos clubs podían disfrutar de las instalaciones de los mismos y practicar los deportes que se desarrollaban en esas sociedades, pero claro, no todos podían jugar en los primeros equipos. Es por ello que nos encontramos que el Sevilla disponía, además del primer team, un segundo y hasta un tercer equipo. Dependía de la calidad futbolística del sportman, los buenos jugaban en el primer equipo…los demás a la “nevera”. Esto se acentuaba en tiempos que comenzaba a florecer el llamado amateurismo marrón (profesionalismo encubierto). Era complicado –pero lógico- para cualquier socio que no fuese un “figura” llegar a jugar de titular en el primer equipo.
Unos años antes y por las primeras razones -futbolistas que no jugaban en el primer equipo- se escindió el Betis F.C. del Sevilla Balompié.
Aparece, por tanto, a principio de los años veinte un equipo denominado el Nevera, que no era sino el segundo equipo del Sevilla F.C.
En 1922 y dada la calidad de estos jugadores, el Nevera se separa del Sevilla creándose un nuevo equipo independiente del decano; el Sevilla Athletic Club. No es de extrañar esta situación ya que dada la tremenda calidad de aquel Sevilla F.C. (línea del miedo incluida) era difícil poder entrar en aquel equipo.
Equipo en el que además aparece el famoso Cerillero, ex-componente de la primera plantilla del Sevilla F.C., y que dio lugar a una famosa canción que entonaban los aficionados sevillistas tras derrotar al eterno rival en 1916; "Cerillero cinco a cero, pá desgracia del portero".
5 comentarios:
Maravilloso, amigo Antonio. Una lección magistral de sevillismo y de fútbol sevillano. El Nevera, qué nombre más descriptivo para un club reserva. Será por lo que Vd. nos cuenta que nuestro Sevilla Atlético se llama como se llama. Felicidades por la investigación, los nuevos datos y, como siempre, esa maravillosa forma de contárnoslo.
Saludos.
¿Lo de "nevera" significa que salían a jugar con escarcha?
Me dejas helado, Antonio.
Y pìeza más que encaja en la máquinaria de la Historia.
Gracias.
Cuídate.
¡Selecta Nevería!
De la mejor bodega de don Antonio, de esa con la que nos deleita de vez en cuando sacado caldos con solera.
Enhorabuena.
"Congelao" se queda uno leyendo estas cosas.
Sin embargo este no es el mismo Athlétic Club de Sevilla de 1913/14 ¿verdad?
No estaría de más investigarlo.
Se me olvidó decirlo.
El Ath. Club de Sevilla fue el equipo formado por jugadores en edad infantil, al que el Betis le metió 12 goles en 1914.
¿Aquí nadie habla de hazañas épicas y nadie habla de un cluzs que se enfrentó a niños arrasandolo en el campo, ni de capitanes generales?
Vaya!!
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