¿Doloroso empate?

Contra el Fresnedillas del Monte.
Y eso duele. Y la culpa es de Jiménez, porque el Frenedillas del Monte no es nadie en el mundo del fútbol. Porque el Fresnedillas del Monte no vale un duro.
En la primera parte borramos del campo al Fresnedillas del Monte, no podía ser de otro modo dada la diferencia de categoría del rival.
Porque el Fresnedillas del Monte, que milita en regional preferente, aunque se juega la vida en cada partido para no descender, no pudo con el Sevilla en los primeros cuarenta y cinco minutos, y pudo encajar algún gol más si no llega a ser por la acertada intervención de su portero, un completo desconocido que trabaja de electricista en el pueblo de al lado (Fresnedillas del Llano)
En la segunda parte, el entrenador del Fresnedillas del Monte, fue a por todas. Hizo cambios en su equipo, y dentro de la mediocridad de sus jugadores, puso a Iniesta y Xavi en el centro del campo y arriba a cuatro pringaos amaters llamados Giovanni, Ronaldinho, Henry y Messi.
No entiendo como ante tal conjunto de tuercebotas el Sevilla se encerrase en su campo.
Ni que el Frenedillas del Monte se estuviese jugando la liga…
No obstante el Sevilla tuvo varias oportunidades en la segunda parte pero la mala fortuna o el desacierto evitó nuestro segundo gol.
Y con esto llegó el empate.
El empate del Fresnedillas del Monte. Un equipo cuyo presupuesto no da ni para comprar las redes de las porterias de su modesto estadio.
Y la culpa es de Jiménez, eso dicen algunos, porque contra el Fresnedillas del Monte hay que salir a machacar en la segunda parte.
Porque el Fresnedillas del Monte no es nadie.
Y nos ha empatado el partido.

Y para colmo en el minuto 77 nos expulsan a Keita. Pero el Sevilla con diez sigue siendo mucho mejor que el Fresnedillas del Monte, pero no se nota.
Y eso no se puede consentir.

Y muchos se llevaron una gran decepción porque querían que el Sevilla perdiese contra el Frenedillas del Monte para hundir a Jiménez.

Pero no perdió.