Bajo el signo de la cruz.

El pasado sábado, como les hemos contado en anteriores artículos, tuvo lugar en la sede de Betislibre.com un encuentro histórico entre investigadores béticos y sevillistas sobre el devenir, en sus primeros años, del fútbol sevillano. Fue una reunión memorable, pionera y magistral, porque por primera vez nos sentamos a dialogar sobre nuestras pasiones futbolísticas, desde la caballerosidad, el sosiego y el afán de aunar y aportar datos para el conocimiento común y con la sana idea de exponer nuestros argumentos. No había más pretensiones. No hubo vencidos, todos salimos victoriosos y con la certidumbre de que el futuro en colaboración nos hace presagiar magníficos resultados.
De este debate y de su posterior almuerzo de hermandad, todos salimos gratamente agradecidos y con la convicción de poder añadir a nuestro haber un magnífico grupo de nuevos amigos.
Hay gente que no comprende esto. Son gentes que piensa que la rivalidad en los terrenos de juego hay que hacerla extensiva a la vida cotidiana y desde esta perspectiva son incapaces de relacionarse sin crispación con los que lo rodean. Son los perpetuos amargados, los que viven sin vivir en si, los que de continuo se arañan la cara, los que sólo buscan protagonismos y piensan, en su dudoso estado mental, como aquel japonés perdido en la selva que disparaba a todo lo que se moviese; no se enteró el pobre hombre que la guerra había terminado hacía cuarenta años.

Bajo el signo de la cruz.

El que suscribe, de lo que más se enorgullece en esta vida, es de los amigos que va atesorando y de las sensaciones que le reportan las buenas gentes que va conociendo. Lo uno y lo otro se juntaron el pasado sábado en Dos Hermanas. Conocí a gente sana, sin mala uva, noble y de una educación incomparable.
A algunos personajes parece que esto les ha escocido y bajo el signo de la cruz permiten que en una web se viertan palabras como las que siguen:

"...Por un lado, el ideólogo de la oposición sin saber por donde tenía que responder y, por otro, el pobre diablo de Enrique Añino, al que conozco personalmente y es de los que intenta poner una vela a Dios y otra al diablo, pues carece de personalidad. Quiere ser protagonista, pero como es un pobre diablo, nadie le presta atención. El pobre como no tiene perro, tiene libreta. Y hay que ver el carrete que le dio un sevillista que el pobre Añino habló tres palabras y mucho fue. Íñigo estuvo en su papel de demostrar que sabía sin tener ni idea. A mí me dio vergüenza ajena como los sevillistas se la metieron bien en todos los temas, pero en los dos últimos hizo el panoli. Con que el Sevilla no ha perjudicado nunca al Betis, que quieren ahora nuestros rivales ¿reescribir la historia? Menos mal que tonto Casto y sierpes Agustín tienen alguien como Manolo Carmona que les plante cara. "

"...los vainas de los organizadores se hayan plegado a las exigencias de unos señores como Agustín Rodríguez y Carlos Romero, recalcitrantes antibéticos (lobos disfrazados de corderos) que ahora ponen su carita de buenos para que unos imbéciles como Añino (alias "El Libretita"), Íñigo (conocido en los ambientes de PNB como "El Sindicalista Enamorado del Capital") y Medina "Beticista" (apodado "El Tonto Útil") les den un sitio que no se merecen."

Son comentarios que tienen toda la pinta de haber sido escritos por el propio director de la web. El estilo literario así lo manifiesta. Aunque no podemos tener certeza de ello por lo que le aplicamos el beneficio de la duda. Pero de lo que no cabe duda es que sin el consentimiento del director de la citada web no se hubiesen insertado en la misma, más aun cuando las normas que regulan los comentarios lo dejan claro:

NORMAS
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Y todo bajo el signo de la cruz.
Sr. Carmona; rectifique. Ya está bien hombre, que no hay derecho. Usted no puede ir por la vida sembrando cizaña y rencores. Que hace muchos años que acabó la guerra. Rectifique y prometo desmontarle con papeles la supuesta trama de 1940.
¿Vale?