sábado, 6 de junio de 2009

Campos duros, campos blandos.

En mi visita casi diaria a la casa de los amigos, o de los hermanos como diría el Papi Magase, me topé con esta foto en el blog de J.M. Ariza.

Como sabrán, el césped del Sánchez Pizjuán se ha levantado para sembrar otro. Esta vez no será por el rápido procedimiento de colocar tepes de yerba, por el que en unas horas te vuelven a tapizar el campo. Esta vez se hará mediante la siembra de semillas de última generación sobre un nuevo sustrato y un lecho de sílice. Una nueva alfombra de Champions para un equipo de Champions. Cuentan incluso, que la nivelación del terreno se ha realizado mediante modernísimos procedimientos y sofisticados rayos láser.

Sea como fuere el hecho es que mientras germina la semilla y brotan las nuevas briznas el aspecto del campo es cuanto menos pintoresco. Tiene la apariencia de un campo de tierra. Es un campo de tierra.

Y claro, a uno se le va la imaginación a aquellos campos de tierra del Mercantil y el Reina Victoria donde se obtuvieron tantos y tantos triunfos. Campos duros donde nació la escuela sevillista y donde Spencer hasta se inventó la jugada de la "perra perdida". Campos duros y rápidos donde controlar la pelota no era tarea fácil y donde una caída sollaba las más duras epidermis.

Campos de tierra frente a los campos de yerba. Duros frente a blandos. La polémica estaba servida y ésta fue una constante en los años veinte. Las dos España; el norte y Galicia con campos más o menos de hierba, el resto con terrenos terrizos.

En 1922 el F.C. Barcelona estrenó un nuevo estadio del que dijeron que era el mejor de España por sus magníficos vestuarios y gradas. No tardó la prensa en desmentirlo por un pequeño detalle; el terreno de juego era de tierra...

Se hablaba que en el resto de Europa los campos tenían una verde pradera y no era de recibo que en los enfrentamientos internacionales recibiésemos a los visitantes sobre campos de tierra. No obstante no podemos simplificar y pensar sólo en duros campos como losas de hormigón. A estos terrenos, al menos en los de los grandes equipos, se les daba un tratamiento específico; la tierra se regaba y se le pasaba un rastrillo, con lo que se conseguía una superficie mucho más mullida como se ve en la siguiente imagen tomada del blog Ayer y Hoy Sevillista, otro hermano.
La foto corresponde a un entrenamiento de la Selección española en el campo del Reina Victoria, previo al partido que disputaría en el mismo lugar frente a Portugal. De pie con los brazos cruzados junto al guardameta Zamora aparece Pepe Brand y sentados en el suelo Herminio y Spencer.


Poco a poco fueron ganando adeptos los terrenos blandos en los que se evitaban muchas lesiones en las caídas y porque como reza en el siguiente artículo era una cuestión de higiene, tanto para los deportistas como para el público.

Los campos blandos de hierba fueron ya a finales de los veinte una realidad casi generalizada. En Sevilla se inauguró en 1928 el nuevo estadio de Nervión y estaba prácticamente concluido el Stadium de la Exposición Iberoamericana, ambos con verdes praderas de alfalfa y trébol.


En cualquier caso, y volviendo a la fotografía del principio, es bonito recordar como fueron los inicios y la evolución que ha ido tomando este maravilloso deporte llamado fútbol.
La yerba nacerá en Nervión y sobre ella volverá a correr el balón.
Un balón de Champions.

3 comentarios:

Vademécum Sevillista dijo...

Magnífico una vez más Antonio. Los campos duros fueron necesarios para que brotara el fútbol de agilidad, control, quiebro y desplante de la escuela sevillista. Las diferencias entonces eran muchas, entre los equipos acostumbrados a una y otra superficie, y de hecho explicaba algunos fracasos sevillistas en eliminatorias coperas foráneas. Es un tema muy interesante. De hecho, hoy día sigue siendo motivo de debate, por ejemplo, cuando toca jugar en hierba artificial en lugar de natural. Han pasado muchos años, pero el pasto de juego sigue siendo motivo para la polémica.
PD.- Por supuesto, tengo reservado mi trocito de pasto sevillista. A ver cómo lo conservamos.

Puerta 15 dijo...

Muy curiosa esta visión del estadio. Siempre interesante darse una vuelta por aquí.

Saludos.

EL PAPI MAGASE dijo...

MUY BUENO TU POST,gracias por tu mención hacia mi hermano,un abrazo,quiero que sepas que la ignauguración de nuestra peña será ya marcada por haber sido con el campo sin cesped ni porterias,para la historia,espero que dentro de muchos años esta anecdota sea para decir que vimos el campo del sevilla con el cesped reciemplantado del triunfo en el cesped que nos dió la champions,ojalá se nos cumpla.