Continuando con nuestra particular y obsesiva, que dirán algunos, tarea de escudriñar la prensa de hace noventa años, traemos hoy otra perla del amigo Olmedo, también llamado "Botepronto", cuya única monomanía deportiva era desacreditar constantemente al Sevilla F.C.
Creo que sobran los comentarios. La crónica es del 14 de febrero de 1918.
Pero para que conozcan algo más al personaje, copio y pego lo que sobre él nos deja Carlos Romero en su Palangana Mecánica.
Botepronto. De nombre Antonio Olmedo. Lo diré directamente, fue un periodista de signo bético posicionado claramente contra el Sevilla FC. Este periodista era militar, de hecho tuvo que dejar de escribir en determinadas ocasiones debido a sus quehaceres como tal en el norte de África. Escribió junto a José Cuesta Monereo el libro "Queípo de Llano, aventura y audacia". Fue uno de los creadores que potenciaron ese mito bético ante los ojos de los lectores de "Madrid Sport," revista “sportiva”, (según definición de la época), publicada a nivel nacional. Era tanto su cegamiento contra el Sevilla FC, que recibió muchas protestas y críticas de otros periodistas que cuando veían al club sevillista, veían algo completamente distinto a lo que este personaje contaba. Olmedo, en su miopía inducida, llega a ensalzar la defensa del equipo bético, aún recibiendo 5 goles del equipo sevillista, poniendo al delantera sevillista “a parir” aún goleando al equipo bético. Algo inaudito. Fue uno de los organizadores junto a Cuesta Monereo del golpe militar en Sevilla dado por Queípo de Llano.
Posdata. Me hace llegar el amigo Cornelio un recorte del diario la Vanguardia del 01.10.57 en el que se enumeran y glosan a algunos compañeros de promoción del General Franco...
7 comentarios:
Desde aquí, enviar un fuerte abrazo a J.M Ariza.
Para mí, gran persona, gran sevillista.
Una cosa son las ideas sobre el futbol, los debates, los distintos gustos sobre jugadores, tácticas, etc., pero por encima de todo eso, los Sevillistas.
De Categoría, como él.
Lo mismo es unos cuartos de final, Sevilla-Valencia que un Betis-Mallorca.
Lo mismo es el equipo auténtico del Sur, con su "acento de chiste", jugando contra el equipo auténtico de la zona de Levante que el equipo falso del Sur jugando contra uno más de la zona de Levante.
Lo mismo es...
Saludos
Hombre Sr. Cívico, todo un honor verle por este mi humilde blog.
Siéntase como en su casa y déjenos de vez en cuando alguno de sus magníficos comentarios.
Un cordialísimo saludo
Cornelio debe explicarnos algo sobre un "padrinazgo" del señor Olmedo, mejor que lo cuente en este magnífico blog y nos enteremos de sus "aficiones" musicales. Vamos a tener que meterle los dedos.
Al final todo encaja como un puzzle.
Poco a poco, sin prisa, pero sin pausa.
Un abrazo Antonio.
Ciñéndonos a las aficiones musicales del Sr. Olmedo, empezaremos diciendo que la letrilla de "Pasan los Campanilleros" no es obra suya, ya que hace pocos años ha aparecido la partitura original.
Uniremos a su afición musical la literaria.
Escribió para "El Correo de Andalucía", "El Liberal" y "ABC", de éste llegó a ser director.
Además de sus ¿crónicas? deportivas, también realizó críticas taurinas. Usó el seudónimo de "Don Fabricio".
Por supuesto, en los últimos años de la década de los treinta, también reflejó la situación militar, ya que se había reenganchado en el 36, después de retirarse durante la Republica.
Escribió libros de relatos, novelas, colaboró con bandas de música militares, firmó comedias que se representaron el Teatro San Fernando, e incluso revistas musicales. También realizó trabajos sobre el mundo taurino y la historia de la fiesta nacional en la feria de Sevilla.
Por supuesto, su gran obra, la biografía de Queipo de Llano, a medias con Cuesta Monereo. Obra póstuma del Sr. Olmedo.
Salió de rey Melchor en la Cabalgata, fue socio de honor del Ateneo y miembro numerario de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras.
Entre tanto trajín le dio tiempo a componer una zarzuela: "Trini la barrenera". La escribió con Antonio García Padilla, padre de una hermosa niña, Carmencita, a la cual tuvo el placer (y la alegría añado yo) de apadrinar.
Esa niña de entonces es la genial artista, Carmen Sevilla.
Monstruo Cornelio!!!
Eso sí, visto lo visto, esto me lo copio yo de este blog para mi sección de biografías.
Un abrazo.
Por cierto, se me olvidó, era un gran aficionado al ciclismo, (organizó algunos eventos en Sevilla), y un hijo suyo jugó en un equipo sevillano ¿sabéis cual?
Como decía Don latino de Híspalis a Max Estrella en Luces de Bohemia:
!ME QUITO EL CRANEO!
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