
Todo se desarrolla y confecciona para culminar en ese segundo en que el balón atraviesa el plano imaginario que conforman los palos y la linea de meta.
El gol...o los goles.
Algunos pensarán que el pitido final de un partido trascendente también tiene su aquel y si me apuran, hasta los gloriosos segundos en el que se levanta un título.
Pero el gol es el gol; entusiasta, aclamador, frenético, delirante; ¡gol...!, sale de todos los labios; ¡gol...!, atruena en el espacio; ¡gol...!, repite el eco...disculpen, esta última frase no es mía, está extraída de un artículo escrito en Sevilla hace casi 90 años por L. Botella.
Les dejo el maravilloso artículo.
Que grande, parece que está escrito hoy y va a hacer ya cerca de 90 años.
ResponderEliminarUna cosa, que me alegro mucho de su vuelta.
Antonio que el comentario es mío y ha salido como anónimo.
ResponderEliminarTu lo arreglas.